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(Fanfic) Mahou Shoujo ni Akogarete: Pasión explosiva / Capítulo 9: La ex

Nota: Gracias de nuevo a todos los que se pasaron por el stream en twitch para verme escribir esto, espero que les guste y puede que encuentren una PEQUEÑA conexión entre los dos fanfics que he escrito de MahoAko, a ver si la descubren.

En el capítulo anterior Utena y Kiwi fueron al motel «Éxtasis» para pasar una noche de pasión como las novias que son, pero justo cuando ambas estaban en lo mejor una figura misteriosa apareció de repente interrumpiéndolas.

«¿Azul?»

En la puerta que se iluminaba por la luz del pasillo del motel se encontraba la chica mágica con ojos abiertos de par en par, pudo ver como Kiwi estaba tirada en la cama desnuda boca abajo y Utena con una cola de gato en su mano con muchas bolas en la base.

«Azul… ¿Qué haces aquí?» Utena estaba totalmente nerviosa al ver a la chica mágica ante ellas, dejó caer la cola de gata al piso.

«Entonces era verdad… ustedes entraron a este hotel, no quería creerlo, pero veo que era verdad.»

«¿Kiwi-chan?» Utena trataba de despertar a su novia, pero ella no reaccionaba, parecía haberse quedado dormida luego del éxtasis tras haberse corrido por su culo. «Lo siento Kiwi-chan…» Utena se paró lentamente de la cama para agarrar una de sus bragas y colocárselas lentamente.

«¿Ahora sales con Kiwi-chan?» Preguntó Azul mientras Utena se estaba vistiendo.

«E-eso no tiene que ver contigo.» Utena evitaba mirar directamente a la chica mágica mientras se terminaba de vestir. «No quiero que Kiwi-chan vuelva a pelear como anoche contigo.» La villana terminó de vestirse. «¿Vamos a otro lado a conversar?» 

El motel tenía una terraza donde había una piscina privada, al parecer estaba libre en ese momento por lo cual Utena y Azul fueron allí sin problemas. Las chicas se encontraban arrimadas al mirador de la terraza viendo las luces de la ciudad que iluminaban la oscura noche.

«Anoche Leopard y tu pelearon a las afueras de la ciudad ¿Por qué pelearon?» Utena no quería ver a la chica mágica.

«Por qué me enteré de que ustedes comenzaron a salir juntas.»

«¿Como fue que te enteraste de la verdadera identidad de Leopard?»

«Es un secreto.» Utena al escuchar esas palabras se volteó para verla a Azul seriamente.

«¡Casi la matas!» Utena estaba empezando a enojarse con la chica mágica.

«Veo que te preocupas más por ella que lo hacías conmigo en aquel entonces.» Azul respondió con una leve sonrisa melancólica mientras miraba hacia abajo, los autos pasaban de un lado al otro al igual que las personas que regresaban de sus trabajos.

«Eso no… no cambies el tema.» Utena llevó su mano a su pecho haciéndolo un puño. «Nuestro tiempo ya pasó…» Utena respondió algo triste.

«¿Es en serio? ¡No puedo creerlo! ¡Con todo lo que hicimos! ¡Por todo lo que pasamos!» Azul respondía intensamente con su brazo extendido mientras sus ojos estaban totalmente abiertos y sus pupilas hechas unos puntos. «¿Qué tiene Kiwi que yo no tenga? Tuvimos sexo un montón de veces, fuimos a lugares increíbles, me hiciste probar el cielo y el infierno en mi cuerpo ¿Por qué me dejaste? ¿¡Por qué!?»

Utena se quedó totalmente callada mientras apretaba uno de sus brazos con su otra mano y miraba hacia otro lado.

«¿No me vas a responder?» Azul empezaba a temblar, dio unos pasos extendiendo tímidamente sus manos hasta estar a solo unos centímetros de Utena. «Por favor, Utena-sama… dígame algo, insúlteme, denígreme, gríteme, golpéeme, por favor… por favor… haga algo…» 

«¡NO!» Utena extendió su mano para quitarse a Azul de encima quien calló hacia atrás. «¡No puedo hacerlo! ¡Ya no somos nada!» El rostro de Utena tenía una expresión de tristeza, parecía estar muy triste.

«Utena-sama…» Entonces una persona inesperada apareció.

«Oi, oi ¿Qué carajos crees que haces con mi Utena-chan?» Era Kiwi quien tenía puesta una bata blanca encima.

«¿Kiwi-chan?» Utena se sorprendió al ver a Kiwi en la terraza del hotel.

«Araga Kiwi…» La expresión del rostro de Azul era sombría.

«¿Qué haces aquí Kiwi-chan? Pensé que estabas dormida.» Dijo una Utena nervios amoviendo sus manos por todos lados.

«Lo siento, es que estaba tan extasiada por aquella corrida que me desmayé ¡ehe!» Dijo Kiwi mientras se hizo un pequeño golpe en la cabeza mientras guiñaba el ojo y sacaba la lengua. 

«¿Como supiste que estábamos acá?» Preguntó Utena.

«Solo pregunté a unas chicas que pasaban por el pasillo, pero veo que estas con una invitada muy desagradable.» Kiwi miró con recelo a la chica mágica.

«Esto no tiene que ver contigo Araga Kiwi, esto es asunto entre Utena-sama y yo.» Dijo Azul con una mirada sombría.

«¿De qué estás hablando? Tu fuiste la que vino hasta nuestro nido de amor, estábamos teniendo una noche deliciosa hasta que nos interrumpiste.» Kiwi dio una pequeña mueca de burla.

«¡Tch!» Azul empezaba a molestarse.

«Kiwi-chan por favor calma, esto, esto es…» Utena trataba de explicar la situación.

«Ya lo sé, Azul me lo dijo la otra noche mientras luchábamos, te la cogiste, la violaste, la hiciste mujer y bla, bla, bla.» Kiwi lo dijo como si no tuviera la menor importancia.

«¿No estas enojada?» Preguntó Utena.

«¡Si! ¡Te acabaste de enterar que Utena-sama me cogió aquella noche en el parte y también en.…!» Antes de que Azul terminara su frase ella fue callada por Kiwi.

«¿Por qué debería enojarme por lo que haga mi novia con sus juguetes sexuales?» Dijo Kiwi con una sonrisa mientras cerraba sus ojos.

«¿He?» Dijo Utena.

«¿Ha?» Dijo Azul.

«Hay una cosa que debes saber querida Magia Azul, existe una gran diferencia entre tu y yo.» Kiwi agarró una de las cintas de su bata y la jaló.

«¡HAAA!» Utena se sonrojó ante lo que vio.

«¿Qué?» Azul también se sorprendió ante lo que vio.

Cuando la bata calló al piso se pudo ver la lencería que tenía Kiwi, era una de color negra con muchos volantes y adornos que decoraban su apariencia, pero la diferencia era que esta tenía aberturas que dejaban expuesta sus pezones y en su parte baja también dejaba libre su vagina, pero quizás lo que más llamaba la atención era que le salía una cola negra de su culo el cual ella movía como si se tratara de una real.

«Kiwi-chan ¿De dónde sacaste esa ropa?» Preguntó Utena quien se sonrojó al ver a su novia así.

«Estaba en el armario de la habitación, no podía venir a la batalla sin mi «armadura» de combate.» Lo dijo Kiwi mientras caminaba lentamente, sus tetas se movían de un lado al otro al igual que sus pezones apuntando de izquierda a derecha tras cada paso, sus piernas se movían dejando ver por un instante su vagina bien depilada.

«No puedo creerlo…» Azul apretaba los dientes al ver a su rival amorosa con semejante apariencia.

«Utena-chan gracias por regalarme esa colita, me la volví a poner.» Kiwi agarró su cola y al hacerlo dio un pequeño gemido tras sonrojarse un poco. «Me gusta.» Lo dijo con una voz seductora y posteriormente lamió la cola.

«¿K-kiwi-chan?» Utena no pudo creerlo, su novia volvió a meterse la cola en su culo y ahora lo estaba disfrutando, tan así que lo lamia.

Kiwi llegó a donde su novia abrazándola a un lado mientras lamia su mejilla.

«Nyaaa… Utena-chan, mi culo se siente tan bien, volvamos a la cama para que me lo hagas de nuevo.» Kiwi miró hacia Azul quien no se le podía ver los ojos, pero sus dientes los estaba apretando, estaba realmente enojada.

«Lo siento Azul, pero entre tú y yo hay una gran diferencia.» Kiwi acarició la mejilla de Utena para posteriormente dirigirla hacia sus labios mientras sacaba la lengua y ambas chicas se dieron el beso más morboso posible.

«Hmmmm… hmmmm…» El beso de ambas novias era tan profundo que la saliva de ambas chicas se empezaba a derramar de sus labios hasta caer en el piso, al momento de separar sus bocas un hilo de saliva aún las conectaba, Utena estaba totalmente hipnotizada por el beso mientras Kiwi giró para verla de nuevo a Azul.

«Yo soy su novia, tu solo fuiste su juguete sexual, hay niveles.» Kiwi dio una sonrisa orgullosa mientras mostraba sus colmillos.

«¡MALDITA!» 

Desde la distancia se pudo ver una explosión en la terraza del hotel, de la cortina de humo que salía de la explosión unas tres figuras salieron de ella elevándose por el cielo.

«¡El hotel!» Magia Baiser se preocupó por la explosión que ocurrió.

«Creo que me pasé un poco, ehe.» Kiwi se río.

«Maldita Leopard, no te lo perdonaré jamás.» Azul tenía su espada de hielo.

«Lo siento Baiser-chan, creo que nos tocará luchar de nuevo.» Leopard se lo dijo a su novia.

«Entiendo, pero… ¿Kiwi-chan? ¿Por qué tienes aún eso puesto?» Baiser le preguntó a su pareja.

«¿He? ¿Qué cosa? ¿Esto? jeje.» De la parte trasera del hilo negro de Leopard salía una cola negra. «Bueno, me gustó tanto que decidí dejármela puesta.» Lo dijo la villana mientras se relamía los labios.

«¿Eso no te impedirá luchar?» Preguntó Baiser mientras tenía su mano su en su mentón analizando todo.

«No, de hecho, se siente muy bien, jálalo por favor.» Lo dio Leopard apuntando su culo hacia su novia villana.

«¿En serio puedo? a ver.» Baiser jaló un poco la cola de su novia.

«¡NYAAAAA!» Leopard gimió como una gata en celo mientras sacaba su lengua y de ella varias gotas de saliva. «Se siente tan rico Baiser-chan.»

«Ya dejen de actuar tan felices juntas.» Lo dijo Azul mientras apretaba los dientes y su espada, entonces se lanzó hacia las chicas. «¡YA DEJEN DE ACTUAR TAN FELICES JUNTAS!» 

Leopard y Baiser se separaron por la espada de Azul.

«wow parece que hice enojar a Azul, ehe.» Leopard se burlaba de la chica mágica.

«¡Desgraciada!» Azul se lanzó hacia Leopard quien seguía esquivando sus ataques hasta que uno de los espadazos de la chica mágica golpeó la pistola de la villana.

«¿Qué pasa Azul? ¿No puedes soportar que sea feliz con mi novia? Que lastima, tonta.» Leopard seguía burlándose de la heroína quien no pudo soportarlo más y de un impulso logró hacer que la villana dejara una abertura para golpearla con su puño.

«¡GYA!» Leopard se impulsó hacia el techo de otro edificio dejando un pequeño cráter.

«No te creas demasiado Leopard, veo que aún sigues débil por lo de la otra noche.» Azul se impulsó hacia donde estaba tirada Leopard pero entonces unas ondas de energía oscura la golpearon haciéndola retrocedes.

«¡KYAAA!» Azul vio hacia el otro extremo del cielo a Baiser quien tenía su fusta extendida.

«Oye Azul, tú tienes problemas conmigo, deja a mi novia en paz.» Baiser estaba enojada.

«Hah… hace tiempo que Baiser-sama no me golpeaba.» Azul se tocó en las partes de su cuerpo donde Baiser la atacó. «Baiser-sama volvió a tocar mi cuerpo, así sea a distancia, que delicioso.» Azul se seguía tocando en todas partes hasta que una explosión le dio directamente.

«¡AHHH!» Cuando el humo se disipó Azul vio unas pistolas gigantes saliendo de portales dimensionales, en medio de ellas estaba Leopard.

«Oye desgraciada, no te excites con los ataques de mi novia.» Lo dijo una Leopard enojada.

«Puedo también recibir tus ataques si tanto deseas transmitir tu amor hacia Baiser en mi cuerpo.» Azul sonrió para posteriormente tocar su dispositivo de transformación.

«La… Verita» Tras decir esas palabras una luz intensa se vio en el cielo nocturno de la ciudad, todas las mujeres, jovencitas y señoras que caminaban por las calles de la ciudad lo vieron.

«Magia Azul: Doncella de hielo.» Partículas de hielo brillantes se extendían por todo el cielo. «Ahora pueden darme todo el amor que tengan ambas, lo recibiré todo.» Azul lo decía con una sonrisa compasiva.

Magia Baiser y Leopard vieron impresionadas dicha transformación, pero al mismo tiempo sonrieron, se miraron fijamente y.

«Baiser-chan.» Le dijo Leopard a su novia como si supiera lo que iba a pasar.

«Si, Leopard.» Entonces Utena se transformó instantáneamente en su nueva forma con cabello y cuernos más grandes sin decir del resto de su cuerpo más desarrollado.

«wow, wow, Baiser-chan se ve tan genial y sexy en su forma.» Lo dijo una Leopard quien le brillaban los ojos.

«Tú también Kiwi, transfórmate.» Lo dijo Baiser a su pareja.

«¡Si! ¡No me quedaré atrás!» Unas estrellas se iluminaron en el cielo engullendo a Leopard.

«¿Qu-que es eso?» Baiser estaba sorprendida ya que aquella secuencia de transformación.

«Leopard: Transformación jodidamente poderosa.» Leopard ahora tenía un uniforme militar que le cubría casi todo su cuerpo excepto por un costado donde yacía totalmente desnuda y su gorro militar ahora tenía orejas de gato sin olvidar de su gigantesca garra robótica.

«¿QU-QU-QU-QUEEEEE?» Los ojos de Magia Baiser se abrieron de par en par. «¿QUE ES ESA TRANSFORMACIÓN? ¿POR QUÉ AHORA TIENES UNA GARRA ROBOTICA? ¡TE VES TAN PRECIOSA LEOPARD!» Magia Baiser miraba por todos lados el cuerpo de su novia.

«Jejeje sabía que te gustaría, es mi forma La Verita.» Dijo orgullosa Leopard.

«¿Y la cola que tenías puesta?» Baiser se refería al juguete sexual. 

«Aquí esta, tengo dos colas ahora.» Leopard alzó su trasero para mostrarle a su novia como tenía ahora dos colas siendo una la de su forma La Verita y la otra el juguete sexual.

«Ahora con esto podremos ganarle a Azul incluso en su forma La Verita.» Dijo una orgullosa Baiser.

«Obvio, ahora vamos a cogerla, digo a aplastarla.» Dijo una Leopard super emocionada.

«Si, vamos Leopard, vamos juntas.» Baiser y Leopard se lanzaron hacia Azul a toda prisa.

Azul sonreía nerviosa al ver lo que estaba pasando, si antes solo con Leopard en su forma La Verita casi muere no quiere imaginarse lo que le pasaría ahora que su ama Baiser la iba a enfrentar.

«No me voy a rendir, Baiser-sama le demostraré que soy más digna para usted que esa Leopard, porque yo la amo.» Azul se ponía en forma, pero en medio de sus piernas empezaba a escurrir un líquido negro y viscoso ¿Qué era eso? 

A lo lejos del campo de batalla se encontraban nuevamente Sister Gigant y Venalita viéndolo todo.

«Vena-san ¿Qué estamos esperando ahora?» Preguntó la religiosa de tetas gigantes.

«Bueno, digamos que quiero llevar a cabo un experimento.» Lo dijo la criatura mágica mientras sonreía.

-Continuará…