Nota: Con esto inauguro un nuevo fanfic de Mahou Shoujo ni Akogarete en el cual explicaré como en este mundo se pueden embarazar aun cuando no existen los hombres, en esta serie aplicaré varias cosas que en otros fanfics no he querido incluir y si… ¡SERÁ UN FANFIC OMEGAVERSE YURI!
Este fanfic es exclusivo de www.porupo.moe y www.anihimesama.com, espero que les guste, aún no estoy seguro si será una serie semanal o bimensual o sea cada dos semanas porque a veces estaré muy ocupado, en fin disfrútenlo 😉
Era un día brillante, las chicas de instituto lucían sus llamativos uniformes escolares, los pétalos de las flores de cerezo caían por la brisa del viento, la primavera había llegado y con ello un nuevo año escolar.
Una chica de cabello corto y oscuro caminaba al lado de un puente que atravesaba un rio, a los lados del rio estaban los árboles de cerezos.
“¿D-donde era el camino?” La chica revisaba su teléfono móvil tratando de buscar algo.
“¡UTENA-CHAAAAAAAN!” Una chica de enormes pechos se tiró detrás de aquella muchacha perdida.
“¿Kiwi-chan?” Utena se sorprendió del susto al verla a Kiwi.
“Buenos días Utena-chan ¿Por qué la cara perdida? No me digas ¿No sabes donde queda el instituto?” Preguntó Kiwi tapando un poco su boca con el abrigo que utilizaba.
“Bueno, este… si, disculpa es que es la primera vez que voy allí presencialmente.” Dijo una Utena algo avergonzada.
“Oh, ya veo, no tienes de que preocuparte Utena-chan porque me tienes a mí.” Kiwi agarró una de las manos de Utena y caminó a toda prisa.
“¿Kiwi-chan?” Utena estaba algo sonrojada por el apretón de manos y como la chica de pechos enormes la guiaba al camino, en lo que caminaron por en medio de la calle giraron hacia una via donde varias chicas que vestían su mismo uniforme escolar.
“¿Ves? Ya estamos en el camino correcto.” Kiwi tomó ambas manos de Utena agitándolas de arriba a abajo como si la estuviera saludando.
“Gracias Kiwi-chan.” Utena lloraba cómicamente.
“No tienes de que darme las gracias. “Kiwi se pasó de puntas para poder estar más cerca de Utena.
“¿Aquí? ¿En frente de todas?” Utena miraba de un lado al otro.
“Si, no hay de que avergonzarnos, después de todo somos…” Kiwi estaba algo sonrojada.
“Kiwi-chan…” Utena vio de nuevo de un lado hacia el otro, respiró fondo y acercó su rostro al de Kiwi para darle un tierno beso en los labios.
Las chicas que caminaban en la calle vieron aquella escena, algunas estaban murmurando, otras riéndose, algunas sonrojadas y otras tapándose los ojos.
“Jeje, ahora todas las chicas que vienen al instituto saben que somos novias.” Kiwi acarició sus labios mientras sonreía.
“S-si, después de todo somos… pareja.” Utena se puso algo nerviosa por haber sido vistas por sus nuevas compañeras de clases, era normal que estuviera nerviosa después de todo era su primer día de clases en su nuevo instituto.
Mi nombre es Hiiragi Utena, tengo 16 años, hace cerca de 2 años me convertí en la villana Magia Baiser parte de la organización maligna Enormita, se supone que mi trabajo es conquistar el mundo y mis mayores adversarias son las chicas mágicas de Tres Magia.
Durante los últimos 2 años he pasado por toda clase de cosas, me convertí en villana, luché contra las chicas mágicas, luché contra otras villanas, derroté a la anterior líder y fundadora de enormita y me convertí en la más grande villana de la ciudad, conocí a muchas compañeras de trabajo, me transformé en un monstruo gigante, una gata negra casi me utiliza para su plan maligno, tuve una aventura con una chica mágica ninfómana pero sobre todo logré obtener una novia, Kiwi quien hasta el día de hoy está conmigo.
“Woooow ¡Mira Utena-chan! esta academia es inmensa, debe ser dos veces más grande que nuestro anterior colegio.” Kiwi se emocionó muchísimo al ver donde ahora estudiaríamos.
Ambas nos graduamos de nuestro anterior colegio y ahora somos estudiantes de preparatoria, ya tenemos más de un año y medio desde que somos parejas, acordamos estudiar en la misma academia para seguir juntas, nuestra nueva vida como estudiantes de preparatoria acaba de iniciar, pero nunca creí que aprendería más cosas de las que podría imaginar.
…
…
…
En un aula abarrotada de chicas entró una profesora de lentes, cabello oscuro recogido y una figura muy sexy.
“Tzzzzzzzzzzz” El sonido insoportable de unas uñas pasando por el pizarrón se escuchó por todo el salón haciendo que todas las chicas se taparan los oídos.
“Buenos días chicas, apenas iniciamos clases así que compórtense.” La maestra hizo orden en el salón haciendo que sus alumnas de pusieran de pie mirando al frente.
“Muy bien chicas, como sabrán hace unas semanas iniciamos clases, pero repentinamente tengo que darles un anuncio, chicas pueden ingresar.” La maestra miró hacia la puerta donde ella entró hace unos segundos, la puerta se abrió.
“¡Gracias profe!” Kiwi entró alzando la mano en señal de saludo con una gran sonrisa.
“G-gracias profesora, con permiso.” Detrás de Kiwi Utena ingresó tímidamente.
“Muy bien chicas, como pueden ver tienen nuevas compañeras de clases, acaban de ser transferidas, por favor preséntense.” La maestra les extendió el brazo para que hablara.
“B-buenos días, mi nombre es… Hiiragi Utena, tengo 16 años y espero llevarme bien con ustedes.” Utena estaba nerviosa por estar al frente de todas aquellas nuevas compañeras de clases.
“Mi nombre es Araga Kiwi, también tengo 16 años, me gusta salir a citas, ir al cine, tomarme muchas fotos y…” Kiwi respiró a fondo para luego tomar la mano de Utena “¡Soy la legitima novia y futura esposa de Utena-chan!” Kiwi lo gritó a los 4 vientos dejando impactada a Utena quien tenia la boca totalmente abierta.
“¡KYAAAAAA!”
“¿SON NOVIAS?”
“¿Se transfirieron al mismo tiempo para continuar con su relación?”
“¿Ya se besaron?”
Las chicas del salón hicieron un absoluto escandalo al ver semejante declaración de amor de Kiwi a Utena.
“¡Kiwi-chan! ¡No tenias que decirlo ahora!” Utena estaba totalmente roja como un tomate.
“¿He? ¿Por qué no? Es mejor que sepan de una buena vez por todas que somos novias porque así nadie se atreverá a quitarte de mi lado.” Kiwi abrazó a Utena restregando sus mejillas.
“Vaya, vaya ¿Pero que tenemos aquí?” La maestra se acomodaba los lentes los cuales reflejaban la luz del día.
…
…
…
“Hiiragi-chan, Hiiragi-san.” En la hora del almuerzo varias chicas rodearon a Utena. “¿Entonces es verdad que eres novia de Araga-san?” Las preguntas seguían lloviendo.
“B-bueno, si…” Utena seguía sonrojada ante semejante escandalo que hizo su novia.
“¿Cómo se conocieron?”
“¿Ya se besaron?”
“¿Cuándo es la boda?”
“¿Ya tuvieron sexo?”
La lluvia de preguntas era demasiado abrumadora para Utena la cual miraba de un lado hacia el otro por todas las chicas que le rodeaban hasta que una chica llegó a salvarla.
“¡Oigan gatas ladronas! ¿Acaso quieren robarse a mi amorcito?” Kiwi hizo a un lado al montón de chicas para abrazar a su novia quien parecía estar a punto de llorar.
“L-lo sentimos, solo teníamos curiosidad por su relación.”
“Si, nos disculpamos, es que es raro que haya parejas aquí.”
Las chicas demostraban no tener interés en quedarse con Utena pero una de esas frases le llamo la atención a Kiwi.
“¿Acaso es tan raro que haya parejas aquí?” Kiwi no podía entender algo así, era normal que haya parejas en los centros educativos después de todo eran adolescentes descubriendo su cuerpo y su sexualidad.
“Bueno la verdad es que…” Una de las chicas quería explicarles, pero entonces el alta voz sonó.
“Atención, atención, se solicita la presencia a las señoritas Araga Kiwi y Hiiragi Utena, repito se solicita la presencia a las señoritas Araga Kiwi y Hiiragi Utena.” Todas las chicas del salón lo escucharon por lo cual miraron a las chicas que fueron llamadas.
“¿Qué? ¿Por qué? ¿Qué hiciste Kiwi-chan?” Utena se puso muy nerviosa por aquella llamada.
“N-no hice nada ¡Te lo juro! Aún no he hecho nada.” Respondió Kiwi.
“¿Nada aún?” Utena desconfiaba lo que le respondía su novia.
…
…
…
“Toc-toc.” La puerta del salón de la directora era sonada.
“Pasen.” Una voz madura sonó al otro lado.
“Señorita Araga, señorita Hiiragi, es un gusto tenerlas aquí, por favor tomen asiento.” La directora de cabello marrón estaba acompañada por una alumna peli azul que tenía una tabla de notas.
“Mil disculpas señora directora, no era la intensión de Kiwi causarle problemas.” Utena agachó su cabeza.
“¡Utena-chan! ¡Ya dije que no hice nada malo! ¿No me crees?” Kiwi le reclamó a su pareja que le creyera.
“No, no, tranquilas chicas, no han hecho nada malo, aún.” La directora dio una pequeña sonrisa.
“¿Aún?” Utena y Kiwi miraron a la directora.
La directora se paró de su asiento para mirar a la ventana con varias chicas practicando deportes.
“La profesora me dijo que ustedes tuvieron una presentación bastante particular.” La profesora miraba de reojo a las chicas que estaban en la pista de carreras.
“¿Particular?” Utena solo lo pensó un segundo cuando recordó la declaración de amor de su novia?
“¿Qué tiene de raro? Solo dije que Utena-chan era mi novia.” Kiwi miraba de reojo a la directora que estaba de espaldas.
“Lo que pasa chicas es que en esta academia tenemos algunas reglas un poco diferentes al respecto de dicho tema.” La directora se volteó para verlas a Utena y a Kiwi.
“Díganme chicas ¿Ustedes saben como se hacen las bebés?” La directora miró a Kiwi quien también la miraba con desconfianza.
“Claro que lo sé, no soy una ignorante.” Dijo Kiwi mirando desafiantemente a la directora, al lado de la chica de pechos grandes estaba la otra alumna parada con un bolígrafo en mano a punto de anotar lo que fuera a responder Kiwi.
“¿En serio? A ver, respóndeme.” La directora expectante a lo que diría Kiwi.
“Cuando dos chicas se quieren mucho, se dan muchos besos y hacen el amor, la cigüeña viene 9 meses después para entregarles a su bebé.” Kiwi respondió orgullosamente.
“…”
“…”
“…”
La directora, la alumna y Utena se cayeron de piernas hacia arriba ante la respuesta de Kiwi.
“¡Kiwi-chan así no es!” Utena le respondió mientras se trataba de levantar a su silla.
“¿He? ¿Así no era?” Kiwi respondió algo confundida.
“A ver… señorita Hiiragi, dígame usted ¿Cómo se hacen las bebés?” La directora se paró también y se acomodó su uniforme.
“B-bueno, según mi mamá me enseño… cuando dos chicas se besan bajo la luz de la luna llena, unos meses después nace su bebé en la flor de un árbol de bambú.” Lo dijo Utena mientras sonreía nerviosamente y se acariciaba la parte trasera de su cabeza.
“…”
“…”
“¿Así se hacen las bebés?” Kiwi respondió asombrada.
“¡NO! ¡ASÍ NO SE HACEN LAS BEBÉS!” Gritó la directora muy enojada.
“¿Qu-qué? Pe-pero si mi mamá me lo enseñó así…” Utena sudaba frio al enterarse de algo así.
“¿Entonces tampoco se hacen así las bebés? Ya me confundí.” Kiwi hacia pucheros mientras tenia sus dos brazos levantados detrás de su cuello y sus piernas cruzadas.
“Oh por todos los cielos, estas chicas necesitan educación sexual urgente, secretaria asígnales a las señoritas Hiiragi y Araga unas clases extra curriculares.” La profesora le señaló a su alumna secretaria.
“Lo que usted ordene directora.” La alumna anotó en su tableta lo correspondiente.
…
…
…
Al finalizar su primer día de clases Utena y Kiwi caminaban de regreso a sus casas, el brillo carmesí del atardecer iluminaba toda la ciudad.
“Oye Utena-chan entonces al final ¿Cómo se hacen las bebés?” Preguntó Kiwi.
“La directora nos dijo que nos asignaría clases de educación sexual, allí deberíamos aprender al respecto.” Le respondió Utena mientras sostenía la mano de su pareja con sus dedos entrelazados.
“¿No crees que nos enseñen también a como hacer mejor el amor?” Dijo Kiwi en susurros a Utena quien al oírlo sintió como se le erizaban los vellos de su cuerpo, en un segundo una sonrisa se le dibujó n el rostro a Utena quien se detuvo.
“¿Utena-chan?” Kiwi sonreía coquetamente, entonces sintió como Utena la empujó hacia una pared para posteriormente una mano se puso encima de ella chocando con la pared, la tenia acorralada, le hizo un “Kabedon.”
“Nyaaa, Utena-chan se puso intensa.” Kiwi actuaba como si estuviera a punto de ser devorada por una depredadora.
“Es tu culpa por provocarme Kiwi-chan.” Utena deslizo una de sus manos bajo las piernas de Kiwi para sentir sus piernas acariciándolas, Kiwi hizo algunos gemidos, pero entonces unos dientes caninos se clavaron en el cuello de la chica de pechos grandes.
“¡Nyaaaaaa!” Kiwi gemía intensamente, su cuerpo se estaba comenzando a calentar.
“Utena-chan, Utena-chan ¿Vamos a un hotel? Tengo ganas, tengo muchas ganas.” Kiwi tenia un fuego intenso dentro de su cuerpo que quería expulsarlo y solo Utena tenia la llave para hacerle desfogar todos esos instintos sexuales que tenía acumulada.
“Si eso quiere mi gatita pervertida con gusto te llevaré al cielo o al infierno con mi lengua.” Justo cuando Utena y Kiwi estaban a punto de darse un beso mientras sacaban sus lenguas unos mensajes llegaron a sus celulares al mismo tiempo.
“¿He? ¿Quién carajo se atreve a interrumpirnos?” Kiwi decía protestando mientras ella y Utena miraban seriamente sus teléfonos móviles.
-Señorita Hiiragi Utena/Araga Kiwi, se les ha asignado la clase de educación sexual obligatoria, desde el día de mañana tendrán dos sesiones semanales, por favor sean puntuales.
En el archivo venia el nombre de la primera clase, en su título decía:
“Alfas, betas y omegas.”
-Continuará…