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(Web Novel) Un Mundo Carmesí / Capítulo 29: Hvann y Allye

En el aquelarre de las brujas en las tierras de Indómita la cantidad de brujos es muy menor al de las brujas en proporción de uno a diez, por ende, se les ha dado el derecho privilegiado de casarse hasta con tres mujeres y uno de ellos es el doctor Hvann.

En una cabaña estaba Alexis quien estaba sentado sobre una mesa médica, él se encontraba descamisado mientras las marcas de cicatrices en todo su cuerpo eran examinadas por el doctor Hvann.

– Por la diosa Gia, estas marcas son horribles, no fueron provocadas por armas convencionales o por magia elemental, esto es algo más ¿Qué fue lo que te causó esto? – Preguntó el doctor Hvann quien se veía consternado ante lo que veía, a su lado estaba una enfermera quien le pasaba algunos instrumentos médicos.

– ¿Me creería si le dijera que lo provocó una diosa homicida? – Alexis se lo veía algo impotente.

– ¿Una diosa homicida? que buen chiste héroe Alexis – Alexis volteó a verlo al doctor para hacerle entender que lo que decía era verdad – ¿es en serio? – Detrás de todos ellos estaban Rosemary y la señora del aquelarre Allye observando todo.

– Alexis se enfrentó a la reencarnación de la diosa Freyla de Fragia, sus poderes de magia sagrada eran ridículamente poderosas. Alexis por poco no logra sobrevivir ante esa lucha, pero quedó muy mal herido, hice lo que pude con las opciones que tenía, pero él no se ha recuperado por completo desde su pelea por eso quise traerlo acá para que algún experto lo pudiera revisar – Rosemary contaba todo lo que sabia hasta ese entonces-

– ¿Magia sagrada? Son muy pocos seres en el mundo capaces de controlar dicho tipo de magia, no fue hace mucho que se desarrolló la magia de luz que es una versión menos poderosa pero aun así estas heridas… Daria por favor pásame el libro de magias milenarias que está en el baúl de antigüedades – La enfermera llamada Daria acentuó con la cabeza mientras todos miraban a las heridas en el cuerpo de Alexis.

– ¿Cree poder hacer algo doctor? – Preguntó la señora del aquelarre Allye.

-No estoy muy seguro, el cuerpo de Alexis está muy dañado, el sigue siendo capaz de luchar, pero no al mismo nivel del que el estaría acostumbrado – El doctor Hvann recibió el libro de la enfermera.

– ¿Ay alguna forma en que pueda recuperar mi antiguo estado físico? – Preguntó un preocupado y sombrío Alexis en lo que el doctor estaba leyendo su libro con unos lentes.

– ¡Aquí está! Bueno al parecer existe una forma en que te logres recuperar, pero existen dos grandes problemas al respecto – El doctor miró a todos seriamente – Existe un tratamiento para recuperar a Alexis, pero para aquello necesitaré a un usuario de magia sagrada…. – Entonces todos en la sala giraron sus rostros para ver a la señora del aquelarre.

– ¿He? ¿Por qué me miran? Yo no soy una bruja de magia sagrada – Allye estaba algo nerviosa ante las miradas.

– Usted sabe a lo que nos referimos mi señora – El doctor respondió mientras cerraba el libro antiguo y se lo devolvía a su enfermera.

– No entiendo a lo que se refieren ¿Alguien me explica?  – Alexis preguntó muy confundido.

– Yo te explico Alexis – Rosemary le pasó su camiseta para que se vistiera – Como sabras en este pueblo solo pueden habitar brujas y brujos que dominen la magia aprendida bajo las enseñanzas de la diosa Gia.

– Si, de nuevo eso ya lo sé ¿Por qué lo dices? – Alexis estaba algo indignado que le recordaran cosas que ya sabía.

– Que la magia sagrada no puede ser obtenida por las brujas que crean en la diosa Gia – Respondió Rosemary.

– ¿Entonces no existe esa bruja que me pueda ayudar? – La mirada de Alexis estaba visiblemente preocupada.

– No es eso, si existen, pero si una bruja llegara a desarrollar magia sagrada eso quiere decir que ya no puede ser tratada como una bruja de la diosa Gia y por ende… 

– Son expulsadas del aquelarre por parte de la encargada en este caso nuestra señora Allye – El doctor Hvann interrumpió a Rosemary.

El ambiente se tornó entonces con una atmosfera algo tensa, había algo en las miradas de Hvann y Allye que generaba dudas e incertidumbre.

– ¿Sabes que está pasando Rose? – Preguntó Alexis algo incrédulo.

– No, eso está fuera de mis conocimientos del aquelarre – Respondió Rosemary.

– Existe alguien que nos podría ayudar – Dijo de repente el doctor Hvann.

– No, eso definitivamente está prohibido – Respondió Allye.

– ¿Por qué? Esta situación requiere de su asistencia para que el héroe Alexis pueda recuperarse, es la única forma – Se lo veia muy insistente al doctor.

– Tú sabes perfectamente por qué lo digo, no me hagas recordártelo Hvann, ya te dije que no y es todo, encuentra otro método para que el héroe se recupere, veré como siguen los demás partos – La señora del aquelarre estaba algo alterada y se retiró del lugar junto a sus guardias.

– ¡Tía! ¿A dónde vas? – Rosemary no entendía que pasaba y ni con su forma de llamarla logró retenerla – Pero ¿qué le pasa?

El ambiente estaba tenso, Alexis y Rosemary no sabían que pasaba, el doctor y su enfermera no quisieron explicarles lo que pasó, al parecer era un asunto personal del cual no querían hablar.

Durante el resto del día el doctor Hvann buscó otras formas de poder hacer recuperar la condición física del héroe Alexis, pero se notó que no encontraba otra forma.

– ¡Ah maldición! – El doctor estaba muy frustrado, un montón de libros viejos rodeaban su escritorio mientras su enfermera le trajo una taza de té – Gracias Daria, lo siento, esto es estresante.

– ¿La señora Allye sigue sin perdonarla? – La enfermera habló.

– Si, así parece, sería algo que podría sobrellevar, pero nuestra relación pasada lo complica mucho – El doctor bebía su té – «¿Allye tanto te importa aquello?»

– ¿Por qué la señora trata tanto de que el héroe Alexis se recupere? – Preguntó la enfermera.

– Según lo que entendí el reino de Fragia está pasando por problemas y el héroe Alexis se vio envuelto en un triángulo amoroso entre sus esposas que en realidad eran amantes – El doctor vio a través de su ventana como caía la nieve.

– ¿Amantes? vaya, un lio de parejas, que bueno que usted no tiene ese problema con sus esposas – La enfermera se tapó su boca rápidamente.

– Oye, oye ¿Qué quieres decir? Quizás si fuéramos de Fragia eso sería distinto pero mis esposas afortunadamente me aman – Una gota de sudor se vio en su frente.

– Lo sé, y entre ellas también, de hecho, fue raro que usted aceptara casarse con ellas que eran pareja cuando se lo pidieron – La enfermera Daria sonreía – Usted pasó medio siglo sin casarse, muchas brujas se le ofrecieron para que se casaran o solo tener a sus hijos.

– Bueno, ellas no querían que algún campesino extraño las tocara y cuando me lo pidieron como un favor no pude resistirme, aunque admito que con el tiempo me he encariñado con ellas – El doctor sonrió mientras volvía a beber su te.

– Pero no ha podido olvidar a Svetlana ¿Verdad? – Tras lo que dijo la enfermera el doctor Hvann casi se atragantó con su bebida.

– ¡Oye! No saques ese tema ahora – Hvann se limpió.

– Jaja, lo siento doctor.

– Y entonces ¿Se puede saber que significa esto Rosemary?

– Es mi forma de persuadirte tía y que me expliques que pasó entre tu y el doctor Hvann.

– No tenías que llegar tan lejos como para que te lo contara.

– No me dejaste otra opción, necesito que Alexis se recupere por completo.

– Hmmm… ¿En verdad tanto te gusta el héroe?

– ¡N-no es eso! Solo somos amigos.

– El hecho que hagas tanto por el me recuerda a tu madre Marylin, jeje se nota que son tal cual madre e hija.

– ¡Dejando eso de lado! No me voy a ir hasta que me lo cuentes todo y hablo en serio.

– Veo que no me queda de otra Rosemary…

La señora del aquelarre estaba sentada en el escusado mientras Rosemary estaba parada fuera de la puerta del baño con un rollo de papel higiénico desarrollada por las brujas al lado de ellas estaban las guardias de Allye inconscientes.

– Hace sesenta años aún no era señora del aquelarre, pero el puesto estaba a punto de ser concedido y yo fui una de las candidatas. Para obtener el puesto teníamos que cumplir varias condiciones y entre ellas era mantener intactas nuestras tradiciones. En ese entonces tenía un novio… el recién nombrado doctor Hvann, uno de los pocos brujos del aquelarre.

– Espera ¿Qué? ¿Fuiste novia del doctor Hvann? ¡Eso no lo sabía!

– Si, éramos una pareja increíble, brujos de sangre pura pertenecientes a familias influyentes del aquelarre. Como sabrás Hvann al ser un brujo tenía el permiso de casarse hasta con tres brujas, pero las brujas no es que tengamos prohibido tener amantes de hecho no recuerdo la cantidad de brujas con las cuales me he acostado a lo largo de mi vida, Hvann lo sabía y yo sabía con cuantas él se acostaba, no solo éramos novios sino mejores amigos – Allye sonreía melancólicamente.

– Por la diosa Gia, se nota que eran una pareja perfecta ¿Pero por qué se separaron? – Rosemary estaba muy visiblemente atenta a lo que decía su tía.

– Svetlana… un día Hvann me contó que conoció a una bruja de sangre impura con la cual se sentía a gusto para formalizar una relación, yo quería conocerla antes y entonces el me la presentó, era una mujer increíblemente hermosa que se especializaba en la astronomía, en el estudio de los astros, pero entonces fue que ocurrió – Allye puso una mirada de desagrado.

– ¿Qué cosa? – Rosemary estaba emocionada.

– Svetlana era usuaria de magia de aire, pero aparte de aquello ella también era usuaria de magia sagrada, una bruja es incapaz de aprender la magia sagrada ya que para obtenerla una debe ser creyente de otras deidades en este caso de la diosa Freyla, una bruja así estaba prohibida en el aquelarre porque podría causar que nuestras tradiciones fueran cambiadas por una fe externa.

– ¿Magia sagrada? Entonces ella es de quien hablaron en el consultorio – Rosemary ataca cabos al respecto.

– Si, su padre era un brujo del aquelarre que tuvo una hija con una humana creyente de la religión Freyliana, la madre murió muy joven por lo cual el brujo al enterarse la trajo al aquelarre donde creció para volverse una bruja, pero sus creencias siguieron vivas en ella y en algún punto desarrolló magia sagrada – Se notaba que Allye era la señora del aquelarre ya que lo sabía todo con lujo de detalle.

– ¿Tu fuiste quien la desterró del aquelarre? – Preguntó la sobrina.

– Si, Hvann y yo teníamos planeado casarnos junto a Svetlana cuando me volviera señora del aquelarre e incluso lo hicimos los tres en más de una ocasión, Svetlana sí que tenía talento con la lengua, pero algo imperdonable pasó – Allye apretó los puños – Svetlana empezó a difundir la palabra de la diosa Freyla en el aquelarre a sabiendas que yo estaba a cargo, de seguro creyó que la dejaría andar a sus anchas, pero no fue así.

– ¿Qué pasó? – Preguntó Rosemary.

– La llamamos a juicio donde la confrontamos por los cargos de difundir una religión extrajera en el aquelarre, el consejo de brujas estaba dividido, la mitad votó para que Svetlana se quedara en el aquelarre con la condición de que se guardara sus creencias para ella misma y siguiera cumpliendo sus deberes como bruja siguiendo las tradiciones de la diosa Gia, pero la otra mitad quería exiliarla y fue entonces cuando dejaron la decisión final a mí – En la mirada de Allye estaba un sentimiento de melancolía.

– Hvann estaba en el juzgado pidiendo que perdonara a Svetlana y le permitiera quedarse, pero entonces tuve que tomar la decisión final siguiendo mi deber como señora del aquelarre… y la expulsé del aquelarre para toda la vida.

– Eso explica todo, Hvann no debió perdonarte ¿Verdad? – Supuso Rosemary.

– Exacto, Hvann la amaba mucho al igual que a mí, pero como yo era la del poder dominante entonces la balanza de su amor se inclinó hacia ella, cuando la expulsé el rompió conmigo y no quiso saber nada de casarse por al menos medio siglo, fue recién hace diez años que se cambió casándose con un par de chicas que ya eran pareja y viendo cómo van las cosas no me sorprendería que su tercera esposa terminara siendo su enfermera Daria – La señora del aquelarre sonrió.

– Ya veo… – Rosemary le entregó el papel higiénico a su tía por la abertura de la puerta del baño.

– ¿Entonces no puede sanarse por completo a menos que encontremos a una usuaria de magia sagrada? – Un joven con apariencia de Alexis estaba comiendo un trozo de pollo en el comedor de las brujas.

– Exacto, me dicen que mi sistema nervioso y mis canales de magia están destrozados como efecto secundario de los ataques sagrados de Freyla, me recuerda a lo que hacía mi espada legendaria a los demonios – El Alexis verdadero cortaba un trozo de carne para luego acompañarlo con una ensalada.

– ¿Y no podrías pedírselo a Ciel? – Preguntó pyxys quien bebía un vaso de cerveza el cual al principio le desagradó, pero luego probó más, al parecer le agarró el gusto.

– ¿Estás loco? Ella casi me mata al igual que Freyla, prefiero enfrentarme de nuevo al Rey Demonio antes que pedirle ayuda, ya he cortado todos mis lazos con ella y por cierto… ¿Por qué estas comiendo? eres un hada, tú te alimentas del mana de la tierra – El héroe se sobresaltó al ver todos los platillos que se comió su hada.

– Lo siento, es que cuando adopto esta forma soy capaz de experimentar sensaciones nuevas, comer, beber, degustar platillos o los placeres de recibir un buen masaje – El hada estaba con una gran sonrisa de lado a lado.

– ¿Masajes? ¿Dan masajes en este aquelarre? ¿Cuándo fue que tú? – Alexis estaba sorprendido ante lo que hizo Pyxys sin que él se diera cuenta y con su apariencia.

En el comedor muchas mujeres los estaban observando extrañadas al ver a dos jóvenes iguales comiendo en la mesa, algunas murmuraban y otras riendo, pero entonces alguien pasó en medio de ellas.

– Disculpen, disculpen, dejen pasar ¿Qué está pasando? – Rosemary pasó en medio de esa multitud para encontrarse a ambos chicos.

– Señorita Rosemary, es bueno verla nuevamente – Pyxys con la apariencia de Alexis sonreía con su boca llena de la espuma de la cerveza que bebió.

– Pyxys ¿eres tú? vaya que te estas divirtiendo – Al lado de Rosemary estaba el doctor Hvann.

– ¡Doctor Hvann! Dígame que tiene buenas noticias por favor, no quiere tener que pedirle que me ayude la mujer que casi me mata dos veces en un día – Alexis estaba notoriamente nervioso.

– Bueno tenemos buenas noticias, Allye nos ha dado permiso se ir a por la mujer que nos ayudará con tu tratamiento – El doctor Hvann le sonreía a su enfermera que estaba al lado.

– ¿En serio? ¡Esas sí que son buenas noticias! – Alexis se levantó de la mesa agarrando de la parte trasera de Pyxys quien pese a estar siendo arrastrado seguía bebiendo su cerveza – ¿Y cuándo partimos?

– Bueno el invierno en las tierras de indomitia son implacables y este año no parece ser una excepción por lo cual lo más recomendable seria esperar al menos dos meses más para que todo se calme, pero si queremos estar seguros seria en tres meses para cuando inicie la primavera – El doctor Hvann miró algunos aparatos mágicos de extraña descripción en su bolsillo.

– ¿Dos meses? Ay… – Alexis se vio algo triste por aquello.

– ¿Qué pasa Alexis? ¿Acaso no te gusta la idea de pasar dos meses en el aquelarre? Tengo que recordarte que muy pocas personas que no sean brujos o brujas pueden quedarse aquí, deberías darme las gracias – Una Rosemary notoriamente molesta encaró al héroe quien se hizo pequeño de forma simbólica.

– Lo siento – Respondió Alexis arrepentido.

– Jajaja, ustedes sí que parecen una pareja de jóvenes enamorados – Hvann se reía junto a su enfermera.

– ¿He? ¿Usted cree? jaja – Alexis se sonrojó.

– No, para nada, no somos novios, solo amigos – Rosemary lo negó rotundamente mientras Alexis estaba atrás con cara de impactado y su corazón roto en lo que Pyxys le acarició la cabeza y seguía bebiendo su cerveza.

En la oficina de la señora del aquelarre Allye estaba bebiendo te junto al doctor Hvann, al lado de ellos el fuego de la chimenea ardía calentando el lugar en medio del frio invierno.

– ¿Entonces ya te decidiste escoger a Daria como tu tercera esposa? – Allye preguntó curiosa.

– ¿Como lo supusiste? nada se te escapa, pero si, puede que para la próxima primavera la convierta en mi tercera esposa – El doctor Hvann no es que lo quería ocultar de hecho lo oba a hacer público muy pronto, pero le sorprendió que hasta en su vida privada la señora del aquelarre estuviera atenta.

– En hora buena, solo contigo ya hemos logrado obtener a muchos bebes brujos y debido a nuestra baja natalidad eso es maravilloso – Sonrió la señora del aquelarre.

– ¿Y tú? Pensé que al igual que las demás señoras del aquelarre querrías tener muchos hijos – Así como ella le preguntaba cosas de su vida privada él quiso hacer lo mismo.

-No existe ningún brujo de sangre pura que esté disponible, puede que espere que tu hijo crezca y me case con el cuándo sea legal – Sonrió Allye.

– ¡Oh por favor! No puedes estar hablando en serio – Hvann casi se ahoga con su te.

– ¡Jojojo! Solo bromeo… ¿O no? 

– Como sea… por cierto quiero preguntarte algo ¿Por qué ayudas al héroe Alexis? Pensé que no te interesaban los asuntos fuera del aquelarre, ni siquiera en la guerra del Rey Demonio quisiste brindar soporte a las brujas de Fragia – Hvann bebió su te. 

– La guerra contra el Rey Demonio no era nuestro asunto, pero aun así te recuerdo que nuestras puertas estuvieron abiertas para recibir a todas las brujas que quisieran venir acá – Allye comió una galleta.

– Solo a las brujas ¿verdad? – El doctor vio a la señora del aquelarre esperando respuestas.

– Si, sabes mejor que nadie que no podemos aceptar a demasiadas personas al aquelarre o la maldición de Indomitia caería sobre todos nosotros – El concepto de «La maldición de Indomitia» es algo que todos en el aquelarre conocen al igual que todos los pueblos de tan gigantesco territorio.

 – ¿Y qué tiene de especial el héroe Alexis paras que lo aceptes aquí? ¿No tienes miedo que el haga lo mismo que Svetlana?

– No tengo de que preocuparme, en lo que llevo conociendo al héroe he notado que él es una buena persona, pero algo muy ingenuo, no me sorprende que las luchas de poderes de Fragia lo afectaran tanto pero su poder es lo que busco.

– ¿Lo utilizaras? 

– ¡Jojojo! no lo digas así ¿No lo viste? Él está totalmente enamorado de mi sobrina Rosemary, los sonidos que hacen en la cama todas las noches es el tema de conversación entre las empleadas, aunque es una lástima que Rosemary no lo acepte aún como novio, pero no faltara mucho para que haga, solo necesitan un pequeño empujón y cuando eso ocurra y lo curemos de su discapacidad él nos deberá un enorme favor y luchará por nosotras cuando se lo pidamos.

– Como siempre pensando en el aquelarre, pero no puedo culparte, si lo que dijiste que le hicieron al héroe en Fragia es cierto entonces hasta yo puedo suponer que él nos amará, pero… si haces todo esto por el eso quiere decir que algo malo estaría por pasar ¿Verdad? – La señora del aquelarre dejó de sonreír para poner un rostro serio.

– Si, esta noticia me llegó justo después de que Rosemary y Alexis llegaran al aquelarre, pero no se lo cuentes a nadie por favor, al parecer van a purgar a las brujas de Fragia de forma definitiva.

– ¿Otra purga? ¿Por qué no me sorprende? – El doctor Hvann estaba a acostumbrado a las noticias de la persecución a las brujas en varios territorios humanos.

– Pero esto es diferente, existen algunos rumores al respecto, pero de entre todos ellos hay uno que me preocupa… espías de la iglesia de Fragia se han visto en varios reinos investigando a las brujas y hay un objeto que estarían buscando… El núcleo del mago oscuro.

– ¡¿El núcleo del mago oscuro?! – Hvann se paró inmediatamente – ¿Para qué quieren un objeto así?

– No lo sé exactamente, pero si cabe la menor posibilidad de que quieran utilizar su poder eso los apuntaría directamente a nosotros y debo estar preparada.

– Durante mil años el Sacro Reino de Drakkia nos ha protegido de cualquier posible invasión del oeste, no deberíamos temer.

– No podemos confiarnos, los humanos tontos temen de la resurrección del Rey Demonio que solo amenazó unos pocos reinos humanos pero las brujas sabemos que existe algo peor que eso, algo que amenazaría de verdad a todo el mundo mágico… La Resurrección del Rey Mago Oscuro.

– Continuará…