Durante el clímax de la gran guerra demoniaca el ejército real se encontraba luchando contra las hordas del rey demonio al norte del reino de Fragia, decenas de miles de soldados luchaban sin cuartel siendo ayudados por los magos del reino, pero los demonios eran demasiado poderosos y más numerosos, si el ejercito caía probablemente el reino también.
En la retaguardia del ejercito demoniaco, un grupo conformado de unas pocas personas lideradas por Alexis, Ciel y la bruja Rosemary estaban yendo directamente al trono del Rey Demonio, el plan era simple pero arriesgado, utilizar el caos de la guerra para infiltrarse detrás de las líneas enemigas y atacar directamente al jefe final.
Mientras tanto en la capital real en el trono se encontraba Beatriz quien lideraba toda la operación con un enorme grupo de magos telepatas quienes con sus esperas de cristal transferían las ordenes de la monarca a los generales aliados.
– ¿Cómo va la lucha?
Uno de los magos hablaba a la bola de cristal la cual brillaba para luego darse la vuelta a la monarca.
-Me informan que el ejercito apenas y puede resistir la embestida del ejercito demoniaco, no sabemos cuánto podremos resistir.
La monarca estaba vestida con su traje mágico de batalla mientras su fiel sirvienta Matilda estaba sentado a su lado con una enorme maleta sosteniéndola con sus dos manos frente a su cuerpo.
-Demonios.
La princesa estaba mordiéndose las uñas de la tensión, el plan ella lo había formulado, pero no estaba segura si podría funcionar, pero no podía retractarse.
– ¿Y el grupo del héroe Alexis?
Otro mago se comunicaba con su bola de cristal.
-Han pasado el último punto de contacto, esto significa que ya se adentraron a territorio enemigos, no ha habido combates hasta el momento.
La Monarca sonrió un poco pese a su gigantesca ansiedad.
-Muy bien, vamos Ciel, Alexis, de ustedes depende nuestra victoria.
Pero de repente el complejo real se iluminaba con una luz rojiza y unas trompetas empezaban a sonar.
– ¿¿¿La alarma???
La princesa solo podía abrir los ojos de la angustia de no saber que estaba pasando.
-Mi Lady, informan que unas figuras desconocidas sobrevuelan encima de las murallas de la capital, están a poco de llegar.
-¡¡CARAJO!! ¿Por qué justo ahora?
Las criaturas aladas eran unos guivernos que sobrevolaban la capital y ya estaban por encima del castillo del cual empezaban a disparar una ola de flechas de todo tipo, imbuidas en fuego, el agua, rocas y demás hechizos mágicos, pero estos no les daban a las bestias aladas.
Encima de los guivernos estaba unos jinetes los cuales estaban totalmente encapuchados y cuando ya estaban lo suficientemente cerca estos brincaron de forma temeraria, al chocar con el edificio estos lo destrozaron con su mera caída como si ellos pesaran varias toneladas.
En el salón real se podía sentir el temblor ante el aterrizaje de los enemigos quienes tras unos pocos minutos habían masacrado a todos los guardias que estaban en los cuartos superiores, en el techo y en los pasillos hasta llegar al salón donde se encontraba Lady Regente.
-Ya llegaron, esos malditos pensaron en el mismo plan que nosotros, distraer al enemigo con una batalla aparentemente decisiva para realizar un ataque sorpresa en la retaguardia y matar al rey.
En el salón se veían 2 figuras familiares, criaturas con aspecto demoniaco, cuerpo rojizo, alas y cuernos prominentes además de su enorme estatura, eran las mismas que alguna vez habían intentado matarla a traición en el pasado, pero en medio de ellos había una figura baja encapuchada, con su figura la princesa podía darse idea de que era.
La figura al quitarse la capucha se dejaba ver, era una criatura demoniaca con facciones finas, un cabello blanco largo que le llegaba hasta la espalda, orejas puntiagudas, dos cuernos de tamaño medio y sus ojos de color oscuro y pupilas azules.
-Hola princesita ¿Nos esperabas?
La princesa en medio del salón real rodeada de guardias y magos podía ver por completo en la situación en la que se encontraba, su criada estaba delante de ella asegurándose que ningún ataque llegara de sorpresa a su alteza.
-Podría decirse que es una sorpresa verla ante nosotros…
Desde una vista lejana del salón real con un silencio que precedió a la arremetida del castillo podían escucharse solo la frase de la princesa.
-Princesa Demoniaca
…
…
…
El atardecer ya había llegado, los rayos rojizos del sol iluminaban todas las nubes cercanas mientras las del fondo oscurecían y desde una vista aérea por encima del patio oscurecido de la mansión del héroe Alexis podían verse pequeños destellos de luz que se iluminaban y apagaban al instante.
La princesa con su escote trataba de darle un toque punzante utilizando su mano izquierda mientras el héroe rápidamente lo bloqueaba con su espada para dar un contraataque el cual la princesa rápidamente esquivaba para dar varios pasos detrás.
-Ataque Pyro, esfera ígnea.
Con su mano izquierda totalmente extendida y con una vista determinada la princesa disparaba ráfagas de fuego mágico el cual el héroe esquivaba fácilmente hacia un costado acercándose rápidamente.
– ¡Muy lenta!
El héroe gritaba en lo que la princesa de repente esbozó una sonrisa para luego una corriente de aire se viera envuelta alrededor del héroe que lo lanzo por los aires viendo a su esposa desde arriba, ella tenia su espada levantada la cual se podía notar como la piedra dorada se iluminaba y escuchar a la princesa nombrar su hechizo elemental
-Ataque anemo, torbellino cortante.
El torbellino de repente se hizo más poderoso y de ello ráfagas cortantes envolvían al héroe quien con sus brazos y espada se trataba de cubrirse.
– “Maldición, no puedo contenerme ante este ataque”
– ¡Defensa Geo, bloqueo!
De repente el tornado explotaba por dentro para dejar ver al héroe quien se lo veía rodeado de un escudo de color dorado semi transparente conformado por pequeñas placas doradas.
Cuando el héroe trataba de ver hacia el piso no había nadie, pero una luz se ilumina frente a él por encima, era la princesa quien se había puesto encima para luego con su estoque atravesar como mantequilla el escudo elemental de su esposo.
– ¡Maldición!
Entonces una explosión se vio en el aire dejando una enorme estela de humo y de el descender 2 figuras de ella, héroe había caído con fuerza tanto que sus pies se habían incrustado en el piso debido al impacto.
-Ataque combinado, explosión.
La princesa nombraba su ataque mágico de forma tardía como si solo reafirmara el ataque que había hecho mientras bajaba su estoque.
Se podía ver a Alexis con sus ropas cortadas y rasgadas por el ataque del torbellino y varias partes de su ser ennegrecido por el resultado de la explosión.
-Pero qué demonios, ¿Desde cuándo te has vuelto más fuerte Beatriz?
Lo decía el héroe mientras la señalaba con el dedo.
-Una mujer tiene sus secretos querido esposo.
La princesa hacia un saludo reverencial inclinándose un poco y alzando su falda.
– “Combinó los hechizos elementales de viento y fuego para realizar un ataque combinado, explosión, es mucho más poderosa de lo que tenía entendido ¿Pero que rayos pasa?”
Entonces el héroe ve el estoque de la princesa durante algunos segundos.
-Ese estoque que tienes no es el que sueles utilizar Beatriz y pude sentir que tus hechizos mágicos se vieron fortalecidos ¿De dónde sacaste esa arma?
El joven Alexis veía a su esposa con mucha intensidad.
-Oh ¿Te refieres a esta? ¿Te gusta? Lo siento, pero no puedo regalártela querido, es una reliquia familiar.
La princesa guiñaba el ojo mientras hacia el gesto de silencio con uno de sus dedos frente a sus labios.
-No, yo si se lo que es, tuve una leve idea al ver esas piedras elementales incrustadas en ella, pero sobre todo la más grande en el centro.
La princesa dejo su sonrisa falsa para ver más seriamente al héroe.
-Creí poder acabar contigo de un solo ataque de sorpresa, pero veo que es inútil, ya hasta te diste cuenta de mi plan.
Beatriz inclinaba sus brazos y extendía sus palmas como si admitiera algo o confesara un crimen para de nuevo comportarse de una forma en que Alexis desconocía y nuevamente poner sus ojos serios frente a él.
-Esta espada es igual a la tuya, un arma legendaria.
-Lo suponía.
El héroe reconfirmó sus sospechas para luego extender su espada frente a él.
– ¡Liberar!
La empuñadura de su espada empezaba a brillar para luego cambiar de forma mostrando en ella una piedra dorada en el centro junto a otras 4 piedras a su alrededor de diferentes colores formando una estrella de 4 puntos.
-La familia Bertrand desciende del anterior héroe que salvó el mundo hace 500 entonces es comprensible que exista otra arma legendaria como la que tengo yo, tu la estas usando en este combate y potencia tus poderes mágicos elementales, por eso eres tan poderosa.
El héroe tomaba pose de combate más seria extendiendo sus piernas con sus pies firmes en el piso y su espada empuñada con sus dos manos a un costado de su cuerpo.
-Si vamos así entonces no me voy a contener en lo más mínimo, espero que estes lista “querida”
La princesa marca el piso de donde esta parada con una media luna con su estoque como una especie de ritual de combate para luego elevar la empuñadura a la altura de su rostro abriendo sus ojos con mucha determinación hacia el héroe.
-Siempre lo he estado querido esposo.
…
…
…
El sol ya se había puesto y solo quedaban unas pocas nubes de color rojizo mientras el resto del firmamento estaba ya completamente oscuro siendo iluminada por las estrellas y la luna que salía por el otro extremo del horizonte.
La residencia del héroe Alexis la cual en su patio apenas se veían unos pequeños destellos ahora se podían ver grandes explosiones que hacían temblar a los alrededores, las ventanas de la residencia reventaban por las explosiones, los arboles eran incendiados y la tierra se resquebrajaba.
– ¡Ataque ígneo, mega esfera explosiva!
La princesa con su espada elevada y brillando en todo su esplendor invocaba una enorme esfera de fuego la cual lanzaba con intensiones totalmente destructivas a un héroe el cual estaba totalmente inmóvil esperando su ataque.
– ¡Corte Hidro, Estrella!
El héroe extendía el dedo índice y medio desde la base hasta la punta de su espada la cual se veía rodeada de agua para de repente y en una explosión de poder verse el destello de varios cortes los cuales atravesaban esa gigantesca esfera de fuego formando una estrella de 5 puntas.
La explosión resultante dejaba otro enorme cráter en el ya de por si dañado patio para que del centro del humo resultante verse a la princesa acercarse velozmente para darle otro estoque explosivo a su esposo.
– ¡Esta vez no lo harás!
El héroe bloqueaba el ataque de su esposa, pero esta no se rendía y retrocediendo para volver a avanzar daba múltiples estoques los cuales si tan solo uno tenía contacto eso dañaría directamente a su rival.
– ¡Tu no entiendes nada Alexis, has vivido toda tu vida como un hombre libre y no sabes lo que es estar atado en cadenas!
-Ataque anemo, torbellino cortante.
La princesa dio varios pasos hacia atrás para ahora lanzar su ataque elemental de viendo, pero esta vez en lugar de atacar de frente en formas horizontal como lo haría todo tornado este seria de lado formando un tubo de viendo cortante y en el centro Alexis viéndose rodeado y cubriéndose con su escudo geo.
– ¡No me importa que ustedes se amen, ustedes son las mujeres que más quiero en este mundo, pero lo que no voy a perdonarles es que… me hayan usado!
El héroe había deshecho su escudo para recibir algunos cortes en su cuerpo, pero este estaba inmutable ante el dolor en lo que adopta una nueva forma mucho más robusta y con sus dedos índice y medio nuevamente recorriendo la base de su espada hasta la punta y la piedra dorada de en medio iluminándose por completo.
– ¡Corte Geo, partimundo!
Con un brillo dorado se partía el piso donde se encontraban ambos esposos, el tornado era dividido sin misericordia y cuando el ataque estaba por darle a su esposa ella se cubrió instintivamente ante tal arremetida para luego una explosión de rocas y polvo se viera de lo más lejos de su hogar.
Tras todo el desastre del ataque el viento se llevaba el polvo para ver en medio a una Beatriz aún parada con su estoque iluminado al máximo brillando la cual le había ayudado a cubrirse del ataque, pero no le había salvado de todo el daño recibido.
La princesa descendió una de sus rodillas apoyándose en su estoque que había clavado en el piso, ella jadeaba intensamente debido al cansancio, el combate era demasiado para ella.
-Ya ríndete Beatriz, desde el inicio nunca tuviste oportunidad de ganarme, eres poderosa y aún más con un arma legendaria, pero yo.
El héroe sostenía su espada viendo sus hermosas piedras mágicas incrustadas.
-Tu controlas 2 elementos mágicos, yo controlo los 4, incluso con tu arma nuestro dominio de los elementos ya había decidido el resultado desde el principio.
Beatriz se encontraba extremadamente cansada, ella no había tenido un combate así desde hace mucho tiempo, no desde el día de la batalla final cuando se enfrentó a la hija del Rey Demonio.
– ¿Sabes Alexis? Siempre te envidié.
La princesa se levantaba con apenas fuerzas mientras su esposo la veía con algo de lastima a la distancia.
-Desde que era pequeña siempre fui criada para comportarme como la princesa a la altura de las circunstancias, aún con mi hermano mayor como heredero a la corona de Fragia yo seguía encadenada bajo sus estúpidas leyes, pero ahora que quieren que sea yo Lady Regente hasta que nuestro hijo sea adulto para heredar la corona realmente me destrozó.
La princesa agarrando uno de sus costados veía a la hermosa luna llena que se elevaba en el cielo.
-No era igual a las demás niñas nobles en el sentido de soñar con un príncipe encantador, es verdad que me gustaba ser linda y hermosa, pero a la vez me encantaba la lectura, la magia, las leyendas de héroes legendarios, no porque quisiera casarme con ellos sino por su magnificencia al afrontar retos tan gigantescos y que aun así podían salir adelante.
La princesa veía al héroe con honestidad por primera vez en su vida, en sus labios había manchas de sangre, su cabello estaba desarreglado, ella estaba hecha un desastre.
-Yo realmente te admiro por todo lo que has hecho por nosotros, pero en verdad amo a Ciel y haré lo que sea con tal de estar las dos juntas incluso si tengo que enfrentarme al hombre que más admiro en este mundo.
El héroe veía a su esposa totalmente determinada, ya no veía a una embustera, desde que ella fue honesta con el sentía que por primera vez desde que la conoció podía hablar de tú a tú con ella.
De pronto una corriente de mana se podía sentir en el aire la cual rodeaba a la princesa, era cálida y brillante, ni la princesa ni el héroe sabían lo que estaba pasando, pero la empuñadura de la princesa estaba brillando, una de sus piedras elementales estaba resonando, era la piedra azul, de repente varias partículas se iluminaron alrededor de ella hasta formar gotas de agua.
– Pero ¿qué?
El héroe podía ver absorto como la princesa estaba siendo rodeada por una corriente de agua que formaba un torbellino.
-No puedo creerlo ¿Será acaso lo que estoy creyendo que está pasando?
Beatriz sentía como el agua mojaba su cuerpo, pero al mismo tiempo se evaporaba, sus heridas eran poco a poco curadas, era un milagro, ella había despertado un tercer poder mágico elemental.
El tornado se había disipado por completo viendo a la joven rubia totalmente curada viendo incrédula los alrededores de su cuerpo.
– “Los magos de este mundo son capaces de controlar un elemento mágico, solo los genios o la gente noble es capaz de despertar un segundo, pero se dice que cada cierto tiempo nace un genio extraordinario para el uso de la magia que es capaz de usar hasta 3, solo el héroe legendario puede utilizar los 4, es una regla casi absoluta”
-Y Beatriz es una de ellas.
El héroe replicaba para si mismo una de las reglas de este mundo se le había enseñado desde que despertó en ella.
La princesa tras comprender lo que había pasado trataba de controlar su nuevo poder, pero no parecía capaz de utilizarlo libremente, intentaba imbuir el poder de su nuevo poder mágico elemental en su espada, pero no tenía éxito, se cortaba un dedo y es cuando su nuevo poder se manifestaba curándola.
-Creo que con esto servirá.
La princesa veía con determinación a su esposo quien se lo veía herido a comparación de ella que ya estaba curada.
– ¿Podemos continuar con nuestro combate querido esposo? No pienso cederte a Ciel por nada de este mundo.
Alexis no podía creer lo que veían sus ojos, pero rápidamente se dio un golpe con ambas palmas de sus manos en sus mejillas para luego agarrar su cabello y recogerlo con un moño.
-Es verdad que has despertado un tercer poder elemental, pero de momento solo es de curación, eso quiere decir que la única forma de derrotarte… es con un ataque definitivo que no te dé tiempo a curarte.
Los ojos del héroe se fijaron en su esposa con determinación para luego coger su espada y de ella brillar sus 4 piedras elementales y la dorada del medio.
-Esta vez es la definitiva.
Un aura de mana al igual que rodeaba a Beatriz cuando despertó su tercer poder elemental rodeaba a Alexis, pero con una intensidad muchísimo mayor a la que ella, el piso temblaba, el viento soplaba con muchísima mayor intensidad, el fuego de los árboles se encendía muchísimo más alimentados por un poder desconocido y varias cotas de agua volaban en el ambiente, era el absoluto poder del héroe que había derrotado al Rey Demonio de quien estamos hablando.
– “¿Ni siquiera con este incremento de poder será suficiente?”
-Eres un monstruo Alexis, pero eres el único monstruo que hubiera sido capaz de casarse conmigo.
La princesa adoptaba una nueva pose de combate con su espada asemejándose un poco a la de su esposo, pero con la peculiaridad de que sus piernas no estaban extendías firmes en el piso sino juntas como si estuviera a punto de hacer un movimiento de baile.
La corriente de mana que rodeaba a la princesa no era tan grande como la del héroe, pero era considerable, aún con su tercer poder elemental despertado este solo servía para curación por lo que tenia que ser muy cuidadosa en su siguiente movimiento.
-No habrá una segunda oportunidad princesa, quien acierte el siguiente golpe…
-Lo se querido, el que acierte ganará.
– ¿Te arrepientes de haberte casado conmigo?
…
-No, era la única forma de haberme acercado a Ciel y nunca me arrepentiré de haberlo hecho.
-Finalmente eres honesta.
Con una sonrisa ambos esposos se veían por última vez para luego en un instante, en una explosión de poder mágico salir disparados para darse su ataque final que decidiría al ganador de este combate.