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(Fanfic) Mahou Shoujo ni Akogarete: Arcoíris Lunar / Capítulo 5: Trio Mágico Parte 2

Notas: Este ha sido el capítulo más largo que haya escrito de este fanfic, quería darle cierto sentido al poder de La Verita de Azul y a la vez tratar un tema que es canon en el anime y es que Tres Magia tuvo un trio sexual lésbico en la casa de muñecas de Nero Alice y sobre todo Magenta penetró con sus dedos a Azul y ese comodín he usado en este capítulo. 

En siguientes capítulos voy a saltarme muchas cosas como el arco de Lord Enorme e ir directamente a lo que nos interesa y es la relación entre Azul y UTENA con ese legendario «masaje» 😉

Kaoruko medio un golpe tan fuerte que me hizo golpear luego de que les confesara lo que hice con Baiser-sama.

– «Eres una puta masoquista asquerosa» – Kaoruko era la más agresiva de todas, ella venia de una zona rural era normal para ella comportarse así.

-«¡Kaoruko-chan, detente! – Haruka como siempre era demasiado tierna y amable contigo pese a todo lo que había escuchado de mí.

– «Suéltame Haruka, Sayo se ha corrompido, es un peligro tenerla con nosotras así» – Haruka la estaba sosteniendo con todas sus fuerzas para evitar que me golpeara, pero yo…

– «Esta bien Haruka-chan, deja que me siga golpeando» – Uno de mis ojos estaba llorando mientras acariciaba mi mejilla golpeada. – «Soy una perra muy mala, merezco que me golpee.»

-«¿Sayo-chan? ¿Pero qué cosas estas diciendo?» – Haruka estaba impactada ante mi imagen tan lamentable, es verdad que estaba rota, triste, desconsolada, pero al mismo tiempo ese golpe me resultó placentero, satisfacía mi necesidad de ser castigada, era una puta que necesitaba su castigo sea de quien sea.

-«¿En serio tanto quieres que te castigue?» – Kaoruko se había logrado soltar de Haruka, me agarró de mi camiseta y empezó a golpear mi rostro, mi estómago y otras partes de mi cuerpo.»

-«¡AH!, SI, ¡SIGUEME GOLPEANDO! ¡NECESITO SUFRIR MÁS CASTIGO! – Ese estado de profunda tristeza y de éxtasis ante los golpes no hacía más que empeorar mi condición peor ya no me importaba, estaba totalmente destruida. 

-«Maldecida ¿Por qué disfrutas tanto mis golpes? me das asco.» – De tantos golpes que me había dado ella se estaba comenzando a cansar y yo no hacía más que babear mientras lloraba.

– «Soy una desgraciada, no merezco ser una chica mágica, dejé que Baiser-sama me violara sexualmente, dejé que lamiera mi vagina, me masturbo todas las noches con mi dispositivo mágico, me corrí en la cascada y en las noches me masturbo a escondidas suyas en el mismo cuarto».  Solté todas las verdades que tenía y fue entonces cuando Kaoruko me dio un golpe tan fuerte en el vientre, cerca de la zona de mi útero y no pude controlarme más, algo extraño pasó en ese entonces.

-«¿Pero que carajos es eso?» – Kaoruko se sorprendía de que mi cuerpo empezara a brillar tras haber recibido todo ese daño y entonces una fuerza salió disparada de mi cuerpo lanzando a Kaoruko fuertemente destrozando la pared detrás de ella, fue una gran explosión.

-«¡KAORUKO-CHAAAAAN!» – Haruka corrió rápidamente hacia donde fue a parar Kaoruko, ella se encontraba tirada en el piso con su ropa toda destrozada, se le veía una de sus tetas y su pantaloncillo estaba tan agujereado que casi se le podía ver la entrepierna.

-«M-maldición, ¿Pero que mierda fue eso? ¿acaso me atacaste Sayo? ¡Perra…!» – Cuando Haruka ayudó a levantarse a Kaoruko ambas vieron dentro de la casa y estaba yo con toda mi ropa destrozada hecha jirones, mis pechos estaban al aire libre y solo tenía mis bragas puestas, pero solo un trozo de ella cubría mis partes más vergonzosas, estaba con los ojos cerrados y caí en el piso inconsciente.

Al despertar ya era de día, estaba tirada en la cama del primer piso de la cabaña.

-«¿Qu-qué me pasó?» – Sentí en mi rostro y cuerpo algunas curitas y vendas, alguien debió haberme curado, al pararme sentí que mis piernas estaban débiles, al asomar mi cabeza a la ventana vi a varios de los golems mágicos trayendo algunas tablas, troncos y demás materiales de construcción.

– «¿Por qué tengo que también ayudar? fue Sayo quien destruyo la pared no yo. – Era Kaoruko-chan recriminando mientras levantaba un gran tronco por sí misma mientras usaba un casco de construcción.

-«No quiero escusas, tu golpeaste salvajemente a Sayo-chan, tienes suerte que las curara a ambas, pero ese ataque dejó peor a Sayo que a ti, no quiero oír más escusas.» – Haruka también con un casco de construcción se puso frente a Kaoruko quien por algún motivo se ruborizó un poco al tenerla tan cerca de su rostro.

– «S-sí, entiendo, me disculpo…» – Kaoruko le respondió a Haruka con la cabeza baja y sonrojada.

– «No me lo digas a mí, díselo a Sayo-chan cuando la veas» – Haruka estaba tomando la iniciativa y el mando, no podía esperar menos de nuestra líder.

Cuando bajé del cuarto tras una hora más ya estaba todo arreglado, Kaoruko-chan se disculpó frente mía con sus manos juntas en su vientre, era como una niña arrepentida por lo que hizo.

-«L-lo siento… n-no d-debí golpearte así, no lo volveré a hacer» – Kaoruko estaba totalmente roja y detrás de ella Haruka levantaba el dedo pulgar en señal de aprobación.

-«No hace falta que te disculpes, tenías toda la razón de golpearme, fui una chica mágica muy deficiente, me lo merecía» – Sonreí de forma melancólica. – Quizás sea mejor que deje de ser una chica mágica. – Al decir esas palabras el ambiente se quedó en silencio.

-«¡NOOOO!» – Haruka interrumpió. – «¡No quiero que dejes a Tres Magia! eres nuestra mejor amiga, no vamos a permitir que te vayas por lo que nos ha pasado»

-«¿Por qué no? me dejé romper, me convertí en su juguete sexual, disfruto de los golpes que ella o cualquier otra persona me dé, soy una masoquista.» – Dije todo lo que sentía. 

-«No fuiste tú, fue esa perra de Magia Baiser quien te volvió así, a esa perra le gusta usarnos a todas como sus juguetes sexuales.» – Kaoruko-chan me respondió con las mejillas sonrojadas.

Fue en ese entonces donde Kaoruko nos contó sobre la pelea que tuvo en secreto con Baiser-sama, como la había desvestido para tirarle cera derretida en sus pechos, Haruka también sobre como casi literalmente peleó desnuda contra Baiser-sama en el parque mientras todo el mundo le tomaba fotos, todas al parecer pasaron por algo parecido a lo mío cuando lucharon en solitario.

-«Chicas… gracias por contarme todo eso, pero… a diferencia de ustedes yo me rompí, mi dispositivo mágico se fragmentó, no soy calificada como chica mágica.» -No podía sentir la culpa, solo quería salir corriendo y perderme para siempre, cambiarme de escuela, con gente que no me conociera y saber lidiar con mi masoquismo, quizás encontrar a alguna delincuente que tampoco sepa nada de mí y que me use como su perra, quizás encontrando pareja pueda satisfacer mis deseos sexuales masoquistas, perderme con alguna mujer de mala vida. 

-«Cállate y solo di Trans-magia.» – Kaoruko me desafió, yo me negaba, pero ella me presionó por lo cual accedí.

-«Tran-magia.» – Y entonces me di cuenta de que aún podía transformarme. 

-«¿ves? Aún puedes transformarte, si no fueras digna ya ni siquiera podrías adoptar esa forma.» – Cuando Kaoruko y Haruka me lo dijeron me di cuenta, el dispositivo aún me considera digna para ser una chica mágica, en ese entonces no pude hacer más que llorar tirándome a los brazos de mis amigas, ellas querían que siguiera siendo chica mágica pese a mi enfermedad.

-«¡CHICAS, CHICAAAAS, AAAHHH!» – Nosotras 3 lloramos abrazadas en el piso durante un buen rato.

Esa noche.

– «¿Estas segura Azul? – Magenta preguntaba nerviosa.

– «S-sí, hazlo así.» – Le respondía mientras jadeaba.

– «Estas realmente enferma Sayo.» – Sulfur me recriminaba toda asqueada.

– «S-sí, s-sí, por favor esto es necesario para mi entrenamiento.» – No podía dejar de gemir, si aprendí algo del incidente de ayer es que al parecer mi cuerpo ha desarrollado un poder que desconocía, uno que se mezclaba perfectamente con mi condición de masoquista.

Quería serles útil a mis amigas por lo cual debía explotar esa nueva habilidad, al parecer cuando mi cuerpo recibía estímulos en forma de excitación sexual, daño físico o algún estimulo fuerte era capaz de condensarlo y expulsarlo por lo cual la única forma de aprender a usarlo era repetir las condiciones que dieron rienda suelta a ese poder. 

Estaba bajo un árbol con una de sus ramas haciendo de soporte a las cuerdas que yacían amarradas en ella, esas cuerdas bajaban hasta mi cuerpo el cual estaba amarrada de tal forma que mis brazos y piernas estaban firmemente sujetas, también pasaba por mis pechos apretándolos y haciéndolos sobresalir, la punta de mis pezones estaba duros, tan así que creía que atravesarían mi ropa, con esta transformación no uso sostenes.

– «¡Ah que rayos! ¡TOMA!» – Sulfur me dio una gigantesca nalgada con sus manos gigantes los cuales por primera vez no tenían forma de puño, al ser una mano gigante les dio a mis dos nalgas.

– «¡KYAAAAAAAA!» Mis gemidos podían escucharse por todo el bosque como si fuera un animal en celo.

– «A-aquí voy yo también» – Magenta estaba debajo mía agarrando mis dos pezones con sus dedos jalándolas lo más fuerte que pudiera, no era extraño verla tan sonrojada como un tomate.

– «AAAAAHHH, SI, SIGAN ASÍ CHICAS, ¡SIGAN ASÍ! – Esa mezcla de estimulación sexual y daño masivo que me estaban dando era lo suficiente como para que mi cuerpo acumulara suficiente poder, eso que me están dando es, es, es…

– «¡AMOR!»

Fue entonces cuando una luz empezaba a emanar de mi cuerpo iluminándolo todo.

– «¡MAGENTA, ALEJATE!» – Entonces una gran explosión de energía azul envolvió todo en un área de varios metros, los árboles aledaños temblaron tanto que varias aves levantaron vuelo a mitad de la noche.

En medio de ese cráter estaba yo, esta vez consciente, tenía la mayoría de mi traje de chica mágica aún puesto, claro una de mis tetas estaba al aire, pero no era importante.

– «¡Azul! ¿estas bien?» – Preguntó preocupada Magenta, pero yo levanté mi pulgar hacia arriba para que supiera que estaba bien.

– «S-sí, e-estoy bien, estoy aprendiendo a dominar este nuevo poder.» – El placer sexual y el daño físico alimenta mi nuevo poder, era como una manifestación de sentimientos, eso era como los sentimientos que me daba Baiser-sama, eso era amor.

– «¿QUIERES QUE TE MANOSEEMOS Y GOLPEEMOS TODO EL TIEMPO?» – Kaoruko y Haruka preguntaron sorprendidas a la vez.

-«Si, aprendí que si recibo suficientes estímulos puedo convertir aquello en energía y lanzarlo de vuelta, es como un efecto de rebote o un efecto espejo, por eso chicas les pido que, de ahora en adelante, en todo momento, no importa cuando sea, me golpeen o me manoseen sexualmente, si me acostumbro a ese sentimiento podré dominar este poder, con ello podré serles útil en batalla.»

– «P-pero… si te toqueteo eso sería acoso sexual…» – Dijo sonrojada Haruka-chan.

– «No lo es ya que yo te estoy dando mi consentimiento total.» – Le respondí, era lógico, no era acoso sexual si les daba mi consentimiento. – «A demás no es la primera vez que ustedes me tocan.» – Las chicas se sonrojaron.

– «Haruka-chan no quiero ser ruda, pero hace tiempo perdí mi virginidad… por ti.» – La cara de Haruka se sonrojo totalmente, tanto que una gran nube de vapor, como el de una bomba nuclear, se alzaba de su cabeza.

Cuando estuvimos en la casa de muñecas de Nero Alice ella las controló, Kaoruko me chupo mis tetas como si fuera una madre lactante, mis pezones estuvieron con moretones durante días, y tu Haruka-chan me penetraste con tus dedos cuando Nero Alice nos colocó en las aguas termales.

Las chicas estaba toda nerviosas, sonrojadas y avergonzadas, Kaoruko sostenía su puño sobre la mesa mientras rechinaba sus dientes.

– «Por eso chicas, quiero que abusen sexual y físicamente de mí, se los imploro.» – Esta era mi carta ganadora, el recordarles como perdí mi virginidad por manos de Haruka-chan y como mis tetas fueron chupadas por Kaoruko.

– «¡AAAAHHH LA PUTA MADRE! ¡ESTÁBIEN, ABUSARÉ SEXUAL Y FISICAMENTE DE TÍ! ¿CONTENTA?» – Kaoruko-chan se resignó a aceptar.

– «S-si… a-acepto… hacerlo si eso te hace feliz Sayo-chan.» – Dijo una también resignada Haruka. – «Y m-me disculpo po-por haberte robado la virginidad, aunque haya sido por culpa de Nero Alice.

– «No tienes que disculparte Haruka-chan, ustedes son mis mejores amigas, por nadie más podría haber estado más agradecida de haber perdido mi virginidad.» – Con los ojos medio llorosos Haruka-chan me abrazó.

– «Sayo-chaaaan… ¡kya! –  Coloqué una de las manos de Haruka-chan en mi culo para que me lo apretara tan fuerte como pudiera.

– «¡Oye cabrona! ¿Qué crees que haces?» – Kaoruko-chan jalaba mi cabello con fuerza, si así era como debía ser, Haruka era tierna y sus manoseos serían más morbosos mientras Kaoruko me lastimaba bien fuerte, creo que con esto mi entrenamiento rendirá frutos.

Entonces durante los siguientes días aparte del entrenamiento de combate que teníamos también hubo momentos en los que Magenta me levantaba la falta y manoseaba mi culo, ah que vergüenza que me agarren desprevenida, pero eso solo me excitaba más y más.

Cuando preparábamos la comida o lavábamos los platos Kaoruko me daba una fuerte cachetada que me dejaba a veces sangrando, si, así deben ser los ataques repentinos.

Al pelear ambas chicas se enfrentaban a mí a la vez, hubo una ocasión donde uno de los golpes de Sulfur me dio tan fuerte que me mandó volando varios kilómetros, poco a poco era capaz de acumular ese poder y dejarlo salir ya no en forma de explosión sino como un ataque guiado hacia un objetivo, era perfecto.

– «¡aaahhh! finalmente, algo de descanso, ahora que las aguas termales se han restaurado podemos estar nuevamente aquí.» – Replicaba Haruka-chan en lo que una Kaoruko sola disfrutaba en silencio hasta que ella lo rompió.

– «¿Ya tienes un traje para utilizar mejor ese poder?» – Preguntó Kaoruko-chan.

– «Si, solo necesito unos detalles y ya estará listo, he hecho algunos dibujos de referencia, creo que lo utilizaré para visualizar el mejor traje.» – Estaba ya casi todo listo, esta semana de entrenamiento han dado sus frutos, solo estamos aquí un par de días más y nos iremos, pero creo que todo ha valido la pena.

– «Ah que bueno, ya me estaba hartando de esto.» – Kaoruko-chan como siempre haciéndonos creer que se hartaba de todo.

– «Cierto, Sayo-chan ¿ya es hora?» – Preguntó Haruka-chan.

– «Verdad, es hora de hacerlo.» – Le respondí con la mayor tranquilidad del mundo.

– «¿Otra vez? ¿no podemos saltarnos ese paso hoy?» – Una harta Kaoruko reclamaba.

– «Solo un par de días más y ya no hará falta que lo hagan, lo prometo chicas.» – Sabia que si seguíamos así podría terminar de dominar mi nuevo poder.

– «¡AH, YA QUE RAYOS! – Resignada Kaoruko accedió.

Entonces en el anochecer de ese día y en las aguas termales yo me puse en medio de Kaoruko y Haruka, entonces ellas se pusieron debajo de mis hombros y con sus manos empezaron a acariciar mis pechos suavemente para entonces cada una lamer mis pezones.

– «Si, sigan así chicas, lo están haciendo bien.» – Trataba de no reaccionar.

Ambas chicas chuparon mis pezones los cuales tras unos segundos ellas sacaron sus bocas, mis pezones se estaban poniendo erectos y firmes, entonces Haruka chupo dos de sus dedos para luego deslizarlos hacia mi vagina y luego meterlos suavemente.

– «¿L-lo estoy haciendo bien Sayo-chan?» – Preguntaba una nerviosa Haruka-chan.

– «Si, lo haces bien, sigue así.»

Haruka se encargaba de penetrar mi vagina con sus dedos, ella fue la que me quitó la virginidad en la casa de muñecas de Nero Alice así que era la encargada de estimularme allí mientras Kaoruko chupaba mis pezones y con la otra mano agarraba mi culo y lo apretaba tan fuerte como pudiera.

Descubrí que para utilizar mejor mis poderes era mantener la compostura para no dejar salir ni una pizca de lujuria, excitación y dolor, solo así podría almacenar la mayor cantidad de poder cuando fuera necesario.

– «Chicas intentemos una nueva pose.» – Sugerí tan serena como el viento.

Yo estaba recostada en el piso, a Haruka-chan le di mi dispositivo mágico en forma de dildo e hice que se recostara sobre mi vientre el cual su vagina rozaba muy sexualmente, ella estaba muy caliente, con el dildo de hielo me penetraba suave pero nerviosamente mientras que Kaoruko estaba recostada sobre mis grandes tetas moviéndose de un lado hacia el otro, mis pezones rozaban su vagina.

Kaoruko-chan pese a tener mí misma edad tenía una estatura muy baja, la podrías confundir fácilmente con una loli, ella se movia de un lado hacia el otro estimulando mis pezones con el roce con su vagina mientras que con una se sus manos agarraban mi cabello con fuerza y con su otra mano me dio una fuerte cachetada.

– «Maldita, lo que me haces hacerte, en verdad me enfermas ¿Tanto te guste que te abofetee?» – Ella seguía dándome cachetadas de izquierda a derecha y su vagina rozando más y más mis pezones.

En uno de esos movimientos uno de mis pezones erectos de metió en la vagina de Kaoruko quien hizo una cara de sorpresa y sus mejillas se sonrojaron y entonces en respuesta ella me dio una lluvia incansable de cachetadas.

– «¡Maldita perra mal parida, hija de puta, ninfómana de mierda, cerda masoquista, enferma sexual!»

Ah, sí, sígueme dando así Sulfur, dame más de tu amor, aunque odias tener esto con tus amigas aun así me estás haciendo el favor, no soy más que una zorra adicta al sexo, desde que comenzamos esta rutina he sido menos vergonzosa a la hora de masturbarme, a veces hasta me masturbo con mi dildo de hielo cuando ellas ni siquiera están totalmente dormidas, abro mis piernas apuntando hacia ellas y me corro con mucho éxtasis, una noche una de mis corridas le dio en la cara a Kaoruko-chan la cual se dio cuenta y con un golpe me sacó de la cabaña.

 Las cachetadas salvajes de Kaoruko, mi pezón en su vagina moviéndose de un lado hacia el otro, Haruka penetrándome con mi dildo de hielo tan nerviosamente, todo eso hizo que estuviera a punto de alcanzar el clímax y cuando finalmente llegó ese momento mi cara seguía tan imperturbable como el hielo.

– «Gracias por su amor chicas, aquí les mostraré el resultado de mi entrenamiento.» – Alcé una de mis manos hacia el cielo, Kaoruko se hizo a un lado y de un gran estallido expulsé todo el amor que me dieron hacia el cielo.

Un gran haz de luz se levantó iluminando toda la montaña, ese era mi poder, acumular todo el amor que me dan y devolverlo con aún más poder.

– «¡Lo hizo! ¿No crees Kaoruko-chan?» – Dijo una Haruka llorando aliviada.

– «Si, lo hizo, esa hija de puta lo consiguió.» – Mencionó sonriendo nerviosa Kaoruko.

Finalmente lo conseguí, dirigir mi ataque hacia un solo punto, lo logré, según dijo Vatz el otro día ese poder podía se convertido en una nueva transformación, una evolución de poder mágico llamada.

– «La… Verita»

– Continuará en el siguiente capítulo: «Mi nombre es Hiiragi Utena.»