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(Fanfic) Mahou Shoujo ni Akogarete: Pasión explosiva / Capítulo 15: Masoquismo vs Sadismo

Nota: Espero les guste el capítulo de esta semana, no tengo más que decir XD que lo disfruten 7u7

En el capítulo anterior de Pasión Explosiva: Baiser fue también contaminada por aquella sustancia oscura y sucumbió ante la corrupción, Azul se aprovechó de aquello para hacerla suya y para sorpresa de nadie todo fue parte del plan de Venalita. Afortunadamente Baiser logró librarse de ese hechizo, pero ¿a qué costo? ahora es una versión corrupta tan fuerte como la sacerdotisa de las cenizas.

Mientras tanto Magia Sulfur libera su forma La Verita para proteger a la mujer que ama ¿Podrán nuestras protagonistas librarse de esta situación tan difícil?

Las nubes en el cielo pasaban lentamente tapando la luz de la luna, en un área desolada se encontraban dos criaturas volando, la primera era Magia Azul la sacerdotisa de las cenizas, frente a ella se encontraba Magia Baiser con una nueva transformación, pero esta era distinta a las anteriores, ahora su aspecto intimidaba muchísimo más y lo que salía de su boca solo eran risas erráticas.

«bAiSeR-sAmA» Azul decía el nombre de su amada con su perturbadora pronunciación.

«Jajaja… JAJAJAJAJA.» Mientras tanto Baiser solo reía como desquiciada.

A la distancia, en un lugar donde no la vieran, estaba Venalita y en su espalda se encontraba Sister Gigant.

«Venalita-san ¿Qué es lo que le pasa a Utena-chan? se la ve muy distinta.» Decía la hermana de cuerpo pecaminoso.

«Esto es raro ¿Por qué Utena se volvió a transformar? bueno lo único que podría decir es que la corrupción de mi magia en efecto la ha contaminado gracias a Azul, pero en vez de que la corrupción controlara a Utena es ella, no, más bien su lujuria, la que la ha dominado para salvarla de ser controlada.» Decía Venalita mientras colocaba su brazo en su mentón.

«¿Su lujuria? Es… es tan triste, para salvarse de la corrupción tuvo que dejarse controlar por su propia lujuria.» La hermana tetona simulaba una tristeza falsa.

«Pero bueno, no cambia mucho mis planes, pero la cuestión es ¿Quién será la matriarca suprema? ¿Azul o Utena? Solo una puede ser la que controle a las demás corrupciones, esta pelea será interesante.

El ambiente estaba tenso, en cualquier momento algo iba a suceder, fue cuando un trozo de roca calló de unos escombros cercanos lo cual hizo que Baiser se lanzara hacia Azul.

«¡JAJAJAJAJA!» Azul lanzó algunos de sus tentáculos hacia Baiser pero la villana fue más rápida logrando esquivarlos solo pasando en medio de ellas hasta estar frente a frente con la chica mágica corrupta.

«¡MIA!» Baiser agarró de la cara a Azul lanzándose a toda velocidad por el aire yendo en dirección hasta una colina cercana donde hacia un mirador.

Un enorme estruendo se pudo sentir cerca del lugar, una enorme cortina de humo se levantó, era Baiser la cual estrelló la cabeza de Azul en el mirador creando un cráter enorme hacia uno de los lados de ese monte.

«HaAaAaHHhhhh…» Era Azul quien en vez de hacer sonidos de dolor solo hacia gemidos de placer, su lengua alargada lamia la mano que la tenía sometida en ese monte y entonces una gran cantidad de tentáculos negros salieron de sus costados para agarrar a Baiser.

«No, no, no…» Baiser soltó la cara de la chica mágica corrompida para alzar su dedo índice y moverlo de izquierda a derecha indicándole que no lo haria.

Antes de que los tentáculos de Azul agarraran a Baiser la villana sacó de su espalda una gran cantidad de pues negras muy afiladas que penetraron los tentáculos de Azul.

«¿uTeNa-SaMa?» Azul se sorprendió de que sus tentáculos no le dieran a su ama.

«Si…len…cio.» Lo dijo Baiser mientras sacaba su lengua también alargada, alzó su mano y con un movimiento rápido le dio una gigantesca cachetada a la chica mágica corrupta.

«¡AAaAaAaAHHHhHh!» Azul sentía como Baiser no la dejaba respirar por el aluvión de cachetadas que estaba llenándole la cara.

«¡SAAAAA, SAAAAA, SAAAAAAAAA!» Baiser no dejaba de dar múltiples cachetadas en el rostro de Azul, eran movimientos tan rápidos que sus manos parecían que se multiplicaban.

Mientras más cachetadas Baiser le daba a Azul el cráter inclinado donde estaban se hacía más y más profundo, las cachetadas de Baiser eran demoledoras, tanto que destrozaban las rocas y la tierra donde estaban.

Poco a poco el cuerpo de Azul dejó de resistirse para solo dejarse llevar, sus manos, sus piernas dejaban de recibir señales, solo se quedaron inertes.

Baiser detuvo sus cachetadas, al pararse de donde estaba solo vio a una Azul tirada en ese cráter sin moverse.

«Jaja… jajajajaja… ¡JAJAJAJAJAJAJAJA!» La risa de Baiser era tan ruidosa que se podía escuchar a lo lejos de ese monte y una de las personas que le escuchó aquello era aquella criatura con aspecto de gato volador negro.

«Parece que Baiser-chan ganó.» Dijo la monja de gigantescos melones mientras se limpiaba uno de sus ojos con un pañuelo.

«No lo creo, no sería tan divertido si fuera tan fácil ¿Verdad?» Lo dijo el «gato» de los mil demonios.

De regreso en la batalla Baiser se inclinó para ver a aquella chica mágica con el rostro ensangrentado por sus cachetadas, levantó su mentón con uno de sus dedos que terminaba en afiladas garras.

«Debil.» Dijo Baiser pero en ese entonces…

«¡aAaAahH!» Azul abrió su boca dando un gemido de placer coqueto, pero al mismo tiempo una esfera de luz platinada se iluminó frente al rostro de la villana.

De aquel monte se pudo ver un enorme rayo platinado que se iluminaba de forma inclinada hacia el cielo hasta que una enorme explosión se pudo ver, era tan intensa que parecía como si un sol en miniatura hubiera aparecido en la mitad de la noche.

A lo lejos del campo de batalla se encontraba Leopard quien caminaba con todas sus fuerzas mientras se agarraba su brazo adolorido, la batalla la dejó totalmente exhausta, pero sabía que si se detenía así fuera por un minuto se des transformaría y ya no podría mantenerse en pie.

«¡UTENA-CHAN!» Kiwi exclamó el nombre de su novia al ver esa gigantesca explosión en el cielo.

«No puedo quedarme aquí, Baiser-chan, te salvaré.» Leopard siguió caminando lo más rápido que podía a rescatar al amor de su vida.

A varios Kilómetros de distancia de la pelea entre Azul y Baiser se encontraban las otras chicas mágicas, era Sulfur quien adquirió su forma La Verita para rescatar a la mujer que ama la cual era una Magia Magenta corrompida.

«Te salvare pase lo que pase ¿Me oíste bien Magenta?» Lo dijo Sulfur adoptando una pose de combate al estilo de las artes marciales orientales, su ropa asemejaba bastante a los trajes tradicionales chinos, sus piernas y brazos ahora estaban más libres para el combate.

«…» Magenta no decía nada, pero sintió en sus pies aquella energía eléctrica que se transmitía por la tierra, su origen era Sulfur.

«¡ALLÁ VOY!» Sulfur apenas dijo su frase desapareció de donde estaba parada, Magenta se sorprendió apenas por lo que vio, pero en seguida se dio cuenta que su rival estaba frente a ella.

«¡REACCIONA!» Sulfur dio un potente golpe cargada de energía eléctrica amarillenta lo cual mandó a volar a la chica mágica rosada hacia un lado.

«¡NO HE TERMINADO!» Sulfur asentó uno de sus pies en la tierra partiéndola por la intensidad, enseguida se impulsó a toda velocidad hacia donde se encontraba Magenta volando.

La chica mágica rosada corrompida abría los ojos tras ese potente golpe y vio a su rival dirigiéndose hacia donde ella para continuar golpeándola, alzó sus cabellos garra para atacarla en medio vuelo, pero Sulfur los esquivó cambiando la trayectoria de su ataque en movimientos de Zig-Zag.

«¡NO SOY LA MISMA DE ANTES!» Sulfur logró darle otro golpe a Magenta con su otra mano electrificada enviándola hacia el cielo.

Magenta sentía esos golpes como si fueran cuchillas eléctricas que destrozaban su interior, la corrupción lograba reducir el daño que recibía, pero no lo suficientemente rápido como para hacerla reaccionar a tiempo, entonces al ver hacia el cielo pudo ver algo iluminándose con colores amarillentos.

«¡HARUKA-CHAN!» Sulfur estaba encima de ella a punto de recibirla, el cuerpo de la chica mágica amarilla se iluminaba por toda la energía eléctrica que había en su cuerpo, sus guantes de artes marciales eran lo que más se iluminaba.

«Haruka-chan, tu fuiste la que insistió en hablarme en el colegio, incluso después de mudarme a la ciudad y estar sola tu fuiste la única que me notó, no me dejaste sola, siempre insististe y cuando viste que era capaz de defenderme me propusiste ser una chica mágica, tú me mostraste tu amabilidad y ternura, por eso, por eso…» Pensaba Sulfur en esa fracción de segundo en que esperaba dar su golpe de gracia.

«¡TU ERES EL SER MÁS IMPORTANTE EN EL MUNDO PARA MI!» «¡Thunder Fist Barrage!» Sulfur desplegó una serie innumerable de puñetazos iluminados en forma de rayos que cayeron encima de Magenta como una lluvia infinita de dolor eléctrico.

«¡Aaaaahhhhhhhh!» Por primera vez Magenta habló, pero solo eran sonidos de dolor, cada parte del cuerpo de Magenta recibió los golpes eléctricos de Sulfur, la corrupción era incapaz de resistir tal cantidad de daño, si no hubiera sido por la pelea previa que tuvo contra Sulfur en su forma base y Leopard en su forma intermedia quizás habría encontrado una forma de resistirla, pero ahora no era el caso.

Magenta calló en el piso completamente derrotada, la sustancia negra y viscosa que la vestía se empezó a deshacer, pero antes de que quedara totalmente desnuda un abrigo calló en su cuerpo, era de Kaoruko.

«No… seas una exhibicionista como Sayo-chan…» Lo dijo Kaoruko quien estaba de nuevo en su forma de civil. «Ugh…» Kaoruko empezó a sentirse mal, se tapó la boca, pero algo salía de entre sus dedos, era esa sustancia negra de nuevo.

«Carajo… no puede ser…» Kaoruko estaba consciente de lo que le estaba pasando, ese beso que recibió de Magenta la había contaminado, muy posiblemente terminaría como ellas.

«No puedo terminar como ellas, no, no, me niego a perder ahora.» Sulfur vio a sus alrededores, solo había escombros, al mover su mano sintió una roca.

«Jejeje… supongo que no tengo de otra…» Kaoruko sonrió, agarró la roca y entonces.

«¡AAAAAHHHH!» Un grito se escuchó.

La luz que se vio a lo lejos se desvaneció, en el cielo se pudo ver una figura flotando, era Baiser, la mitad de su cuerpo estaba parcialmente herido por el ataque que recibió, uno de sus pechos estaba al aire, pero eso no parecía importarle en lo más mínimo.

«Jajaja» Baiser no hizo más que reír, se irguió y miró en frente suya a Azul quien estaba con el resto de su cuerpo destrozado, parecía que solo su cabeza estaba levantando el resto de su cuerpo, algo le había pasado.

En las piernas y brazos de Azul estaban clavadas varias de las púas negras de Baiser, antes de que Baiser recibiera el ataque de lleno ella utilizó sus pues negras que usó para atravesar los tentáculos de azul como un método de defensa, salieron infinidad de ellas para clavarse en el suelo y con ello pudo lastimar todo el cuerpo de la chica mágica corrompida a excepción de su rostro pese a las cachetadas que le dejó su cara ensangrentada.

«Parece que ambas están parcialmente igualadas.» Dijo la monja tetona.

«No puedes subestimar a Azul, ella es la actual matriarca soberana ¿Qué harás Baiser? demuéstrame todo tu poder, demuéstrame que eres digna de ser usada por mí.» Y entonces Venalita sonrió.

Baiser empezó a mover sus extremidades como si estuviera a punto de hacer ejercicio, poco a poco la herida de Baiser se empezaba a curar, al mismo tiempo las púas clavadas en las extremidades de Azul se empezaron a caer, ambas oponentes eran extraordinariamente poderosas.

«¡uTeNa-SaMa Yo A UsTeD lA aMo!» Dijo Azul.

«Yo no, bleh» Respondió Baiser mientras le sacaba la lengua.

Azul sacaba lo que parecía un látigo en su mano, Baiser alistaba sus garras y entonces empezó, de la espalda de Azul salían tentáculos negros mientras que se la espalda de Baiser salieron espinas, ambos ataques se repelían intensamente, Azul aprendió a leer los movimientos de Baiser y al mismo tiempo que sus ataques se intercalaban la chica mágica empezó a darse golpes con el látigo.

«¡AaAaAHhHhH!» Azul empezó de nuevo a cargar su ataque devastador que se alimentaba con el daño que recibía mientras tanto Baiser solo la miraba con una sonrisa maquiavélica y al mismo tiempo movía sus garras frente a su rostro.

En cierto punto los tentáculos y espinas chocaron provocando una abertura de pocos segundos en los cuales Baiser estuvo sin protección y fue cuando Azul cargó su ataque abriendo su boca para tirar su devastador ataque.

«¡AaAaAaAhhHhhHH!» Azul apuntó con su boca y antes de que pudiera disparar su ataque.

«¡Caíste!» Unas uñas muy afiladas se enterraron en las mejillas de Azul haciendo que su boca se cerrara se golpe, era Baiser que esperó a la oportunidad de que Azul disparara su ataque para obligarla a cerrar su boca, detrás de Baiser estaba una copia de ella que se derritió.

El ataque estaba a punto de explotarle en la boca a Azul, pero antes de que eso pasara varios tentáculos agarraron a Baiser para alejarla, la villana usó sus espinas para resistirse, la boca de Azul luchaba por abrirse más y más, salía la luz, ese ataque iba a dispararse en cualquier momento.

«Mami, me gusta una chica en mi colegio.» Lo dijo una chica a su madre quien estaba trepada encima de un banquillo mientras cocinaba la cena.

«¿En serio?» La señora de estatura diminuta apagó la hornilla de la cocina para posteriormente bajarse del banquillo que le ayudaba a alcanzar lugares altos.

«Quiero que me cuentes los detalles.» La madre diminuta se puso frente a su hija la cual le duplicaba en tamaño.

«¡Estoy tan contenta de que hayas encontrado a una chica que te guste Kiwi-chan!» Lo dijo la señora Araga mientras lloraba y tenía un pañuelo a su lado.

«¿Estas bien con aquello mamá?» Lo dijo Kiwi sonriendo.

«Claro que sí, quiero que me la presentes un día, si a mi hija le gusta entonces a mí también me va a agradar.» Replico la Kiwi versión chiquita.

«Lo prometo mamá, quiero casarme con ella, vivir juntas y tener muchas hijas.» Lo dijo una sonriente y sonrojada Kiwi.

«Prometo que nos casaremos Utena-chan…» Kiwi seguía caminando con dificultad en medio de los árboles arrancados que le impedían ir más rápido.

«Quiero que nos casemos, que vivamos juntas, tener toneladas de sexo, quiero que me embaraces todas las veces que quieras, quiero que formemos una gran familia juntas.» Pensaba Kiwi en su mente hasta que llegó a la sima de ese monte.

«¡UTENA-CHAN!» Kiwi alzó la cabeza y vio a dos figuras en el cielo con extensiones negras que le salían de sus espaldas.

Baiser tenía la boca de Azul luchando por hacérsela cerrar y que su ataque la terminara de eliminar de una buena vez por todas, pero entonces escuchó el grito de Kiwi.

«Ki…wi…» Baiser perdió la concentración por un segundo, cosa que aprovechó Azul para abrir más su boca.

«¡UTENA-CHAN NO TE RINDAS!» Kiwi le daba ánimos con todas las fuerzas que le quedaban.

«¡S-SI!» Baiser usó sus dos manos para obligarle a Azul cerrar su boca, el ataque estaba a punto de estallarles en la cara a ambas, todo el sitio se iluminó por la luz platinada del ataque cargado de Azul, los árboles, la tierra, las rocas, Kiwi, Baiser y Azul.

«¡YA ES SUFICIENTE!»

De repente una espada gigantesca salida de la nada atravesó a ambas criaturas aterradoras conectándolas directamente, la boca de Azul dejó de iluminarse con su ataque, los ojos de Baiser se pusieron en blanco.

«¡UTENA-CHAN!» Kiwi quedó horrorizada ante lo que vieron sus ojos, su novia fue atravesada por una espada gigante ¿estaría aún con vida?

Lentamente Azul y Baiser fueron perdiendo su transformación, la ropa que las vestía se derretía hasta adoptar su forma viscosa y oscura de siempre, sus cuerpos cayeron al piso, la espada que las conectaba regresó enseguida a su dueña que estaba parada en la punta del cerro junto a otras acompañantes.

«¿Quién carajos son ustedes?» Lo preguntó Kiwi quien tenía a Utena ya destransformada en sus brazos.

«¿Nosotras? Bueno pues somos…» Lo dijo una niña con una máscara en la cara y con una prenda diminuta que apenas le cubría la entrepierna, detrás de ella se encontraban otras dos chicas con ropas extravagantes.

«Somos las Shio-chan»

-Continuará…