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(Fanfic) Mahou Shoujo ni Akogarete: Arcoíris Lunar / Capítulo 27: La viajera de otro mundo

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Nota: Creo que todo el mundo ya sabía hace varios capítulos quien era la viajera de otro mundo, ahora toca profundizar un poco en ella y dejar la puerta abierta a nuevas subtramas que se irán conectando a Pasión Explosiva y finalmente para decirles que la próxima semana será el último capítulo antes de tomarme 2 semanas de descanso para planificar mejor esta historia y no dejarla mal hecha, espero que me entiendan y sin más que decir que lo disfruten 😉

PD2: ¡Ya salió la filtración de que MahoAko tendría segunda temporada! si esto es verdad sería el primer anime yuri en una década en tener secuela, un momento histórico y espero que sea verdad, es un momento de gozo para todo el fandom de MahoAko.

En un mundo de penumbras se alzó una figura iluminada que resplandecía todo, a sus alrededores yacían criaturas espeluznantes que se tiraban encima de ella, pero eran barridas sin piedad, detrás de esa figura estaba Kaoruko con el cuerpo muy lastimado.

— Por favor, entrégale esto, si hubiéramos tenido más tiempo puede que hubiéramos sido algo más.

— ¡No! ¿Como quieres que haga algo como esto? Quiero estar contigo.

— Lo siento… pero ya no nos queda más tiempo.

— ¡No! ¡Por favor no me dejes sola! ¡Noooo!

Poco a poco su vista pasaba de la oscuridad a la luz, era borroso y lo primero que vio fueron unos ojos verdosos, dos, cuatro ¿Seis?

— Nee-chan, Nee-chan, está despertando — Una pequeña niña de cabello rosado fue a avisar a su hermana mayor que estaba en la cocina.

— Gracias Natsuna — Haruka acariciaba el cabello de su hermanita.

— ¡Haaaa! — Kaoruko se levantó rápidamente del futón, estaba en una casa familiar rodeada de las hermanas Hanabishi.

— Kaoruko-chan ¿Estas bien? ¿Qué te pasó? te vi tirada en el piso al lado de mi casa apenas amaneció ¿Acaso fue Enormita?

— … — La muchacha rubia no respondía.

— ¿Kaoruko-chan? ¿Por qué no dices algo? ¿Tienes sed? ¿Hambre? Estoy preparando unos deliciosos champiñones al horno.

La chica no respondía a lo que le decía su amiga.

— Kaoruko-chan, ten — Haruka le entregó una taza de té a su amiga quien lo recibió lentamente.

La chica rubia vio su reflejo en su bebida, estaba caliente, el vapor de la bebida subía hasta llegar a su nariz, de pronto sus ojos empezaron a humedecerse, posteriormente bebió el té, lentamente sentía aquel calor recorriendo su garganta hasta llegar a su vacío estómago, entonces al terminar de beberlo unas lágrimas cayeron de sus mejillas.

— ¡¿Kaoruko-chan?! ¿Por qué estas llorando? ¿Acaso me quedó tan mal la bebida? — Haruka estaba preocupada haciendo gestos graciosos.

— Delicioso

— ¿He?

— Esta delicioso — Una sonrisa se dibujó en el rostro de Kaoruko mientras sus lágrimas seguían saliendo.

— Utena-chan, Utena-chan, el desayuno ya está servido, ven a comer 

— ¿He?

Lentamente Utena se levantó de su cama, tenía su pijama mal puesta, los botones estaban desiguales dejando ver su estómago y su cuello muy expuestos, en ella se pudieron ver muestras de besos, chupones y demás signos de lo que hizo la otra noche.

— Ha… cierto… 

Su mente procesó lo que hizo, imágenes de Kiwi y Sayo lamiendo su zona intima, ellas penetrándose mutuamente con aquel juguete, la bebida que le derramó en el rostro de su novia, las embestidas que le dio en la tina y demás cuestiones eróticas.

— Jeje.

Una sonrisa pícara se dibujó en su rostro.

En la mesa de la cocina estaba Utena comiendo su desayuno, su madre estaba limpiando algunos platos, tenía puesta su pijama aún pero ahora bien colocada para evitar mostrar sus «trofeos de guerra»

— Utena-chan ¿Como te fue anoche? 

— Muy rico…

— ¿Como?

— Digo, el desayuno está muy rico mamá, jeje.

— Oh, gracias, por cierto, estuve llamándote toda la noche, pero no respondías ¿Qué estabas haciendo?

— ¿Yo? Ah… Es que estaba viendo películas y me quedé dormida, si, eso jeje.

— ¿En serio? — Su progenitora vio a Utena por un segundo y volvió a sus actividades domésticas.

— Anoche tuve que quedarme hasta tarde trabajando fuera de casa, espero que no te estes aprovechando de aquello.

— N-no, por favor, mamá ¿Con quién saldría a altas horas de la noche? jaja…

— ¿Salir?

La señora se dio media vuelta lo que asustó a Utena.

— ¿Mamá?

— Utena, tu… 

Utena se quedó asustada, vio por todos lados tratando de encontrar una escapatoria y entonces lo dio, en la puerta de la nevera estaba una calcomanía de «Industrias Yuri»

— M-mamá ¿C-como te fue anoche en el trabajo?

Tras decir aquello la señora Hiiragi tembló por un segundo, su rostro se palideció y sudó frio, posteriormente dio media vuelta.

— M-me fue bien, si, me fue muy bien.

La señora Hiiragi se subió más la blusa, se pudo ver en su cuello un gran moretón o podríamos decir ¿Un chupón?

— Últimamente hay mucho trabajo por lo cual tengo que quedarme… hasta tarde…

La señora Hiiragi miró hacia otro lado, sus mejillas estaban sonrojadas.

— Oh, está bien, sé que mamá está haciendo todo lo que puede en su trabajo.

Madre e hija fingían sonrisas mientras sus nervios estaban por delatarlas.

— Casi me descubre…

Pensaron madre e hija al unisonó.

Las hermanas Hanabishi miraron con exhortación como frente suya estaba Kaoruko comiendo como si no hubiera un mañana, los champiñones al horno, champiñones asados, champiñones al jugo y demás platos de dicho alimento acompañados de varios otros ingredientes como carne y pollo de las sobras del día anterior.

— ¡Quiero otra! 

Kaoruko levantó su tazón vacío.

— Wow, Kaoruko-chan, realmente tienes mucha hambre, claro, aquí va más.

— Asombrosa.

— Increíble.

— Barriga sin fondo.

Las trillizas dijeron cada una sin vacilar lo que pensaban.

— Es la primera vez que Kaoruko-chan disfruta tanto mi comida, me siento muy halagada.

La sonrisa de Haruka al ver aquello fue tan radiante que Kaoruko se empezó a ahogar con su comida.

— ¡Hmmmmm! 

— Ten — Una de las trillizas le dio un vaso de agua.

— ¡Hmmmm! … ¡Ah! Gracias.

— Tengo también algo más de té por si quieres — Le ofreció Haruka.

— Gracias — Kaoruko tenía sus platos vacíos tras todo lo que comió.

— Natsuna, Akiho, Mifuyu ¿Han visto mi teléfono móvil? No lo encuentro.

Haruka estaba sirviendo unas tazas de te caliente recién salida de la tetera hirviendo.

— No, no la hemos visto — Repitieron las trillizas.

— Ha, allí está — Una de las niñas vio el teléfono móvil de Haruka encima de una estantería.

— ¿En serio? ¿Dond-

En ese momento todo el espacio de volvió en escalas de grises, un haz de luz eléctrica dorada llegó hasta la cima de ese aparador y agarró el teléfono móvil de Haruka, era Kaoruko, luego de agarrar el artefacto se regresó a su asiento guardándolo en su bolsillo.

— ¿Dónde está? 

— ¿He? Yo lo vi allí.

Las luces de algunos electrodomésticos parpadearon.

— ¿Una falla eléctrica? 

Haruka vio aquel fenómeno electromagnético con incredulidad mientras caminaba con las tazas de té, pero dio un paso mal dado y se calló con las bebidas.

— ¡Kya! Pe-perdón Kaoruko-chan.

Kaoruko agarró a Haruka de forma delicada evitando que se callera.

— ¿Estás bien Haruka?

— S-si… yo, es que ¡Ah! ¡Kaoruko-chan tu brazo!

Haruka vio como una de las tazas de té calló sobre el brazo de Kaoruko y procedió a limpiarlo con un pañuelo.

— ¿He? Ah… no, Haruka estoy…

— ¡No! Ven, tenemos que enfriar la herida.

— Pero.

— Rápido.

Haruka metió uno de los brazos de Kaoruko en el lavaplatos.

— ¿Te sientes mejor?

— Si… gracias…

— Perdona mi torpeza, debo tener más cuidado…

Lo que estaba limpiando Haruka no era el brazo de una chica, era un brazo mecánico.

— Así que Haruka no puede verlo, la magia de discreción funciona a la perfección — Kaoruko dijo en su mente.

— Kaoruko-chan ¿Ya te vas? Aún no me has dicho por qué estabas afuera de mi casa.

— Haruka-chan ¿Le has dicho a Sayo que estoy aquí?

— No, mi teléfono móvil se ha extraviado, pero cuando lo encuentre se lo diré.

— Ya veo…

Entonces Kaoruko se acercó a Haruka.

— ¿Kaoruko-chan?

— Estas tan hermosa como la última vez que te vi.

Tras escuchar esas palabras Haruka se sonrojó, lo mismo Kaoruko.

— K-kaoruko-chan… mañana tenemos nuestra cita ¿Verdad?

— …si… nuestra cita…

La mirada de Kaoruko se desvió.

— Estoy algo nerviosa… no sé qué decir, por favor, espera hasta nuestra cita de mañana por favor…

Haruka se acarició uno de sus brazos y miró hacia Kaoruko muy ruborizada, entonces Kaoruko solo sonrió.

— Estaré esperando nuestra cita.

La sonrisa de Kaoruko era fingida, pero Haruka no lo notó y solo le devolvió el gesto de forma amable.

— Por cierto, Kaoruko-chan…

— ¿Sí?

Te siento algo… distinta…

— ¿En serio? Creo que es solo tu imaginación.

— Jeje, si, debe ser eso.

— Entonces hasta mañana Haruka-chan.

— Hasta mañana Kaoruko-chan.

Haruka se dio la media vuelta para regresar a su casa mientras Kaoruko seguía su camino, pero entonces…

— ¡Haruka-chan!

— ¿Sí?

En ese instante Kaoruko estaba en frente de Haruka, acarició su mejilla y sin preguntar chocó sus labios con los de la chica de cabello rosado.

— ¿¡Hmmm!?

La lengua de Kaoruko se introdujo se introdujo en la boca de Haruka al mismo tiempo que tenía su mano en su cintura.

— ¿Ka-kaoruko-chan?

La chica rubia cortó el beso, pero seguía teniendo su mano en la cintura de Haruka.

— Siempre te he amado, siempre, siempre, desde que me demostraste que yo también podía ser bien recibida aquí.

Kaoruko tenía sus ojos puestos en los de Haruka quien seguía estupefacta.

— Me hubiera encantado vivir contigo, ir a la misma universidad, salir juntas, tener citas, casarnos, comprarnos una casa y tener algunas hijas por eso yo… yo…

Los ojos de Kaoruko se llenaron de lagrimas

— Haré lo que pueda para proteger tu futuro, por eso… olvida que estuve hoy aquí….

Kaoruko chocó sus labios y esos se tiñeron de color azulado y volvió a besar a Haruka pero ahora de manera gentil.

— ¿Olvidar…te? 

Los ojos de Haruka empezaron a cerrarse, cuando los labios de Kaoruko se separaron de los de Haruka la chica rubia dijo.

— Olvida que estuve el día de hoy, mañana tendrás una cita con la Kaoruko de este mundo, diviértete, diviértete como nunca lo has hecho porque Kaoruko te ama.

En ese instante los ojos de Haruka se cerraron.

Poco a poco los ojos de Haruka se abrieron, estaba encima de la mesa de su casa, a su lado estaban sus otras hermanas también dormidas, encima de la mesa estaba un casi imperceptible cabello dorado y en su mejilla la marca de un beso.

— ¿He? ¿Qué pasó? ¿Me quedé dormida?

Haruka se levantó sin recordar que había hecho ese día, no recordó que estuvo con Kaoruko, una Kaoruko que no era de su mismo mundo, pero por alguna razón ella se tocó los labios, lo único que se le vino a la mente era esa chica especial, la que siempre luchó con ella durante todo este tiempo.

— Kaoruko-chan…

En la base Natch:

— Vaya, vaya, sí que te dieron una buena paliza Sister Gigant.

La mascota mágica de color alquitrán miraba sin emociones a su secuaz la cual estaba totalmente vendada en gran parte de su cuerpo, por alguna razón solo sus pechos sobresalían del resto de su cuerpo vendado, ella estaba parada frente a su ama.

— Aquella chica, era muy… poderosa…

— ¿Qué tanto?

— Su velocidad era destellante, es más fuerte que cualquier chica mágica que haya luchado.

— ¿En serio? Eso me sorprende después de todo tu…

— Si, Venalita-sama, ella es más fuerte que cualquier chica mágica que haya luchado… en este tiempo.

De pronto los vendajes del cuerpo de la religiosa de cuerpo pecaminoso cayeron, un vapor salía de las heridas de la hermana, su cuerpo empezó a volverse de un tono más oscuro y algunas estrellas salieron en su rostro y una risa de dibujó en ella.

— Fue tan triste.

— Tenemos una intrusa, por algún motivo tiene la apariencia de una de las chicas mágicas de Tres Magia, pero su poder no es comparable al de ninguna de ellas ¿Acaso será?

Unas pantallas brillantes aparecieron detrás de la criatura mágica, en ella se vieron escenas de las peleas que tuvieron Enormita y Tres Magia, pero detrás de todas esas imágenes había el de un árbol gigantesco con ramas que se extendían hacia el infinito.

— Tendremos que poner en marcha el plan de la Plaga Noir, no estamos seguros quien será esa intrusa, pero debemos eliminarla antes de que sea tarde.

En los callejones de la ciudad estaba la Kaoruko de otro mundo con el teléfono móvil de Haruka. 

— Lo siento Haruka-chan, prometo que te lo devolveré pronto.

Buscaba algo en internet, escribía nombres de personas, institutos, colegios hasta que encontró el que buscaba, varias chicas de preparatoria y una más adulta.

En las imágenes se vio una foto de curso, en ella estaba una chica de cabello verdoso y enormes pechos, en otra una chica de cabello blanco con tonalidades rosas y mirada de frialdad y por último la foto de la villana que aterrorizó la ciudad hace unos meses.

— Lord Enorme.

Alguien tocó el timbre en la residencia de la familia Hiiragi

— Rayos, que mal momento para que Utena-chan no esté.

La señora Hiiragi se levantó del piso donde estaba ordenando unas cajas con objetos viejos, su hija había salido, al llegar a la puerta la abrió y en ella había alguien inesperada.

— ¿Sí? ¿Necesita alg-

En la entrada de la casa estaba una mujer de altura considerable, de cabello azul marino, unos labios pintados de rojo intenso, un lunar a un lado, una ropa tradicional japonesa y unos pechos enormes que sobresalían de ella.

— ¿Aoi?

-Continuará…

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