Nota: Bueno finalmente terminamos el que sería el arco del hotel «Delicioso» o puede que no, estoy en un pequeño conflicto si debiese relatar lo que pasó con Matama, Nemo, Magenta y Sulfur pero esos problemas se los dejaré para el Ouji del futuro (?)
Últimamente me han dado unas ideas TRE-MEN-DAS sobre cómo debería relatar esta historia y me está gustando (?) honestamente para este punto me estoy quedando sin ideas, o sea si tengo ideas, pero al mismo tiempo son demasiado arriesgadas que podrían destruir esto (?) en fin, que lo disfruten y sobre todo ese «ALGO» que agregué al final de la historia y que solo los lectores del manga podrían identificar.
Saludos a los que me leyeron escribiendo este nuevo capítulo en twitch aunque la mitad del tiempo se la pasaron escribiendo de los spoilers del manga de Jujutsu Kaisen (?)
«Métamelo Utena-sama, por favor métamelo ya.»
Utena estaba desnuda pero algo distinta, tenía en su parte baja un objeto brilloso, alargado y redondo en la punta.
«No creí que tu dispositivo de transformación pudiera ser tan útil.» Utena estaba acariciando aquel aparato alargado, estaba hecho de hielo.
«Si, si, desde que Baiser-sama me violó en el parque mi dispositivo adopta las formas que más placer me dan cuando me toco pensando en usted.» Azul estaba con las piernas abiertas y abriendo sus labios inferiores apartando el camino para que su ama le introdujera aquel aparato.
«En verdad eres toda una perra, pero eres mi perra ninfómana.» Utena sonreía mientras estaba parada frente a la silla de playa donde Azul estaba sentada, poco a poco se inclinó acercando su rostro al de Azul quien sacaba la lengua.
«La amo mucho Baiser-sama.» Azul pronunciaba esas palabras con dificultad por lo fuera que tenía su lengua en lo que Utena también sacó su lengua para que ambas se tocaran. Finalmente, al juntarse la boca de ambas chicas se abrieron más hasta chocarse y darse un profundo beso de lengua en lo que el aparato de hielo en medio de las piernas de Utena rozaba la vagina de Azul.
«Hmmmh…hmmmh» Ambas chicas se besaban apasionadamente, el sonrojo de sus mejillas era intenso, sus lenguas danzaban en ese frenesí de calentura y humedad, pero lo que cortó aquella conexión carnal era Azul quien gemía repentinamente, el aparato de hielo que tenía Utena en medio de las piernas se deslizaba lentamente.
«¿Por qué la reacción tan repentina? Creí que me habías dicho que te masturbabas todos los días metiéndote este trozo de hielo en tu vagina.» Utena lo decía de forma sarcástica en lo que también agarró el pezón de una de las tetas de Azul jalándolas provocando que la chica mágica alzara el rostro para mirar arriba y derramando algo de saliva de su boca.
«S-si… pero, es la primera vez que Utena-sama me lo hace, se siente tan… tan rico…» Azul estiró los brazos. «Por favor, abráceme, Utena-sama.» La chica mágica tenía el rostro totalmente rojo con una sonrisa de excitación lo que hizo que Utena se mordiera el labio inferior ante tremenda escena.
«Si eso pide mi perrita no me queda de otra.» Utena aceptó el abrazo de su amante rodeando su espalda para abrazarla también, al mismo tiempo impulsó su pelvis para que aquel aparato de hielo se introdujera más y más en la ya incendiada vagina de Azul.
«Haaahhh… ga… gracias, Utena-samAaAaAahHh…» Azul sintió como el trozo de hielo dentro suya salía lentamente de su interior para posteriormente volver a introducirse.
«Haaahh… haaahh, Utena-sama, que rico se siente, mi vagina esta tan caliente que siento que podría derretir su cosa.» Azul gemía al mismo tiempo que hablaba.
«Pero ¿Qué dices Azul? Exageras.» Utena lamia el cuello de la chica mágica hasta que bajó la mirada hacia el aparato de hielo y se dio cuenta de algo.
«¿He? En verdad se está derritiendo.» Utena se sorprendió al ver como su pedazo de hielo estaba en efecto derritiéndose sobre todo en la punta, antes era un trozo de hielo muy alargado y grueso, pero ahora era más delgado y la punta perdió su forma redonda perfecta.
Utena acarició el vientre de Azul para comprobar algo y en efecto, sentía un calor intenso en aquella área.
«Disculpe la vagina tan caliente que tiene su perrita, es que toda mi vida la he deseado tanto que soy incapaz de controlarme, por eso déjeme arreglarle esto.» Azul acarició el ya desgastado trozo de hielo para posteriormente hacerle brillar, la humedad del ambiente se concentraba en un solo punto, en el trozo de hielo para hacerlo más grueso y alargado, regresó a su estado anterior.
«Azul… eres increíble… las chicas mágicas son increíbles, incluso en el sexo pueden utilizar sus poderes y no puedo quedarme atrás.» Utena sacó algo de su bolsillo, era su propio dispositivo de transformación.
«¿Utena-sama? N-no lo haga, si se transforma mis amigas se darán cuenta de que…» Azul fue callada por el dedo índice de Utena.
«Shhhh, puede que no lo parezca, pero yo también tengo mis trucos.» Utena apretó más su dispositivo el cual comenzó a brillar, cuando Azul abrió los ojos no vio a su ama transformada sino ¿Una fusta? sí, era la fusta que tantas veces la villana utilizó para abusar sexualmente de ella y sus amigas.
«¿Una fusta?» Preguntó Azul.
«Claro, he aprendido a canalizar mi energía mágica para poder invocar mi fusta sin que yo me tenga que transformar por completo y por eso…» Utena deslizo la punta de su fusta que tenía forma de estrella dorada hacia el vientre caliente de Azul.
«¿Qu-que piensa hacerme Utena-sama?» Azul no entendía que estaba pasando, la fusta rozaba el vientre justo en la zona donde debería estar su útero cuando de repente.
«¡KYAAAA!» Azul sintió como era azotada justo por encima de su vientre, pero ese sentimiento no era doloroso, al contrario, se sentía muy excitante, la parte donde más caliente estaba de su cuerpo era azotado por la fusta de su ama.
«¿Te gustó? ¿Te gustó?» Utena le seguía dando azotes con su fusta en la parte superior de su vientre, más y más y más, le empezaba dejar la zona muy roja.
«¡KYAAAAA! ¡KYAAAAAAA! ¡HHHAAAAHHHH!» Azul sentía como estaba a punto de correrse tras cada azote de la fusta de su ama en su vientre.
«¡SIII! ¡SIGUE GRITANDO! ¡DEJAME VER TU HERMOSO ROSTRO GIMIENDO DE PLACER!» Utena no se detuvo, pero al ver moverse hacia un lado sintió algo raro.
«¿HA?» Utena dejó de azotar a Azul para empezar a poner sus manos por encima del aparato que tenía en medio de las piernas. «¿Qu-qué está pasando?» Utena sintió algo que se estaba alargando, pero no hacia afuera sino ¿hacia adentro? algo pequeño pero que poco a poco se hacía más y más grande, era frio, helado.
«¿Pero que me está pasando?» El aparato de Azul empezaba a expandirse hacia adentro de la vagina de Utena, las piernas de la chica empezaron a temblar, de su vagina empezó a derramarse jugo de amor, lentamente, goteando y cayendo.
«¡HAAAHHH!» Aquel dispositivo no solo tenía un trozo de hielo alargándose hacia afuera sino también hacia adentro, ahora Utena tenía dentro de su vagina también un trozo de hielo que la estaba penetrando.
«¿Utena-sama?» Azul no sabía por qué su ama se detuvo, solo acariciaba su vientre enrojecido por los azotes de Utena, cuando apretaba esa zona con sus dedos sintió como si tocara un punto erógeno ya que la mezcla de dolor y éxtasis se combinaba de forma perfecta.
Utena se arrodillo en el piso cuando terminó de sentir como aquel trozo de hielo se detuvo de crecer, aquel hielo tenía justo la forma de su interior, se detuvo en el momento justo, un poco más y Utena capaz y se hubiera corrido de nuevo.
«¡Azuuuuuuul!» Utena se paró con una sonrisa irritada. «¿Sabes lo que me acabas de hacer?» ella agarró su fusta con mucha fuerza y con la otra una de las piernas de Azul para abrirlas más.
«¡KYA! ¿Utena-sama? ¿Por qué está enojada? ¿Le hice algo malo?» Azul no comprendía por qué de repente Utena se había enojado.
«Guarda silencio escoria, ahora te haré sentir quien es la verdadera ama en esta relación.» Utena acomodó el trozo de hielo revitalizado que tenía para introducirlo con mucha intensidad en la vagina de Azul quien dio un grito de placer repentino ante esa acción.
«Eso no es suficiente.» Utena agarró su fusta para darle un azote al vientre de Azul.
«¡KYAAAA! ¡MI VIENTRE! ¡MI VAGINA!» Azul sentía como su ama no solo la estaba embistiendo con aquel trozo de hielo, sino que también su vientre era azotado.
«¡TEN, TEN, TEN, ¡Y TEN ESTO!» Utena no paraba de embestir la vagina de su amante al mismo tiempo que azotaba su vientre.
«¡HHAAAAHH! ¡HICE ENOJAR A MI AMA UTENA! ¡SIIII! ¡TRATEME COMO UNA ESCORIA! ¡TRATEME MAL, TRATEME MAL!» Azul estaba sonriendo mientras sentía como su coño era destrozado por aquel enorme trozo de hielo dentro suya que no dejaba de derretirse, pero al mismo tiempo seguía firme.
«¡Ya deja de sonreír estúpida!» Utena agarró su fusta para luego golpear la mejilla de Azul.
«¡KYAAAA! ¡Nooo! ¡Mi rostro noooo!» Lo dijo Azul con una obvia cara de deseo sexual mientras sacaba su lengua y sus ojos adoptaban la forma de corazones.
«¡Eres una puta asquerosa!» Utena azotaba más y más las mejillas de Azul quien no hacía más que disfrutar de la sensación de ser azotada, cacheteada e insultada por la mujer con la cual desearía pasar el resto de su vida como su juguete sexual, imaginaba estar con ella en todas partes, tener citas en sitios normales pero al mismo tiempo tener su aparato mágico como vibrador dentro suya, o como ir a la playa mientras Utena le metía el dedo en su coño mojado por detrás mientras otras chicas les hablaban o incluso dormir juntas pero con Utena teniendo su coño en su rostro, era la fantasía de vida sexual que deseaba tener con ella.
«¡Siiii! ¡Soy una puta asquerosa que solo desea ser maltratada por su ama todos los días por el resto de su vida! ¡destruya mi cuerpo! ¡destruya mi coño! ¡destruya mis tetas como le guste!» Azul estaba en pleno transe, sus tetas también estaban siendo azotadas por la fusta de Utena quien no dejaba de dejarle restos de su «amor» sádico en todo su erótico cuerpo que parecía ser hecho para ser abusada sexualmente por su ama.
«¡Esta bien! ¡Como gustes! ¡Te voy a azotar, cachetear, insultar, denigrar y hacerte sentir como la perra ninfómana que eres!» Utena dejó de azotar a Azul quien tenía los pezones de sus tetas totalmente erectas, tenía la impresión de que en cualquier momento podrían dar leche, si Azul tuviera hijas ellas nunca pasarían hambre eso era seguro.
Utena seguía embistiendo el coño de Azul más y más intensamente, se podía escuchar un sonido muy lascivo en el aire, como el de un chupón, pero en realidad era el sonido del coño de Azul quien chupaba el trozo de hielo de Utena como si fuera una paleta, tras cada embestida varias gotas de agua caían en el piso.
«¡Siii! ¡Siiii! ¡Síguete moviendo así Azul! ¡Devórame el hielo! ¡chúpame el hielo hasta dejarme seca!» Utena sonreía como una enferma sexual en plena violación, ella no hacía más que ver las tetas de la chica mágica moviéndose de un lado hacia el otro, tan así que no se dio cuenta lo que estaba haciendo, con su mano le dio otro azote al vientre de Azul, pero este fue distinto.
Una luz empezaba a brillar del vientre de azul, algo se estaba marcando en esa zona roja por todos los azotes que recibió, era una especie de marca, como si fuera uno de esos tatuajes que suelen hacerse las actrices porno en sus películas lésbicas que Utena veía a escondidas.
«¡KYAAAAA! ¡MI VIENTRE! ¡MI VIENTRE! ¡MI VIENTREEEEEE!» Utena vio aquello que estaba brillando peor en vez de sorprenderse o detenerse lo que hizo fue poner su mano en el vientre de la chica mágica apretando aquella zona.
«¡HHAAAAHHH! ¡UTENA-SAMA! ¿QUE ME ESTA PASANDO? ¡ME ASUSTA, PERO ME GUSTA!» Azul tenía esa mezcla de terror y excitación, sabía que algo estaba brillando en su vientre, pero al sentir la mano de su ama no hizo más que querer continuar.
Utena estaba en transe, sus ojos empezaron a adoptar forma de estrellas doradas que suele tener en sus transformaciones, con su dedo índice y medio apretó una zona del vientre de Azul, justo en la cual el tatuaje tenía una sección en forma de corazón.
Ella no se dio cuenta, pero el trozo de hielo antes brilloso y Azulado empezaba a mancharse con un color oscuro, un color negro que manchó por completo aquel antes inofensivo y helado trozo de hielo del dispositivo mágico de Azul.
«¡KYAAAAAAA! ¡HAAAAAHHHH! ¡GYAAAAAAAA! ¡ME CORRO! ¡ME CORROOOO!»
Utena abrazó la espalda de Azul para luego clavarle sus dientes caninos en su cuello con tal fuerza que se pudo ver como un pequeño rastro de sangre empezaba a derramarse.
Cuando Azul sintió aquel toque, en el momento y en el lugar justo, lo que hizo fue agarrar la cintura de Utena con sus piernas para que el hielo que tenía dentro de su vagina. Quizás fuera el momento de éxtasis, pero por un momento, por un instante sintió como si algo hubiera sido expulsado dentro de su útero, una sensación extraña, viscosa y caliente.
Utena estaba encima de Azul, ambas en la silla playera, la chica mágica seguía con aquel trozo de hielo metida muy dentro de su vagina, pero lo que se vio salir por una pequeña abertura era un líquido viscoso de color oscuro y aquel trozo de hielo dejó de tener ese color oscuro para volver a su forma azulada brillante.
«Hah… hah… hah…» Azul gemía de placer, sus pupilas dejaron de brillar, lo único que sentía su cuerpo era un éxtasis completo tras haber alcanzado el orgasmo por tercera ocasión, ella tenía sus brazos en la espalda de Utena.
«Utena-sama, Utena-sama…eso… eso estuvo… increíble…» Azul lo decía entre gemidos posterior al orgasmo. «Esta ha sido la mejor noche de mi vida, gracias, le dedicaré mi vida a usted, mi cuerpo, alma y corazón le pertenecen.» Azul sonreía de placer, esperaba una respuesta de su ama, pero no respondía.
«¿Utena-sama?» Azul quería saber por qué no le respondía su ama, pero cuando se dio cuenta.
«ZzZzZZzZzZzZzZzZz» Utena estaba profundamente dormida con una enorme sonrisa en su rostro. «¿Heeee? ¿Utena-sama?» Azul se paró de repente haciendo que el trozo de hielo saliera de su recién corrida vagina. «Nooo Utena-sama ¿Qué voy a hacer con usted?» Lo dijo Azul con un ligero puchero, pero tras eso solo sonrió sonrojándose y acariciando el cabello de su ama.
«Te amo.» Lo dijo Azul inclinándose para besar a su ama en los labios, al hacerlo su culo quedó totalmente expuesto y de su recién corrida vagina se pudo ver aquel liquido viscoso oscuro el cual en vez de seguir cayendo… subió, como si fuera cámara lenta aquel liquido regresó de donde vino y terminó de meterse dentro de la vagina de Azul.
«¡Kya!» Azul sintió algo extraño, deslizó sus dedos hacia su vagina para revisar que pasaba, al retirar sus dedos vio sus jugos de amor. «Qué raro, creí que quizás hubiera sangrado tras todo eso.» Azul lamió sus dedos dejándolos limpios.
«Bueno, creo que… debo arreglar esto…» Azul giró su rostro para ver toda el área donde acabaron de tener sexo, había demasiado olor a fornicación, manchas de jugos de amor en la mesa, en los manteles, toallas, en las sillas de playa y en el piso, aquel sitio quedó irreconocible como si de un set de película porno hubiera sido.
A lo lejos de aquella suite se pudo ver una pequeña sombra, una con orejas muy prominentes, aquella criatura tenía un teléfono móvil grabando todo.
«Vaya, vaya, pero que intensas fueron esas dos, pero…» La criatura oscura retrocedió el video justo en la parte donde Azul se inclinó para darle un beso a Utena, aquel momento donde el líquido viscoso oscuro se metió dentro de la chica mágica.
«El plan salió mejor de lo que imaginaba.» Lo dijo con una sonrisa de par en par.
-Continuará…