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(Fanfic) Mahou Shoujo ni Akogarete: Arcoiris Lunar / Capítulo 30: La cita prometida (Parte 1)

— Haruka-chan, el próximo domingo tengamos una cita, entre las dos, pero sin Sayo que ella siempre está caliente.

— ¡Si! ¡Este domingo! Pero Kaoruko-chan… ¿Vas a ir vestida así?

— ¿A qué te refieres?

— Bueno eso que tienes puesto es algo… llamativo.

— ¿He? 

Kaoruko se vio así misma vestida con ropa de pandillera, con pantalones sumamente anchos, una chaqueta larga con los caracteres de fuego y rebeldía en la espalda mientras que su casi inexistente pecho estaba cubierto por unas vendas, tenía en su mano un bate de beisbol con un clavo salido.

— Lo siento Kaoruko-chan, pero me daría algo de vergüenza que nos vieran así, lo siento.

— ¡E-espera Haruka-chan! ¡Esto es un mal entendido!

— Yo busco a alguien más femenina.

Haruka se alejó rápidamente del parque donde estaban mientras Kaoruko extendía su brazo con absoluto pánico, detrás de ella había una banda de chicas en motocicletas haciendo ruido y echando humo.

— ¡Haruka-chaaaaan!

La pequeña chica rubia se levantó a mitad de la noche de su cama, estaba oscuro, su habitación era de aspecto humilde pero bien arreglado.

— ¿Una pesadilla?

Kaoruko se levantó de su cama, fue a la cocina de su casa a beber un poco de agua del grifo, su mente aún tenía la imagen de aquella pesadilla difícil de ignorar, tenía una preocupación que no la dejaba tranquila,

— ¿Acaso mi ropa no es… femenina?

Kaoruko regresó a su cuarto, encendió la luz y vio la ropa que tenía colgada lista para usar al día siguiente, era una pantaloneta negra junto a una camiseta blanca con letras escritas en estilo gótico con la frase «Love is War» junto a una chaqueta negra haciendo un conjunto parecido al que una chica utilizaría para ir a un concierto de rock.

— Oh… ¡Ahhhh! ¡No puede ser! ¿Como pude ser tan imbécil? ¡Carajo! 

Kaoruko abrió el armario típico japones que tenía y sacó toda la ropa que podía buscando algo que le quedara.

— Vamos a una cita, no a un maldito concierto de rock, si la cago no podré mirar a Haruka-chan a la cara nuevamente, a la cara… a la cara…

En su mente vio la escena que tuvieron en el hotel delicioso cuando se besaron en ese pasillo oscuro, como acariciaban sus partes íntimas bajo su ropa.

— ¡Ahhhhhh!

El rostro de Kaoruko se sonrojó tanto que ella tuvo que golpear su cabeza en la pared para mantener la compostura.

— No quiero cagarla…

— «Pero las amigas también se besan ¿No?»

Esa frase que le dijo Haruka en el hotel en su sesión de fotos aún le dolía en el pecho a la joven rubia.

— Maldita Sayo, por su culpa Haruka tiene un concepto erróneo de las cosas.

Kaoruko llenó su cama con todas las prendas que encontró, pero ninguna le convencía, eran todos muy agresivos, de colores oscuros o rebeldes, debía encontrar alguno indicado para su gran cita con Haruka.

— Carajo… no tiene sentido… la voy a arruinar… no quiero que Haruka se lleve una mala impresión de nuestra cita…

Y es entonces cuando Kaoruko vio una caja al fondo de su armario junto a una cinta que decía «Ropa de la primaria»

—…

Kaoruko sacó la caja lentamente, limpió el polvo que la recubría y al hacerlo su rostro se sorprendió, agarró con su mano una ropa de color blanca y entonces dijo.

— No creo que aún me…

Ya había amanecido, era la mañana del día domingo por lo cual era el día perfecto para descansar o para salir con amigas o pareja.

— Kaoruko-chan, ya baja, el desayuno está listo.

Era la señora Tenkawa quien había preparado un desayuno típico japones, sopa de miso, arroz y pescado ahumado junto a un vaso de te helado el cual había comprado ya hecho.

— Lo siento mamá, comeré por el camino, tengo que irme rapido.

Se pudo escuchar la voz de Kaoruko por encima de las escaleras.

— ¿Es en serio? ¿Tan temprano? Creí que irías más tarde con tus amigas ¿Y qué crees que voy a hacer con este desayuno jovencita?

— Lo siento, debo irme ya.

Se pudieron escuchar los pasos de Kaoruko bajando las escaleras, por el pequeño pasillo de la casa tradicional japonesa, pero de aspecto más humilde se pudo ver una figura blanca que se deslizaba junto al viento y a su cabello rubio.

— ¡Pfffff! ¡Coff coff! 

La señora Tenkawa estaba bebiendo su te cuando vio aquella escena, solo fue por una fracción de segundo, pero fue suficiente para hacerla escupir su bebida inmediatamente.

— ¿Acaso habré visto mal?

— El número que ha marcado no está disponible o está fuera de área, por favor deje un mensaje después del-

— Mierda, desde el día de ayer Haruka no ha contestado mis mensajes, eso me preocupa un poco, espero que no me esté evitando o si no…

La chica rubia apretó su pecho con su puño encima de una tela muy blanca.

A pesar de ser de mañana el sol del verano ya había salido, el sonido de las cigarras bañaba el ambiente del parque, bajo la sombra de un árbol se encontraba una chica joven de cabellera rosada.

— Al final no pude encontrar mi móvil, tendré que comprar otro ¿me alcanzará? ¿Quizás deba encontrar un trabajo a medio tiempo?

Las niñas en el parque llegaban junto a sus madres, algunas ya estaban jugando juntas, al momento de verlas la imagen de cierta niña rubia se le vino a la mente a Haruka.

— Espero que Korisu-chan este bien, le traeré un delicioso bento lleno de champiñones al horno, de seguro le encantará.

Una de las niñas pateó su balón de futbol muy fuerte hasta que llegó hasta donde estaba Haruka, ella iba vestida con un pantaloncillo corto junto a una chaqueta de color rosado, era su color favorito después de todo y combinaba con su cabello.

— ¿Se te extravió? Ten niña.

Haruka le entregó el balón a la niña y luego le sonrió.

— Gracias nee-chan.

La niña se inclinó dándole las gracias y regresó con sus amigas a seguir jugando.

— Haruka-chan, disculpa ¿Llegué tarde?

La joven rubia llegó al parque, Haruka no la había visto aún, pero por escuchar su voz ya sabía que era ella por lo cual le respondió por instinto.

— Oh, Kaoruko-chan, no, no, recién acabo de llegu-

Cuando Haruka volteó la mirada pudo ver algo que nunca imagino, era en efecto Kaoruko pero iba vestida de una forma totalmente sorpresiva, estaba utilizando un vestido largo de color blanco sin mangas, el vestido le llegaba hasta un poco más abajo de las rodillas, utilizaba unas sandalias de color crema al igual que un sombrero del mismo color que le cubría la cabeza del intenso sol de verano.

— ¡¿Kaoruko-chan?! ¡¿E-eres tú?!

El rostro de Haruka tenía una expresión notoria de sorpresa al ver a su amiga tan rebelde con una vestimenta tan femenina.

— ¡C-claro que soy yo! ¿No me reconoces? O acaso… ¿Me veo rara?

Kaoruko se sonrojó un poco ante la idea de que quizás Haruka la vea como un bicho raro.

— ¡N-no, no! De hecho, te ves… muy linda, es solo que fue una gran… sorpresa, si, eso es.

— ¿En serio? Que bueno, creí que me veía rara.

La chica rubia sonrió, en uno de sus brazos estaba un bolso también de color crema.

— En fin ¿Vamos a nuestra cita? — Preguntó Kaoruko.

— Claro, estaba esperando este día desde la semana pasada.

Las chicas tomaron el metro, no había muchas personas allí por lo cual ambas pudieron sentarse en los asientos que daban al lado de la puerta.

— ¿Qué le pasó a tu teléfono Haruka-chan? Te mensajee muchas veces, pero no respondías.

— Bueno, creo que se me extravió en algún lugar y no pude encontrarlo jeje, soy algo descuidada a veces — Haruka se rascó la parte trasera de la cabeza mientras sacaba la lengua de forma inocente.

— Haruka-chan, eres tan tontita jeje.

— ¿Sabes? Ayer mis hermanas y yo tuvimos un sueño bastante raro, todas nos quedamos dormidas casi al mismo tiempo y despertamos en la mesa de la casa, capaz comimos algo raro.

— ¿En serio? Debes tener más cuidado con lo que comes Haruka-chan, quizás haya sido algunos de esos hongos que a veces compras.

En la mente de Kaoruko vio unos chibis de Haruka y sus hermanas con ojos en forma de remolino luego de comerse esos champiñones que suele preparar la chica de cabello rosado.

— Por cierto, Kaoruko-chan dijiste que iriamos a un lugar especial pero no me has dicho a cual.

— Oh, cierto bueno pues vamos a…

Ambas chicas estaban paradas rodeadas de muchas personas, en frente de ellas se alzaba un gigantesco establecimiento de entretenimiento con juegos mecánicos adornado con estilo europeo medieval.

— ¡¿El parque de diversiones de Mimilandia?!

Haruka estaba con el rostro totalmente anonadado.

— Sip ¿No te parece genial? es el mejor lugar de la ciudad para una cita.

— Pe-pe-pero según leí las entradas son muy caras ¿Estas segura Kaoruko-chan?

— No tienes de que preocuparte Haruka-chan, déjamelo a mí, soy quien te invitó a esta cita después de todo, ven, vamos.

Kaoruko tomó de la mano a Haruka para llevársela a dentro del parque de diversiones mientras que al fondo yacían unas personas que las miraban.

En frente de una de las atracciones mecánicas se erigía una enorme fila de personas esperando su turno de entrar, en medio de la fila estaban Haruka y Kaoruko.

— Cuanto calor… ¿Aún falta mucho Kaoruko-chan?

— Según la guía la fila para entrar demora un promedio de… ¡¿Dos horas?! — Karuko vio con sorpresa su teléfono móvil en la página web donde sacó la guía.

— ¿E-en serio? ¿C-cuanto tiempo vamos esperando?

— Vamos esperando… una hora… 

— Y-ya veo… jeje… se nota que estos juegos son muy… populares — Kaoruko se secaba la frente con su pañuelo por el fuerte sol que hacía.

— ¿He? Ah… este… 

Kaoruko vió con preocupación el malestar de Haruka por el intenso sol por lo cual ella tuvo que improvisar.

— ¡Ten Haruka-chan! 

Kaoruko le dio su sombrero de verano.

— Gracias Kaoruko-chan, pero ¿Y tu?

— No te preocupes, yo estaré bien, por favor espera un momento iré a comprar agua, ya vento.

Kaoruko salió del lugar de inmediato para comprarle una bebida que tranquilizara a Haruka y tras unos minutos de búsqueda encontró un puesto de bebidas.

— ¡¿500 yenes por una botella de agua?!

— Más impuestos serian 550 yenes.

— Grrr… okey, deme… una.

— Gracias por su compra.

Kaoruko salió de la tienda enfurecida, los precios en el parque de diversiones eran exorbitantemente grandes, ella pensó que quizás hubiera salido más barato comprar en la tienda de conveniencia, pero con su vestido no habría combinado bien y no le entraba en su bolso.

— Carajo, debo darme prisa, no puedo hacerla esperar a Haruka-chan, no en nuestro dia especial.

Al momento de regresar a donde estaba Haruka se dio cuenta que ella no estaba sola, estaba rodeada de un par de chicas que la estaba rodeando.

— Oye linda ¿estás sola? ¿No quieres treparte a los juegos con nosotras?

— ¿He? ¿Yo? Oh, no, es que vine con alguien y yo-

— Vamos, no seas tímida, nadie sería tan cruel de dejar a su novia esperando bajo el sol para treparse en ese tonto juego mecánico, oye ¿Y si nos acompañas a ese hotel de más adelante? escuche que lo acabaron de inaugurar.

— ¿Hotel? P-por favor, no, ya les dije que estoy esperando a alguien.

— Dicen que tiene aire acondicionado, no importa cuánto sudes, enseguida te sentirás fresca y tiene una gran piscina.

Kaoruko vio aquella escena y enseguida se le marcó una vena en la frente.

— ¡Esas hijas de puta! ¿Qué creen que le hacen a mi Haruka? Les voy a partir sus cachetes de marrana flaca.

Pero justo cuando Kaoruko estaba por intervenir llegaron otras chicas a interponerse entre Haruka y las acosadoras.

— Oigan ¿Que creen que hacen? Ella viene con nosotras, no sean un fastidio — Dijo una chica con dientes afilados en su boca y ojeras en sus ojos la cual vestía de forma muy masculina.

— Si, por favor no sean alzadas coqueteando con ella — Una chica con coletas, enormes pechos y ropa femenina que parecía imitar a las chicas de la farándula.

— ¿Acaso son sus amigas? 

— Obvio que sí, ya que… — La chica de vestimenta de farándula agarró del hombro a Haruka. — Estamos teniendo una cita.

— ¿Qué? ¿Ya está ocupada? Rayos, vámonos, ya nos lo echaron a perder.

— Si, vámonos.

Las acosadoras se fueron del lugar tras ver que su presa ya estaba tomada.

— ¡Oye Matama! ¡No digas esas cosas ni de broma! — Se quejó la chica con dientes de tiburón mientras estaba sonrojada por la envidia o ¿celos?

— Vamos, no exageres Nemo-chan, hay que ayudarnos cuando lo necesitemos.

— G-gracias chicas, disculpen que las haya hecho pasar por esto.

Haruka estaba algo apenada por lo que ambas chicas tuvieron que hacer por ella, estaba juntando sus dedos índices mientras miraba hacia ellos.

— No hay de que, hay que ayudarnos entre chicas lindas — Matama guiñó el ojo.

— B-bueno, si Matama lo dice, supongo que está bien — Nemo miró hacia otro lado haciéndose la ruda.

A lo lejos estaba viendo Kaoruko dicha escena dándose cuenta de lo que había pasado.

— Carajo… 

La chica rubia estaba enojada pero ya no con las chicas que le coqueteaban a Haruka sino a su falta de actuación, el sol era molesto, sin el sombrero su clavícula estaba expuesta, sentía como le quemaban los rayos solares, sus pies le dolían por esas sandalias que no estaba acostumbrada a usar y la botella de agua a precio de almuerzo completo.

— Oye, mira ¿No te parece linda esa chica rubia? está sola.

— Si, vamos a por ella.

Las mismas chicas que hace unos minutos habían coqueteado con Haruka ahora estaba rodeando a Kaoruko.

— Oye niña ¿No estas perdida? ¿No quieres que vayamos a buscar a tus padres?

— Si, oye en ese hotel hay una recepción donde podemos llamarlos.

Tras darse cuenta del descaro de esas mujeres Kaoruko no pudo aguantar más el malestar que estaba sintiendo, apretó tanto la mano que reventó la botella con el agua de precio de oro.

— Oh… ¿En serio me ayudarían?

El rostro de Kaoruko estaba expresando una sonrisa fingida, pero en medio de sus cejas se podía notar arrugas de la ira que estaba aguantando.

— Si, por supuesto, ven con nosotras niñ-

En ese momento la joven no pudo terminar de decir su frase ya que un puño se había incrustado en su rostro, un diente salió volando de inmediato, enseguida de aquello ella calló al piso inconciente.

— ¡Cabrona! ¿Qué has hech-

Inmediatamente la otra joven vio como Kaoruko se alzó del suelo, su vestido blanco se abalanzaba junto al viento, casi se le podían ver sus bragas, pero antes de aquello una patada voladora le dio en la cara mandándola al piso.

— ¡Ghhhh!

Ambas chicas quedaron fuera de combate.

— Pendejas fans de Cuties, me dan asco — Kaoruko escupió en el piso al mismo tiempo que varias chicas se quedaron con la boca abierta al ver como una jovencita casi del tamaño de una niña las dejó fuera de combate.

— ¡Kaoruko-chan! Qué bueno que llegaste, no vas a creer lo que pasó, unas chicas me-

Kaoruko llegó a donde estaba Haruka, le contó todo lo que había pasado con aquellas mujeres.

— Ya era hora que llegaras ¿No sabes lo indefensa estaba ella frente a esas mujeres? — Le dijo la idol de antro barato.

— Ya déjala Matama, eran muy grandes y eran varias — La adolescente tsundere respondió.

— No se preocupen por ese par, ya no serán una molestia.

Detrás al fondo de Kaoruko había algunas paramédicas recogiendo en una camilla a aquellas mujeres que estaba tiradas inconscientes.

— No nos vemos desde el viaje a la playa ¿Matama y Nemo verdad? en verdad muchas gracias por lo que hicieron por Haruka-chan.

— No hay de qué, pero ¿No les toca ya subir al juego? Miren.

La idol de repostería les señalo la entrada a los juegos.

— ¡Ah! Es verdad, Haruka-chan vamos, gracias, chicas.

 — ¡Estaremos en la cafetería al lado de la montaña rusa por si nos necesitan!

Haruka y Kaoruko entraron a lo que era la montaña rusa.

En la cafetería había varias personas comiendo, pero sobre todo familias.

— Oye Matama ¿acaso esas dos tenían una cita?

— Es obvio que si Nemo-chan, pero parecen algo desconectadas, no parecen una pareja del todo, quizás estén probando.

— Me lo imaginaba.

— ¿Qué pasa Nemo-chan? ¿Acaso sientes envidia?

— ¿E-envidia? No seas tonta, no soy esa clase de chic- ¡Ah!

— ¿Qué pasa Nemo-chan? De pronto tus palabras se cortaron… jeje.

— Ma… ta… ma…

— ¿Sí?

El rostro de Nemo estaba sonrojado, debajo de la mesa estaba la pierna extendida de Matama en medio de las piernas de la falda larga poco femenina de Nemo, con la punta de sus medias estaba toqueteando esa zona.

— E-en un lugar… ¿como este?

— Shhh… no hagas ruido o nos descubrirán.

Entonces la campanita de la puerta del restaurante sonó anunciando la entrada de alguien, eran Haruka y Kaoruko las cuales tenían los ojos dando vueltas, se las notaba descoordinadas.

— L-lo siento Kaoruko-chan, creo que iré al baño primero…

— E-está bien Haruka-chan… yo te espero… 

Ambas chicas se separaron, Kaoruko vio al fondo a Matama y Nemo sentadas.

 — Oh, son ustedes chicas ¿Están bien? Las veo algo rojas — Kaoruko vio a ambas chicas algo nerviosas, pero sobre todo a Nemo quien estaba tan sonrojada y hasta parecia que queria llorar.

— E-estamos bien… ¿cómo están ustedes? — Le preguntó Matama.

— Bueno… la verdad es que….

Kaoruko les contó a las chicas que fue la primera vez que se trepó a una montaña rusa, fue tal el movimiento que Haruka parecía que quería vomitar, pero se aguantó hasta llegar al restaurante.

— Siento que soy un desastre… la invité a salir, pero lo único que he hecho ha sido cagarla, no estuve con ella cuando más me necesitaba y ahora estamos así.

Kaoruko tenía el rostro tendido en la mesa, volteó a ambas chicas al verlas recordó esa escena que vio en el hotel delicioso, como ambas chicas estaba copulando en medio del pasillo, su rostro se sonrojó un poco y entonces es cuando recordó como las vio al llegar al restaurante.

— Disculpen chicas… acaso ustedes… ¿Son amantes?

— ¡Pffffff!

— ¡Pfffff!

Matama y Nemo escupieron sus bebidas al escuchar aquella frase, luego tosieron.

— Lo sabía, ustedes son novias.

— ¿C-como es que lo sabes? — Pregunto el intento de idol.

— También creo saber quién es la omega… ¿es Nemo verdad? — Dijo Kaoruko señalando a la chica de dientes afilados.

— ¿¡Ahhh!? — Nemo se sonrojó a tal punto que abrió la boca.

— Mi mamá me envió a cursos de educación sexual a inicios de la secundaria, normalmente se lo enseñan en la preparatoria, pero quería que estuviera preparada y no tuviera hijas a una edad temprana.

— Mierda… ¿Qué quieres de nosotras? ¿Acaso quieres chantajearnos? — La idol en decadencia preguntó.

— No es eso, es que… verán… creo que ya se dieron cuenta, pero quiero algo con Haruka-chan, pero no sé cómo hacerlo, intenté comportarme de forma más femenina pero no me siento cómoda, me duelen los pies por estas malditas zapatillas.

Kaoruko tiró las zapatillas bajo la mesa.

— No siento que estoy haciendo un buen trabajo, incluso estoy usando este tonto vestido que me regalaron en mi último año de escuela, no puedo creer que aún me quede, por eso chicas quiero preguntarles ¿cómo puedo hacer que Haruka-chan se enamore de mí? 

— B-bueno, si quieres nuestro consejo… — Matama se levantó de la mesa para colocarse al lado de Nemo, luego por debajo de la mesa tomó su mano.

— ¡B-baka! ¿Qué crees que haces?

— No exageres Nemo-chan, ella ya lo sabe, en fin, ejm, Kaoruko-chan ¿realmente la amas?

— ¡Obvio que la amo! Pero… no sé cómo hacerle saber, por culpa de una amiga nuestra ella cree que los besos se pueden dar también entre amigas, quiero que se fije en mí.

— Entonces ¿Ya te le confesaste?

—… más o menos, no se… pero ella tampoco está segura de que sentir, esta cita era para estar seguras si pudiéramos tener algo, pero tengo miedo, tengo miedo de que ella me odie o me crea una chica rara, quería verme más femenina para ella, pero no me queda esto, es muy difícil.

— Kaoruko-chan, solo puedo decirte esto… — Matama acarició la mejilla de Nemo quien estaba aún muy sonrojada. — Si quieres que Haruka-chan entienda lo que sientes sin ser tan directa, entonces debes demostrárselo con hechos y no palabras.

— ¿Heeee? — Kaoruko se sonrojaba al ver esa escena, era difícil de creer que la chica más femenina era la dominante de su relación mientras que la otra chica, Nemo, pese a su apariencia más rebelde en realidad era la pasiva.

— Debes desnudar tu alma, decirle lo que sientes, no le digas que la amas si no quieres, pero puedes hacer todo lo demás y solo así Haruka-chan entenderá lo que sientes como mujer — Matama terminó dándole un beso en la mejilla a Nemo.

— ¡B-baka!

— ¿Ves?

Kaoruko sentía como su corazón le latía, no creyó que Matama fuera tan directa con ella, usualmente esas palabras no tendrían tanto sentido, pero tras haberlas visto copular a mitad del pasillo en el hotel le hizo entender que de verdad era cierto lo que decía.

— En fin, no queremos interrumpirlas más, ya nos tenemos que ir, allí viene Haruka-chan, mucha suerte Kaoruko-chan.

Matama junto a Nemo se pararon se la mesa para salir del Hotel antes de que llegara Haruka.

— Buena suerte.

— Disculpa la demora Kaoruko-chan, me tomó más tiempo del que creía ¿Esas no eran Matama y Nemo-chan?

— S-si, pero tenían cosas que hacer y se fueron.

— Ya veo, esta bien ¿y que hacemos ahora?

Durante el transcurso del día y tarde tanto Kaoruko como Haruka se treparon a diferentes juegos, en las filas Kaoruko estaba segura de que Haruka no tuviera otra vez que tratar con otras chicas indeseables.

En la mente de Kaoruko resonaban las palabras de Matama.

— «Desnuda tu cuerpo y alma.»

En plena caminata Kaoruko se detuvo repentinamente, estaban en la gran plaza del parque de diversiones, un desfile estaba a punto de realizarse.

— ¿Kaoruko-chan? ¿Qué pasó?

— Mi zapatilla, se rompió…

— Oh…

Ambas chicas fueron a sentarse en una banca.

— Kaoruko-chan, tu pie, está inflamado ¿Acaso es por la zapatilla?

— Estoy bien (No estoy bien) — Es solo que no estoy acostumbrada a usar zapatillas (Las detesto)

— ¿Segura? Si quieres podemos ya regresar a casa si estas mal.

— ¡No! (No te vayas) Aún quiero ver el desfile (Quiero estar contigo)

— Pero Kaoruko-chan si sigues así pudiera darte algo en el…

Entonces Kaoruko se paró aún con el dolor de su pie.

— Estoy cansada…

— ¿Kaoruko-chan? ¿Entonces ahora si deberíamos irnos?

— ¡No es eso!

Kaoruko sentía que todo lo que había acumulado por todo el día, por toda la semana, por toda su carrera como chica mágica con ella y como amiga estaba por estallar.

— (Desnudar mi cuerpo y alma) Haruka-chan, yo en realidad no soy una dama, no se comportarme como tal, lo intenté, pero me di cuenta de que no lo soy.

— Kaoruko-chan…

— Haruka-chan, odio este vestido que estoy usando, odio estas zapatillas tan malas, yo no soy esta chica que he tratado de actuar, no soy como tu… lo siento…

El miedo ante la confesión que hizo frente a la chica que ama la llenó por completo, pero entonces una mano acarició su mejilla.

— Lo sé, no eres esa Kaoruko-chan de siempre, no tienes que actuar así frente a mío, quiero ver a la verdadera Kaoruko-chan.

— Haruka-chan… 

Kaoruko tomó con su mano la de Haruka y derramó una lagrima.

— Realmente te amo…

— ¿Kaoruko…chan?

— Si, lo dije, es como oíste Haruka-chan, te amo, te amo, no como amiga, no como amiga pervertida con beneficios como la loca de Sayo-chan, yo te amo ¡Te amo! ¡Te amo como mujer! ¡Te amo Haruka Hanabishi!

— Eh-

— No digas nada, no tienes que responderme ahora, solo quiero que me dejes expresar lo mucho que te amo, pero incluso así no quiero comportarme como no soy.

En ese momento Kaoruko agarró con fuerza su vestido blanco y se lo arrancó.

— ¿!K-kaoruko-chan?! —Haruka entre cerró sus ojos creyendo que se había vuelto loca y se había desnudado.

— Esta es la verdadera yo.

Debajo del vestido de Kaoruko se encontraba una camiseta corta blanca como el que usan las chicas como ropa de noche y un pantaloncillo blanco, era ropa más bien de la que usas en los días calurosos estando en casa.

— Jeje… jejeje…

— ¿Q-que te causa tanta risa Haruka-chan? ¿No ves que hago lo mejor que puedo?

Kaoruko estaba sonrojada mientras Haruka solo reía y al mismo tiempo se limpiaba sus ojos.

— Es solo que esta es la verdadera Kaoruko-chan que recuerdo, es todo.

— Haruka-chan…

— ¿Puedo darte mi respuesta?

—… si… — Kaoruko estaba sonrojada.

En ese entonces Haruka se le adelantó, se juntó a su lado, sus labios estaban en contacto directo con su mejilla y le dejó la marca de sus labios.

— ¿He? ¿Heeeeee?

Kaoruko se puso como tomate ante lo que había pasado.

— Esto quiere decir que… ¿me aceptas?

— No, aún.

— ¿Heee? ¿No aún?

— Exacto.

— ¿Por qué?

— Es que, si somos novias, eso quiere decir que debemos casarnos y aún no se si estoy lista para casarme y tener hijas y…

— ¿He?

— Cuando mamá se casó con mi mami ellas me hicieron en su primera noche, luego cuando lo volvieron a hacer mi mami tuvo trillizas.

— ¿Como?

— L-lo que quiero decir es que… ¡Si nos hacemos novias tendremos que casarnos y tener hijas! y a-aún somos muy jovenes y…

— …

— Pero… podemos tener citas, tomarnos de las manos… y… darnos… b-besitos…

— Haruka-chan… eso es lo que hacen las novias… jejeje.

— ¿D-de que te ries?

— Nada…

— Kaoruko tomó de la mano a Haruka, entonces ¿Podemos ser pareja? No novias pero si pareja.

— Kaoruko-chan…

— ¿Que dices?

— Acepto… 

— Gracias Haruka-chan, te amo.

— Y yo a ti Kaoruko-chan… ven, ahora vamos a cambiarte de ropa, necesitas una nueva.

— Si, vamos.

Haruka se llevó a Kaoruko a la tienda de ropa a buscar la primera ropa que encontró, era una chaqueta de colores junto a una gorra y unos zapatos deportivos, y así ambas chicas siguieron su cita en lo que quedaba de dia.

— Continuará…