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(Fanfic) Mahou Shoujo ni Akogarete: Pasión Explosiva / Capítulo 12: La sacerdotisa de las cenizas

Nota: ¿Como fue que un fanfic de romance yuri ultra sexoso se volvió un seinen de combates? pues en este humilde fanfic mijos, en este capítulo verán cómo hay varios paralelismos con respecto al manga para quienes lo hayan leído.

Desde el próximo capítulo entraremos a terreno que solo los que han leído el manga entenderán, tendrán sus cambios, pero espero que a ustedes les guste. Saludos a julianf2510, mkdoredore, fan_de_utena, isislerina, sleepywitchzealot, sheidakayn, dekaisama y a todos los que me han leido en twitch ( www.twitch.tv/ouji_sama)

Y por último ¡YA ESTÁ EL PRIMER CAPÍTULO NARRADO DE MI FANFIC ARCOIRIS LUNAR! Pueden escucharlo en Porupo ( www.porupo.moe/posts/7655 ) si tiene éxito seguiré mandando a narrar a mi querida Fungo-chan los demás capítulos y quien sabe y hasta pueda narrar Pasión Explosiva.

Gracias a julian por pintar a Azul corrupta.

Magia Azul ha perdido totalmente el control y se transformó en una versión corrupta de su forma Verita, ahora es la sacerdotisa de las cenizas, toda la ciudad está sufriendo de una ventisca gélida en pleno verano, criaturas espectrales aparecen y tanto Leopard como Baiser han sido derrotadas, pero en medio de la desesperación aparecen las chicas mágicas Magenta y Sulfur.

«¿Azul? No puede ser.»  Magenta no podía esconder su horror al ver a su querida amiga así.

«¿Me estas jodiendo? ¿Ese monstruo es Azul?» Sulfur apretaba los puños y los dientes.

«¿mAgEnTa…cHaN? ¿SuLfUr—cHaN?» Azul al parecer había reconocido a sus amigas, pero cuando lo hizo algo parece estarle pasando en su mente.

«¡ahHahAHHHHHHH!» La criatura corrupta pegó un grito que no pudo esconder.

«¡AZUL!» Magenta estaba a punto de ir a donde estaba su amiga sufriendo, pero entonces su mano fue sostenida por Magenta quien la retuvo.

«¡No seas tonta!» Le dijo Sulfur a la chica mágica rosada.

«Pero Sulfur-chan debemos hacer algo para ayudarla o sino…» Magenta estaba muy preocupada.

«¡Ya lo se! Pero…» Magenta giró su rostro hacia abajo donde estaban Utena y Kiwi heridas, fue en ese entonces cuando la chica mágica rosada lo pudo captar.

«Magenta lo más importante ahora es poner a las chicas a salvo, por favor ve a curarlas, yo me quedaré aquí.» Sulfur le dijo a Magenta.

«¡S-si! ¡Voy ahora!» Magenta descendió para ir a donde estaban Utena y Kiwi heridas.

«Y bien… ¿Qué voy a hacer contigo?» Se preguntó Sulfur quien estaba consciente que la situación era extrema.

En la ciudad la ventisca había sumido las calles llenas de nieve, las personas habían huido lejos, pero algunas otras quedaron atrapadas, al fondo varias criaturas parecidas a las que atacaron anteriormente bajo las órdenes de Lord Enorme causaban estragos, pero ahora con sus cabezas con cráneos de alces.

«¡Kyaaaaa! ¡No me hagas daño!» Una mujer estaba tirada en el piso a punto de ser atacada por una de las criaturas, pero entonces.

«¡VOX FORTEEEEE!» Un ataque sónico mando a volar a una de las criaturas.

«¿Ah? M-muchas gracias por la ayu-» Antes de que pudiera decir algo la mujer se dio cuenta que su salvadora era una de las villanas de Enormita. «¡KYAAAAAA!» La mujer salió corriendo apenas las vió.

«¿Ha? ¿Así nos lo agradece? ¡Jum!» Dijo Loco Música.

«¡Idiota! Somos villanas, es obvio que no nos lo va a agradecer.» Era Leberblume saliendo de una sombra.

«Si, me lo suponía, pero no debió ser tan grosera.» La «idol» hizo un puchero.

El ataque de la villana alertó a varias de las criaturas quienes poco a poco fueron reuniéndose alrededor de las villanas. 

«¿Qué opinas de esas criaturas Leber?» Pregunto la cantante de música inaudible.

«No se regeneran como la anterior vez, pero ahora son más resistentes, son inquietantes.» Dijo Leberblume.

En ese entonces las criaturas que estaban alrededor se empezaron a mover de forma inexplicable, como si algo dentro de sus cuerpos los estuviera haciendo mutar, sus cuerpos ahora se hacían más largos y sus brazos llegaban casi hasta el piso, sus garras se hacían más pronunciadas.

«¡N-no puede ser! ¿Acaso se están haciendo más fuertes?» Loco Música se espantaba de ver aquello.

«¡LOCO CUIDADO!» Leberblume le advirtió a su casi novia.

Las criaturas monstruosas se abalanzaban a las villanas quienes a duras penas las podían esquivar, pero al mismo tiempo hacían destrozos a todo lo que sus garras tocaban, autos partidos a la mitad, postes cortados, paredes, ventanas, todo objeto que tocaban con sus garras era destrozado.

«¡LEBER HAGAMOSLO!» Loco le gritó a su amante quien captó inmediatamente.

«¡OKAY!» Leberblume se escondió bajo las sombras de un poste, cuando las criaturas pasaron por la sombra de dicho poste estas se quedaron estáticas como si algo las amarrara al piso.

«¡Muy bien! Es mi turno ¡VOZ FORTEEEE!» Un devastador ataque calló sobre las criaturas las cuales quedaron aplastados en un cráter en el piso.

«Bien hecho leber, mi ataque los aniquiló por completo.» Loco le dijo a Leber quien salió de la sombra del poste de luz.

«¡Je! es obvio, por cierto, este problema se está saliendo de las manos ¿Dónde diablos están las chicas mágicas?» Leber tenía razón, usualmente las chicas mágicas deberían estar haciendo ese trabajo, pero no sabían que ellas estaban ahora tratando con una amenaza mayor.

«¡LEBER CUIDADO!» La cantante de gallos se le tiró encima de su pareja, del cráter salieron algunas de las criaturas que se supone Loco Musica habia aplastado.

«¡Kyaaaa! ¿Como rayos es que siguen de pié?» Se pregunto la «idol» 

«¿Acaso resistieron ese ataque? ¿Qué carajos son esas criaturas?» Se preguntó Leber pero en ese entonces abrió los ojos para ver el trasero de Loco ya que ella se le había tirado encima y su cara quedó justo debajo de sus piernas.

«¿Ha? ¿Qu-que estás haciendo Leber? ¡Sale de allí!» Loco trataba de quitarse de encima, pero las dos se movían a la vez lo que no hacía más que retorcer sus cuerpos.

«¡QUE YÁ SALGAS DE ALLÍ!» Loco dio un grito tan fuerte que las criaturas que estaban a los alrededores salieron volando estrellándose en las paredes de los edificios de alrededor.

«¿Ha? ¿Y las criaturas?» Loco vio a sus alrededores el destrozo que había hecho. «¿Leber? ¿Sabes lo que pasó? ¿Leber?» A su lado estaba Leberblume con sus ojos dando vueltas estando totalmente confundida. «¡LEBER!»

«¡No… puedo… escucharte… bien» Dijo Leber quien seguía confundida.

«L-lo siento Leber.» La villana abrazó a su pareja quien seguía confundida pero entonces más criaturas se reunieron alrededor de ellas.

«Oh no… no puede ser…» Loco se veía en dificultades, su casi pareja seguía confundida por el ataque excepcionalmente poderoso que dio, las criaturas se le aproximaban más y más, parecía el fin, pero entonces.

«¡Blut Tanz!»

Alguien gritó algo, cuando Loco música abrió los ojos se dio cuenta que varias de las criaturas que las rodeaban habían sido partidas a la mitad cayendo enseguida y desintegrándose.

«¿He? ¿Pero qué pasó?» Loco no sabía lo que pasaba, pero a lo lejos vio una silueta, una chica con el cabello largo ondulando en el aire y a su lado algo rojizo que se extendía de fuera de su cuerpo.

Una sensación cálida, gentil, amable y un poco… ¿Excitante? sintió en su cuerpo Utena quien poco a poco estaba abriendo los ojos.

«¿He? ¿Qu-qué está pasando?» Utena vio una luz rosada encima de ella, quien la emitía era una chica mágica de cabello rosado.

«Ah, ya despertaste, que bueno, por favor descansa, ya estamos aquí las defensoras del amor y la justicia, Tres Magia, aunque ahora solo somos dos jeje» Magenta trataba de portarse amable y gentil, aunque se la notaba algo muy preocupada.

«¿Magia… Magenta?» Cuando Utena volteó su rostro pudo ver a Kiwi a su lado y es entonces cuando ella recordó todo. «¡KIWI-CHAN! ¡KIWI-CHAN! ¡UGH!» 

«¡UTENA-CHAN! No te muevas por favor, aún estas herida.» Magenta retuvo a una Utena que al intentar moverse pudo sentir las heridas de su cuerpo.

«S-si… este… ¿Como está Kiwi-chan?» Utena estaba muy preocupada de su novia, no era momento para pensarlo mucho.

«Esta bien, hice mi mejor esfuerzo en curarla y ahora se encuentra estable, por favor, chicas, deben descansar.» Magenta se paró de donde estaban las chicas el cual era en un terreno lejano a donde se encontraban, a lo lejos pudieron ver lo que parecía un remolino de viento, lluvia y nieve, hacia mucho frio en ese lugar. «Me marcho chicas, por favor cuídense, Sulfur me necesita.» Magenta se fue volando hacia donde estaba Sulfur.

«¡AZUL REACCIONA! ¡SOY YO, SULFUR! ¿NO ME RECONOCES?» Sulfur tenía sus guantes gigantes mágicos cubriéndose por toda la furia de la tormenta de nieve que azotaba el lugar, en medio estaba Azul quien seguía experimentando un dolor sin igual en su mente.

«¡Ahhhhhhhhhh!» La corrupta chica mágica Azul seguía sufriendo, pero entonces algo salió de su boca «A-aYuDenMe, sOcOrrO Haa-haruka, kAoRukOo, ¡¡p-poR faVOr!!» La tormenta de nieve se hacía más y más fuerte, tan así que los puños mágicos que usaba Sulfur para cubrirse se empezaban a cubrir de hielo.

«Maldición… no voy a poder resistir por mucho tiempo…» Sulfur apenas y podía sostenerse, si todo eso era solo el aura que la rodeaba entonces ¿Qué seria si recibiera su ataque? «¡NO! ¡NO PUEDO RENDIRME!» Sulfur con dificultad se aproximaba a Azul quien seguía retorciéndose del dolor de su cabeza, de sus ojos salían lagrimas oscuras las cuales al caer se volvían hielo y este al mismo tiempo se unían a la tormenta de nieve.

«¡AZUL! ¡¿QUÉ CARAJOS ES LO QUE TE PASA?! ¡¿ACASO NO ERES UNA CHICA MÁGICA?!» Sulfur se seguía aproximando a Azul con la ayuda de sus puños mágicos que se seguían congelando más y más. «¡NO SE QUE DEMONIOS FUE LO QUE TE PASO! ¡PERO…!» 

La chica mágica amarilla se aproximó tanto que sus puños fueron apartados por un segundo por la poderosa tormenta de nieve y en ese entonces algunos fragmentos de hielo rozaron sus mejillas haciéndola sangrar, pero ya estaba a pocos metros de su querida pero pervertida amiga.

«¡TU ERES MÁS FUERTE QUE ESTO! ¡TU ERES MAGIA AZUL! ¡LA CHICA MÁGICA DE TRES MAGIA!» En ese entonces Sulfur reunió todo su poder mágico que le restaba para darle un puñetazo a Azul. «¡REACCIONA CABRONA!»

Al momento de que Sulfur le dio ese puñetazo la tormenta de nieve se detuvo al instante dejando todo en un silencio.

Las dos chicas estaban frente a frente, una Azul con su rostro mirando hacia el lado donde el puñetazo le dio, de su labio salía un poco de sangre. Frente a Azul estaba Sulfur con varios cortes en su cuerpo, con su uniforme bastante rasgado dejando ver parcialmente una de sus tetas y el costado de sus bragas, se notaba que estaba muy cansada por el esfuerzo que hizo.

«Ah… ah… ah… ¿Al fin te calmaste pervertida?» Sulfur estaba muy cansada, apenas se podía mantener volando. «Ya… vámonos a casa.» Cuando Sulfur estaba a punto de tocar a Azul pudo ver algo que la alertó.

«Jeje…» En ese entonces Azul se relamió la sangre que tenía en los labios.

Sulfur se dio cuenta de aquella acción e intentó ponerse en guardia, pero entonces su cuerpo fue rodeado por el látigo oscuro y viscoso de Azul.

«¡AAAAAHHH! ¿P-pero que haces Azul?» Sulfur no podía liberarse del látigo de su amiga, sentía como una sustancia viscosa rodeaba ese látigo, era una sensación desagradable, casi como el de un pulpo.

«kAoRuKo… a… A… aYuDaMe…» Azul apretó más el látigo que sostenía a su amiga.

«¡AAAAAHHH!» Sulfur podía sentir como lo poco que le quedaba de energía Mágica era drenada, sentía que en cualquier momento iba a des transformarse.

Azul se aproximó más a Sulfur para entonces con su mano agarrar una parte de la prenda de Sulfur.

«¡RIIIIIP!» Azul arrancó una parte de su ropa dejando totalmente al descubierto su cuello y una de sus tetas.

«¿A-azul? ¿Qu-que piensas… hacerme?» Sulfur no podía resistirse ante la dominancia de su amiga.

Azul abrió su boca de una forma inhumana, se pudo ver como sus dientes caninos se hacían más y más grande, casi como si de una vampiresa se tratara.

«N-no… No… Azul… no… no lo hagas…» Sulfur hacia todo lo posible para liberarse, pero era imposible, sea lo que sea que estaría a punto de hacerle todos sus sentidos le gritaban que debía evitarlo.

«¡MAGENTA SPEAAAAAAAAAAR!» Un haz de luz se interpuso en el camino cortando el látigo que tenía sometida a Sulfur la cual calló desde lo más alto donde estaba.

«¿M-magenta? ¡MAGENTAAAAAAAA!» Sulfur calló del cielo, vio como encima de ella estaba Magenta la cual fue capturada por Azul siendo agarrada de su brazo y su cabeza.

«Sulfur-chan… por favor… debes sobrevivir…»

Los dientes de Azul se clavaron en el cuello de Magenta, ella abrió los ojos al sentir como algo en su cuello era inyectado muy dentro suya.

«¡KYAAAAAAAAAA!» Magenta se retorcía, todo su cuerpo era inyectado por algo, una sustancia viscosa, caliente, algo que la infectaba más allá de lo físico, algo que incluso estaba contaminando su alma y corazón, algo dentro de ella estaba cambiando.

Sulfur calló al piso, pudo ver como Magenta era mordida por Azul infectándola por aquella misma sustancia que la había convertido en su forma corrupta, de los ojos, nariz, boca, oídos, una sustancia oscura se derramaba por todos lados cubriendo su cuerpo hasta su último rincón.

De la sustancia que cubría su cuerpo se formó lo que parecían ser pétalos de rosa, una rosa oscura que parecía derretirse, fue en ese preciso momento en el cual fue cubierta y tras unos segundos liberarse algo, algo que se parecía a Magenta pero que no era ella.

Una magenta con un vestido hecha de la misma sustancia oscura y viscosa que la contaminó, estaba prácticamente desnuda y de sus coletas rosadas también se formaba una sustancia oscura.

«Magenta… Pero ¿qué te han hecho?» Sulfur estaba a punto de desmayarse, pero entonces.

«Vaya, vaya, parece que te han derrotado de una forma patética Sulfur.» Una voz arrogante se pudo escuchar, en frente de Sulfur pudo ver unas pisadas.

Eran Magia Baiser y Leopard, heridas, con sus ropas rasgadas y con notorias heridas curadas a medias.

«Sulfur eres tan patética, parece que tendremos que hacernos cargo de esas chicas mágicas.» Dijo Kiwi quien trataba de reírse, pero cuando lo hacía sentía que le dolía el cuerpo.

Las villanas estaban en sus transformaciones básicas paradas mirando hacia arriba, Azul y Magenta corruptas las miraban desde el cielo, sus ojos parecían muertos y sin vida.

«¿Baiser… y Leopard?» Sulfur no podía creer como era que sus enemigas juradas seguían allí, ella odiaba admitirlo, pero muy en el fondo se sentía algo tranquila de ver caras conocidas.

Ahora Magia Baiser y Leopard estaban a punto de tener su pelea más intensa en toda su vida, con sus cuerpos curados a medias, pero sabían que debían hacer algo.

Las chicas se tomaron de sus manos mientras cruzaban sus dedos.

«Leopard, gracias por quedarte conmigo…» Dijo Baiser mientras sostenia la mano de su novia.

«Siempre, siempre estaré contigo Baiser-chan, porque te amo.»

-Continuará…