Nota: ¡Les traigo el último fanfic del 2024! Espero que lo disfruten como yo al escribirlo con el combate más esperado de todo Mahou Shoujo ni Akogarete entre la villana más poderosa de Enormita y la líder de dicha organización.
Una luz irradiaba toda esa dimensión de bolsillo a medio destruir, era una pequeña chica de cabellera rubia y con un vestido que cubría todo su cuerpo, al momento de descender ella tenía los ojos cerrados y sus brazos parcialmente levantados, pese a caer su falda larga seguía pegada a sus piernas como si estuvieran hechas de algún material pesado.
Las nubes en aquel espacio se veían iluminadas por la luz del miembro más nuevo de Enormita, Morino Korisu, una niña que irónicamente es el miembro más poderoso de todas.
— Morino Korisu… Nero Alice.
Pese a estar siendo dominada por el poder de la Plaga Noir la líder de Enormita, Magia Baiser, no podía evitar sentir ese poder mágico que emanaba la niña frente a ella.
— ¡¿Hmmm?! ¡¿?!
La niña miraba a su alrededor como si no supiera donde estaba, se sentía algo desorientada, miró al cielo y pudo ver el escenario apocalíptico que la rodeaba.
— … ¿?
En la mente de Nero Alice estaba la imagen de ella paseando con Hiiragi Murasaki, la madre de Utena, pero en algún punto la perdió de vista, de repente sintió que estaba cayendo desde muy alto y por instinto se transformó.
— ¡Grrrrrrr!
Felina Eclipse emitió sus gruñidos, dio varias pisadas hacia adelante haciendo temblar todo el lugar.
— ¡!
Nero Alice vio a la vestía que tenía frente a ella, la sorprendió por unos segundos, pero luego vio encima de ella a alguien conocida, era Magia Baiser, Utena, su líder.
— Nero Alice ¿Qué haces aquí? ¿Acaso también has venido a detenerme?
— ¡Hmmmm! ¿? ¡Hmmmm!
La niña trataba de comunicarse con la villana en unos gestos que nadie podría entender excepto…
— ¡Si! Yo causé todo esto, esas tontas chicas mágicas intentaron eliminarme, pero las usé como mis queridos juguetitos de amor jajaja.
— hmmm….
— ¡¿Como que doy asco?! Soy tu líder, debes respetarme.
— … ¡hmmm! ¿hmm?
— ¿Qué haré cuando salga de aquí? eso es obvio — La villana alzó con poder su cetro apuntando al cielo, enseguida varios rayos cayeron del cielo y una extensa telaraña lumínica envolvía todo es espacio dimensional medio destruido.
— ¡Someteré a todas las chicas hermosas del mundo y las volveré mis juguetitos de placer! ¡Jajajajajaja!
La villana sonreía mientras la saliva caía de su boca de forma muy degenerada, se veía como toda una autentica degenerada y abusadora.
— …
— ¿Qué? ¿No me vas a ayudar?
— ……
— Si no estás conmigo, estás contra mi ¿estas segura Nero Alice?
— … si…
Los rayos dejaron de caer, el viento dejó de soplar, Felina Eclipse estaba como si estuviera esperando el momento preciso para atacar a su presa, pero con algo de nerviosismo.
…
…
Mientras tanto en la Base Natch Venalita veía todo lo que pasaba con mucho cuidado, varias pantallas estaban frente a ella, pero la imagen estaba algo distorsionada como si hubiera interferencia.
— Vaya, vaya, hay tanto poder mágico en ese lugar que la señal es apenas posible, nunca creí poder ver una pelea seria entre Utena y Korisu jajaja.
— «Venalita-san ¿puede verlo? ya hemos llegado al lugar con Nero Alice.
— Si, gracias Sister Gigant, todo está saliendo de acuerdo a mi plan.
Se pudo escuchar en una de las pantallas de Venalita el grito de varias chicas que corrían desesperadas ante el ataque de los Schiavo.
— Nadie podrá detener mis planes ahora.
— ¿Qué hago Venalita-san? ¿Espero?
— No, es peligroso que te quedes allí, será mejor que regreses y ayudes con la ofensiva a la ciudad.
— ¿Y las otras chicas mágicas?
— Han huido, pero están muy débiles como para representar un riesgo, si pasa algo, solo elimínalas.
— Es tan triste… está bien.
…
…
Los Schiavos atacaban la ciudad causando toda clase de destrozos, las calles se llenaban de explosiones, escombros y gritos de chicas que salían huyendo.
— ¡Rwaaaaaaar!
— ¡Mamá! ¡Tengo miedo!
— Tranquila cariño, todo estará bien… las chicas mágicas nos ayudarán…
Lo que no sabían las civiles era que no quedaba ninguna chica mágica apta para el combate en la ciudad, estaban totalmente solas, pero entonces.
— ¡Bang! ¡Bang!
Se escucharon varios disparos muy potentes, la niña y su madre se cubrieron ante aquel ataque, hubo algunos pasos y entonces varias siluetas aparecieron en el sitio.
— Civiles inocentes, acabo de abatir al enemigo.
La niña abrió los ojos y pudo ver a varias mujeres con uniforme militar frente a ellas.
— ¿Están bien? ¿tienen alguna herida? — La militar se aproximó a ellas.
— Si, si, e-estamos bien, muchas gracias.
— Bien, vengan conmigo, debemos irnos.
— ¡Rwaaaaaaar!
— ¿Qué?
— Aquel Schiavo que acabaron de abatir se empezó a levantar del suelo, su piel era negra y viscosa, la herida que tenía en el pecho se empezó a cerrar al igual que el del resto.
— ¿Se están regenerando? ¡Imposible!
— ¡Rwaaaaaar!
— ¡Disparen!
— ¡Ratatatatatatatata!
Varias ráfagas de disparos consecutivos se dieron, los Schiavo estaban siendo heridos, pero estos se regeneraban lo cual haría que fuera imposible retenerlos.
— ¡Es imposible! ¡No podemos matarlos!
La criatura se aproximaba más a las militares a punto de agarrarlas del cuello, pero entonces.
— «Pasen a la Fase 2»
Era el sonido del transmisor que tenían las militares en sus cascos, cuando escucharon la orden ellas enseguida se hicieron hacia un lado, en medio de ellas se encontraba otra mujer de un tamaño más grande que tenía una pistola con una boquilla muy larga y detrás de ella dos enormes tanques rojos.
— ¡Fuego!
— ¡Gyaaaaaaaaahhh!
De aquella boquilla salió un enorme chorro de fuego que envolvió al Schiavo provocando que este se retorciera por el piso chillando de dolor, su piel negra y viscosa se quemaba y era incapaz de recuperarse.
— ¡Está funcionando! ¡El fuego funciona!
Las militares estaban festejando la efectividad del ataque, mientras tanto al otro lado de la línea en el comando general estaba una mujer con un enorme físico y su cabello cubriendo totalmente sus ojos.
— «¡Está funcionando!»
— Lo sabía, los ataques elementales le hacen daño.
La general Dekai estaba festejando, pero manteniendo su compostura.
— Es obvio que funcionaria, las chicas mágicas pelean todo el tiempo contra esas criaturas utilizando sus poderes mágicos.
Una mujer de cabello azulado que vestía un vestido sintoísta se adelantó para estar al lado de la general Dekai.
— Pero estamos utilizando ciencia para atacar, es menos efectivo que la magia contra los Schiavo.
En otras pantallas se pudo ver a varias militares utilizando distintos tipos de ataque, en uno tiraban nitrógeno líquido para congelar a los monstruos y luego destruirlos con disparos, en otro utilizaban escopetas que lanzaban ganchos unidos en alambres con el arma que detonaban una descarga eléctrica hacia los monstruos.
— Aun así, es mejor que nada, ahora podremos pelear contra Enormita y sus monstruos.
— Me alegra que le guste nuestros más recientes productos.
Salió una mujer de entre las sombras, vestía un uniforme de ejecutiva, cabello violeta y con lentes.
— Industrias Yuri es líder en desarrollo tecnológico después de todo.
La mujer se ajustaba sus lentes ante sus palabras llenas de orgullo.
— Muchas gracias por su apoyo Minamoto Arina, jefa del departamento de desarrollo tecnológico militar de Industrias Yuri.
— No hay de que, es siempre un placer hacer negocios directamente con el gobierno.
Las tres mujeres veían todo lo que pasaba en los monitores electrónicos en pantalla, pero en otra dimensión, en la base Natch una criatura mágica voladora color carbón miraba lo mismo que ellas desde otra perspectiva.
— Vaya, vaya, estas humanas no se rinden, incluso sin poderes mágicos, pero me pregunto ¿Como es que descubrieron la debilidad de mis Schiavo? quizás… no… o puede que si…
— ¡Kabooooooom!
Una luz intensa iluminó una de las pantallas que tenía Venalita a su lado.
— Jaja, la batalla ya inició, me pregunto ¿Quién ganará? ¿Utena o Korisu?
…
…
— ¡Ahhhhhhh!
— ¡Rwaaaaaar!
Baiser y Leopard atacaron juntas, la villana estaba encima de su novia bestia, lanzó un ataque a distancia con su cetro mientras que la bestia gigante lanzó un ataque de energía purpura desde su boca.
— ¡Boooooooom!
Aquel ataque hizo que se agrietara el piso con una luz que iluminaba desde abajo de la tierra para posteriormente explotar dejando un gran hongo en el aire.
— Jajaja ¿Dónde estás Korisu-chan? estoy segura de que con ese ataque no habrás caído.
En el cielo estaba Korisu con un gorrocoptero en su cabeza que le permitía volar, era un juguete de una serie animada que ella veía, pero algo en ella era diferente, en su frente se iluminaban sus estrellas, una, dos, tres… cuatro, tenía cuatro estrellas iluminadas en su frente.
— … ataquen…
De los lados de Korisu se empezaron a materializar diferentes juguetes que ella tenía en su bolso, eran peluches, caballeros con brillante armadura, un super héroe, pero lo que más destacaba era que un dinosaurio gigante apareció debajo de ella.
— Jaja, lo sabía, lo sabía, por algo eres Nero Alice, la villana más poderosa de Enormita ¡Leopard ataca!
— ¡Raaaaaaawwr!
La dinosaurio gigante corrió a toda velocidad aplastando los árboles que había alrededor, la bestia gigante leopard también corrió a toda velocidad para luego ambas criaturas chocas generando un boom sónico que se expandía por toda el área levantando la tierra y columnas de piedra y polvo.
— ¡Skrooooonch!
— ¡Rwaaaaaaaaar!
La dinosaurio y la leoparda gigante hacían fuerza, pero la villana transformada en bestia gigante empujaba más fuerza a medida que sus manchas amarillas empezaban a brillar.
— Vamos, vamos Leopard-chan, puedes ganarle a esa dinosaurio.
— ¡Hmmmm!
Nero Alice ordenó a sus demás juguetes atacar a Baiser quien la estaba esperando con una sonrisa de psicópata.
— ¡Es inútil!
Los juguetes quedaron atrapados en la telaraña de Baiser, posteriormente la villana los destrozó con su cetro haciendo que se desintegraran inmediatamente.
— hmm… ¡!
A Korisu se le ocurrió algo, sacó de su bolsillo algo que parecía un sombrero pequeño y lo tiró al cielo iluminándose.
— Pero ¿qué?
Baiser vio como de repente aquella tiranosaurio gigante tenía un sombrero vaquero sobre su cabeza, una chaqueta y un pañuelo rojo.
— ¡Skroooonch!
La frente de Nero Alice se estaba iluminando, se materializó una nueva estrella ya sumando cinco.
— No puede ser ¿Cinco estrellas?
— ¡Rawr….!
Felina Eclipse estaba siendo empujada más y más hacia donde estaba, Nero Alice estaba ganando esa contienda con el poder extra que le dio a su juguete.
— ¡Leopard resiste! ¡Tú puedes mi amor!
— ¡Hmmmmm!
Korisu estaba emocionada al estar ganando aquella contienda de fuerza bruta, Baiser parecía estar siendo vencida con su novia, las dos a la vez por Nero Alice.
— ¡Noooo! ¡Nero Alice nos está ganando las dos a la vez aún con nuestras transformaciones!
— ¡Hmmmmm!
Nero Alice sonreía con mucho brillo y emoción, no se divertía tanto desde que peleó contra Magenta en aquel día que salió a comprar juguetes, pero entonces…
— Mentí, jajajaja, Leopard-chan, hazlo.
— ¡Grrrrr!
Felian Eclipse abrió sus fauces para cargar un ataque de energía que hacía que el escenario cambiara de color por completo, luego aquel color regresaba a la normalidad cuando todo ese color se concentraba en aquella esfera de energía.
— ¡Fuego!
— ¡…!
El ataque salió disparado cubriendo por completo lo que tenía en frente de ella, el tiranosaurio fue desintegrada por completo dejando solo una estela de luz.
— ¡Kabooooooooom!
Aquel ataque fue de largo hasta chocar contra lo que parecía el final de esa dimensión, lo que dejó fue una enorme ruptura de color blanco, como si aquel ataque hubiera borrado el color dejando solo un manto blanco que trataba de volver a su forma anterior, pero con una ilusión de estática, el piso de por donde el ataque pasó estaba derretido como si hubiera pasado lava por allí.
— Jajaja, lo conseguimos, lo conseguí, derrotamos a Nero Alice, jajaja.
— Grrr… ¡Nya!
— Gracias mi amor, prometo recompensarte cuando salgamos de aquí.
Baiser acarició el pelaje de su novia, toda aquella dimensión de solo unas cuantas docenas de kilómetros estaba destruido.
Hacia un lado de aquel escenario, en medio de unos árboles arrancados y quemados yacía una niña en el piso, a su lado estaba la mitad de la cabeza de su tiranosaurio que la veía mientras su ojo poco a poco se iba apagando.
— A… a…
La niña estaba con su ropa sucia, algunos raspones y con algo que ella no había sentido antes, dolor.
El poder de Baiser y Leopard había crecido antes que no parecía que alguien pudiera detenerlas y fue entonces cuando de su bolso calló una caja envuelta en un regalo.
— «Para Utena.»
Decía la nota en ella.
…
…
— ¿Deseas darle un regalo para Utena-chan?
— ¡Hmmmm!
Korisu estaba junto a su madre, la niña saltaba con mucha emoción.
— Bueno, déjame preguntar a alguien que de seguro sabe más de aquello que nosotras.
Rushi llamó a alguien muy especial en la otra línea, se la veía sonrojada y feliz al hablar con esa persona, se la pasaron algunos minutos allí hasta que terminó la llamada.
— Korisu-chan, ya sé que le podrías regalar a Utena-chan
La niña sonrió al escuchar que podría regalarle a Utena a la cual quería mucho al ser su primera amiga en su vida.
…
…
— Ahora sí, salgamos de este lugar por donde entró esa niña ¿He? ¿Y esa luz?
Una pequeña luz se manifestó por detrás de Baiser y Leopard, aquella luz llegaba hasta el cielo, era cálida y reconfortante, pero lo más destacado era que de repente empezó a aparecer el alba por el horizonte.
— ¡Grrrrrrr!
— ¿Pero qué demonios?
De aquel pilar de luz se alzaba una figura esvelta, con coletas, falda ancha y un cetro.
— No…
Los ojos de Baiser se abrieron totalmente, lo que tenía frente a ella era algo que habia impactado en su vida desde que ella tenía memoria, aquella persona que le habia dado sentido a su solitaria vida, aquella figura era…
— Mahou Shoujo… Mimiru…
La chica mágica de la infancia de Utena, la chica mágica Mimiru y a su lado estaba Korisu en la cual en su frente tenía un hilar de estrellas iluminadas.
— Uno, dos, tres, cuatro… trece… trece estrellas…
Baiser se acabó de dar cuenta del brutal aumento de poder que acabó de desencadenar Nero Alice la villana más poderosa de todo Enormita.
— No dejaré que te salgas con la tuya villana, yo, Mahou Shoujo Miracle Mimiru te castigaré con el poder del arcoíris.
— Continuará…
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