Nota: Ya encontré a la chica que narrará este fanfic y hará los gritos, gemidos y orgasmos lésbicos que la trama exige, lo subiré a www.porupo.moe
Ahora iniciamos un nuevo arco argumental en el cual voy a experimentar con muchas cosas, pero siempre manteniendo el tema central que es el Baiser x Azul, espero les guste 😉
El hotel delicioso era frecuentado por los turistas que iban a la playa en los días se verano, sus instalaciones eran de primer nivel, normalmente pasar una noche allí costaría bastante, pero en caso de las chicas mágicas era algo al alcance de su mano debió a su gran popularidad.
«Vaya, pero que hotel tan lujoso.» Utena estaba caminando por los pasillos donde estaba su habitación, ella estaba en el piso 5 mientras que la suit donde estan las otras chicas mágicas estaba en el último, era ya casi la media noche por lo cual no vio casi a ninguna persona excepto…
«N-no, Matama ¿Estas loca?» Un sonido venia desde uno de los pasillos, Utena al escucharlo pudo identificarlas totalmente, ella se escondió en una esquina y utilizando un espejo pequeño que tenía en su bolsillo pudo observar lo que estaba pasando.
«Tranquila, e-esto es para entrenar mi voz…» Utena vio algo sorprendente, era Matama caminando por los pasillos completamente desnuda mientras Nemo estaba viendo por todos lados asegurándose de que nadie las estuviera viendo.
«Debes estar loca, solo porque pudiste cantar una vez estando desnuda no quiere decir que siempre vaya a funcionar.» Dijo una sumamente nerviosa Nemo quien al mirar a Matama no pudo evitar ver un par de nalgas moviéndose de un lado al otro mientras una mano cubría su entrepierna.
«¡No! Si quiero ser capaz de cantar bien debo explorar por completo mi cuerpo y como me siento ante el riesgo de ser vista y… ¿NEMO? ¿QU-QUÉ ESTAS HACIENDO?» Matama estaba nerviosa al ver como Nemo se encontraba justo detrás de ella en forma de sombra, pero con su cabeza salida dando justo detrás de su culo desnudo.
«¿Ha? ¡N-no! S-solo estoy cu-cubriendo tu cu… tu culo para que nadie más lo vea…» Nemo estaba totalmente nerviosa y sonrojada.
«¡B-baka! Si estas así tu serias la única que estaría viendo mi parte vergonzosa.» Matama se estaba cubriendo también su trasero del rostro de Nemo que también lo hacía de lado.
«Es tu culpa por ponerte a caminar desnuda en los pasillos de este hotel, si no fuera porque coloqué algunos sellos que nos dio Venalita las chicas mágicas ya estarían por aquí.» Lo dijo Nemo mientras Utena la escuchaba y vio a un costado uno de esos sellos en forma de estrella que se utilizaban para evitar que la señal de la transformación saliera del área alertando a sus enemigas.
«G-gracias Nemo… si quieres… puedo darte una recompensa después…»
«¿Recompensa? ¿Cua-?» Antes de que Leberblume pudiera terminar de preguntar su boca era callada por el trasero de Matama el cual era restregado por completo, la villana Leberblume no podía hablar al sentir como su boca era callada por las nalgas del intento de idol mientras esta hacia una cara de placer.
«Nemo ¿No te gustaría hacerlo aquí?» Lo dijo una Matama que estaba sonrojada, pero al mismo sonriendo de placer al sentir la boca de la chica con dientes de tiburón moviéndose desesperadamente en medio de sus nalgas.
«¡Hmmmm!» Leberblume no podía respirar hasta que sacó su rostro de allí y vio como la luz de la estrella de transformación de Matama brillaba hasta transformarse.
«¿Matama? ¿E-es en serio? ¿Aquí?» Preguntó nerviosa y sonrojada Leberblume.
«Si, esta noche me voy a divertir contigo, Venalita nos pagó este hotel y lo quiero usar.» A lo lejos Utena vio como Leberblume colocaba su rostro en medio de las piernas de Loco Música y como la «cantante» hacia lo mismo ambas empezando a besar sus labios inferiores apasionadamente pero cuando Utena estaba empezando a babear ante tal espectáculo recordó que se le estaba haciendo tarde.
«¿Qué pasa contigo Utena? No es momento de ver como Matama y Nemo andan follando, después las obligaré a fornicar en un parque a mitad de la noche, pero por ahora…» Utena movió su rostro de un lado hacia el otro y se marchó de inmediatamente hacia su destino.
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En la habitación familiar donde estaban Korisu y Kiwi se podía ver como la chica de pechos grande estaba gruñendo y haciendo pataletas en su cama.
«¡Ahhhh! ¡Maldita Venalita! ¿Como se atreve a mandarme a dormir con Korisu? ¡Ni que fuera su mamá!» Kiwi estaba muy irritada, pero pese a todo el escándalo que hacía al parecer Korisu seguia tan dormida como una bella durmiente.
«wow en serio Korisu tiene un sueño muy pesado.» Kiwi al ver a la niña profundamente dormida decidió hacerle una broma.
«Jijiji» Con un marcador Kiwi estaba rayando el rostro de la niña en formas graciosas.
«Ahora te ves muy bonita jijiji, ya quiero ver su rostro el día de mañana cuando despierte.» Pero el rostro de Kiwi se ensombreció.
«¿Cuándo podremos ir a un Hotel Utena-chan?» Kiwi recordaba todo lo que hizo hasta ese momento para caerle bien a Utena aunque sin tanto éxito, el hecho de tener la promesa de ir a un hotel debería hacerla feliz pero un miedo e inseguridad comenzaba a afectar su corazón.
«¿Utena-chan en verdad me corresponderá por obligación?» Dijo Kiwi.
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Utena tomó el ascensor, vio como los números de pisos aumentaba hasta que llegó al último, sabía que allí se encontraría con Magia Azul, Utena veía al piso pensando en todas las cosas que tendría que hacer, pero el hecho de haber visto a Nemo y Matama a punto de fornicar en medio de los pasillos del hotel la habían prendido, cuando la puerta del ascensor se abrió un brillo cegador apareció.
«¿Ha? ¿Qué pasa?» Cuando la luz se apagó pudo ver más claramente quienes estaban frente a ella, Utena vio sorprendida como Magia Magenta y Magia Sulfur se encontraron frente a ella.
«¡¿Tres Magia?!» Utena se sorprendió al ver a las otras chicas mágicas allí.
«¿Ute… Hiiragi-san?» Dijo por puro impulso Magia Magenta.
«… ¿SABEN MI APELLIDO?» Dijo una asombrada y con ojos brillosos Utena.
«Bu-bueno… Magia Azul nos contó de ti…» Al momento de que Magenta dijo aquello Utena recordó que quizás Azul les hubiera contado sobre su verdadera identidad como Magia Baiser, poco a poco deslizo su mano a su bolsillo para tocar su dispositivo de transformación, pero justo antes de hacerlo.
«¿¡Hiiragi-san!?» La voz era de Magia Azul quien también llegó detrás de las otras chicas mágicas con una sonrisa serena.
«¿Azul-san?» Dijo Utena sorprendida de verla justo en ese momento.
«Gracias por venir Hiiragi-san, disculpa este inconveniente, pero ven conmigo.» Azul extendió su brazo hacia Utena quien tras pensarlo un poco decidió tomarle de la mano para salir del ascensor, cuando lo hizo cruzó miradas con las otras chicas mágicas quienes se veían con desconfianza.
«Bueno, será mejor que nos vayamos también Sulfur-chan.» Dijo Magenta.
«Cierto, creo que debemos dejarlas solas por esta noche.» Sulfur y Magenta entraron al ascensor y justo antes de que se cerrara una mirada seria pudo verse en los ojos de Sulfur mirando a Utena.
«¿He?» Utena pudo también detectarlo, pero antes de que lo pensara mejor.
«Discúlpame Utena-chan, la verdad es que esta suit es donde mañana vamos a tener una nueva sesión de fotos, las tres en realidad nos quedamos en el piso de abajo pero antes de dormir tuvimos que discutir algunos asuntos importantes.» Dijo Azul.
«¿Les contaste de mí?» Preguntó Utena algo nerviosa pero seria.
«Si, les dije de ti.» Al momento de escucharla los ojos de Utena se abrieron de par en par, pero antes de que pudiera decir algo…
«Les conté que puede que me gustes.» Le respondió Azul.
«¿He?» La cara de Utena era de confusión.
«Las tres somos mejores amigas, nos contamos casi todo y les dije que quizás puedas gustarme.» El rostro de Utena era de visible confusión.
«¿Les dijiste aquello?» Utena queria respuestas.
«Si… le dije…» Azul se tapó la boca con su guante.
«Les dije que necesitaba una noche para comprobar si en verdad me gustas o solo queria que me azotaras duro contra el muro.» Respondió Azul algo sonrojada.
«¿HA?» El rostro de Utena era como el de una caricatura sorprendida en un fondo de colores.
«Les dije que desde ese masaje que me diste en la calle o la follada que me hiciste en ese cuarto o en el masaje que me diste en la playa mi cuerpo no pudo olvidar como lo violaste con tus mágicas manos, estaba tan mojada cuando lo dije que incluso Sulfur-chan me dio una poderosa cachetada que me mandó volando del cuarto, me dijo «¿COMO CARAJOS FUE QUE TE METISTE CON UNA CIVIL? ¿ESTAS ENFERMA?» Utena no pudo más que ver impactada como Azul le dijo toda esa historia super vergonzosa sin temor alguno, tuvo que cubrir su rostro ante tal avalancha de información.
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En el ascensor Sulfur estaba con el rostro totalmente cubierto por la vergüenza de lo que vio.
«¿Como puede ser posible que Azul se metiera con nuestra compañera de clases? ¿Acaso esta putamente enferma esa cabrona?» Dijo insultando Sulfur.
«Bu-bueno, calma Sulfur-chan al menos se trata de alguien buena que conocemos, podría ser peor, podría haberse metido con Magia Baiser.» Trató de consolarla Magenta.
«Ese no es el asunto aquí, entiendo que Azul es una puta ninfómana de mierda, pero el problema aquí es que si se involucra con una civil eso la pondría en riesgo ¿Sabes lo que les pasan a los seres amados de las super heroínas? los villanos siempre van tras ellas para hacerles daño de forma indirecta.» Dijo Sulfur.
«Bueno tienes razón, pero… Azul se la veía muy interesada en ella, nunca la había visto tan interesada en alguien aparte de Magia Baiser, supongo que es bueno que ella tenga a su propia pareja que amar y proteger.» Dijo Magenta mientras colocaba a Sulfur en su pecho cálido y suave.
«¿M-magenta?» Una sonrojada Sulfur estaba inmóvil al sentir la suavidad de los pechos de Magenta.
«Calma, calma, estoy segura de que tú también estarías así cuando te llegues a enamorar, esa chica será muy afortunada.» Magenta acariciaba la cabeza de Sulfur mientras la sostenía de su cadera.
«N-no e-era a lo que me re-referia… solo… solo…» El sonrojo de Sulfur era tan grande que era como ver un tomate.
«¡ESTÁ BIEN! ¡TU GANAS MAGENTA! ¡CARAJO!» Sulfur extendió sus brazos a la cintura de Magenta, no podía aguantar las ganas de abrazar a su amiga aprovechando el momento.
«Eso es, buena chica, buena chica.» Magenta abrazó toda la espalda de Sulfur.
«¿Estaría bien si salimos a algún lado… las dos juntas? Ya que Azul andará embobada con Hiiragi-san.» Dijo Sulfur sonrojada y tapando su rostro en los pechos de Magenta.
«¿Ha?» Respondió sorprendida Magenta.
«¡O-OLVIDALO! Yo solo…» Sulfur se estaba arrepintiendo de lo que dijo, pero.
«Me parece bien.» Le respondió Magenta con una sonrisa tranquilizadora.
«… es una promesa…» Dijo en voz baja Sulfur.
«Si, es una promesa Sulfur-chan» Respondió la chica mágica rosada.
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En la suit del hotel delicioso Utena estaba sola en frente de una gran piscina que daba justo en frente de una enorme pared de vidrio, afuera se podía ver la luz de la luna en todo su esplendor, el cuarto estaba con las luces apagadas.
«Es increíblemente lujoso ¿En serio las chicas mágicas se tomarán fotos aquí? ¿En qué revista saldrá?» Utena se puso en modo Otaku de chicas mágicas pensando ya en cuanto tendría que gastar en ese mes para sus artículos de Tres Magia.
«¿Te hice esperar Utena-chan?» Utena se sorprendió tanto que pegó un pequeño brinco.
«¿Azul-san?» Cuando volteó la vista Utena vio no a Azul sino a Sayo quien utilizaba una bata como si recién hubiera salido de la ducha.
«Disculpa la demora, tuve que tomarme una ducha para estar mejor preparada.» Sayo se secaba el cabello con una secadora.
«N-no… de todas formas… tenemos toda la… noche.» Utena estaba visiblemente nerviosa.
«El día de mañana en esta piscina tendremos una sesión de fotos en traje de baño, estoy segura de que tú también compraras la revista donde salgamos ¿No?» Lo dijo con una sonrisa Sayo.
«¡POR SUPUESTO QUE SÍ! ¡COMPRARÉ 2! ¡NO! ¡COMPRARÉ 3!» Utena estaba otra vez en su modo otaku.
«Jajaja, eres tal cual la Hiiragi Utena que recordaba.» Dijo Sayo riéndose con voz baja tapando su boca con su mano.
«L-lo siento, debí verme como un bicho raro…» Le respondió una avergonzada Utena.
«No, claro que no, de hecho, eso era lo que quería ver.» Sayo dejó la secadora en una mesa cerca de la piscina. «Cuando dije que quería que pasaras una noche conmigo como Hiiragi Utena y no como Magia Baiser hablaba en serio.» Sayo se aproximaba a Utena.
«¿En serio? ¿No te parezco rara? Me pongo a hablar y actuó como loca cuando se tratan de chicas mágicas.» Dijo Utena.
«Es verdad que actúas diferente al resto, pero eso también me gusta.» Sayo se aproximaba más y más a Utena quien no hizo más que caer de repente en una de las sillas de playa que había alrededor de la piscina, la chica de cabello Azul se sentó en las piernas de Utena quien vestía una falda larga.
«¿Sayo-san?» Utena estaba nerviosa al sentir en sus piernas el trasero de su compañera de clases.
«Sayo está bien, no uses el honorario conmigo.» Sayo acariciaba el hombro de Utena para apoyarse.
«Si… Sayo» Respondió Utena.
«Dilo otra vez.» Le pidió.
«Sayo.» Dijo otra vez Utena.
La mirada de Sayo se ocultaba en las sombras, poco a poco temblaba hasta que se paró repentinamente.
«¿Sayo?» Utena vio como su compañera de clases caminó hacia la piscina, la chica de cabello azul se desataba lo que tenía unida su bata de baño.
Al momento de hacerlo se quitó la prenda parcialmente.
«¿HA?» Utena exclamaba, la luz de la luna salió de las nubes para iluminar la suit del hotel delicioso donde estaba la piscina. Utena se sorprendió al ver a Sayo quien estaba desnuda bajo la bata.
«Utena-sama, mi cuerpo está listo.» Respondió Sayo quien estaba totalmente sonrojada y con una sonrisa ansiosa.
– Continuará…