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(Fanfic) Mahou Shoujo ni Akogarete: Pasión explosiva / Capítulo 24: Conversación de madres

Nota: Damas y caballeros les escribo este capítulo con el poco tiempo que tengo debido a estos malditos cortes de luz que ocurren en mi país Ecuador, han empeorado de 10 horas al día a más de 14 horas. Esta situación es tan terrible que ni siquiera la pandemia, paros o rebeliones de policías han causado tanto daño en la economía de mi país…

Espero que todo mejore, haré lo posible para continuar escribiendo con el poco tiempo que tengo, aunque tenga que hacer streams cortitos, pero no me voy a dar por vencido en la creación de mi contenido.

Por último, quiero informarles que tengo pensado escribir un especial de Halloween con los personajes de MahoAko y con ayuda de mi maravilloso artista gráfico Lilik quien tanto me ayuda, en serio gracias bro, en fin, chicos disfruten del capítulo 😀

Era una tarde tranquila del día sábado en la residencia de la familia Araga, los pájaros cantaban en el balcón del departamento y en la sala había dos señoras conversando ¿dos? a simple vista más bien era una niña pequeña conversando con una señora de ojos caídos.

— Señora Araga es un té delicioso.

La señora de ojos caídos y cabello purpura elogiaba él té de la «niña»

— Oh por favor, solo dígame Mami-chan, así me dicen mis amigas intimas, además vamos a ser futuras suegras jojojo.

La señora Araga se reía alegremente ante el futuro que les deparaba por sus hijas.

— G-gracias, pero la verdad es que aún estoy muy preocupada ante la relación que tienen nuestras hijas, es demasiado sorpresivo para mí y no puedo relajarme aún.

— Murasaki-chan — La señora Araga dejó la taza de té en su platillo. — Entiendo que mi hija puede ser algo muy extrovertida y muy ruidosa, pero puedo decirle con honestidad que no es una mala chica.

La señora Araga vio una foto en la repisa de la sala, en ella estaba Mami-chan junto a su señora esposa la general Dekai quien estaba con una gran panza.

— Como puede ver soy una señora muy bajita, una beta, las doctoras dijeron que por mi tamaño me sería imposible dar a luz a una hija, siempre tuve deseos de tener una gran familia, pero aparte de las loliconas nadie me hacía caso hasta que conocí a mi esposa Dekai.

La señora Araga se sonrojó para verla nuevamente a la señora Araga.

— Mi hija Kiwi-chan tuvo una infancia algo difícil por lo cual hizo todo lo posible para destacar entre las demás chicas, eso me tenía muy preocupada ¿Se imagina si ella se tomaba fotos eróticas para subirla a redes sociales para llamar la atención de las pervertidas?

El rostro de la señora Araga hacia graciosos gestos de querer llorar.

— Pero todo cambió cuando conoció a su hija Utena-chan — Sonrió. — Desde entonces mi hija ha dejado esa obsesión por querer ser el centro de atención ya que ahora para mi hija su hija es su todo, el amor de su vida.

— Ara… Mami-chan… no lo sabía…

La señora Hiiragi analizaba lo que le acabaron de decir, la primera impresión que tuvo de ella fue encontrarla en la cama de su hija y los golpes que le dio en la cabeza esa misma mañana.

— Por eso Murasaki-chan quería preguntarle algo…

El rostro de la señora Araga se puso serio.

— ¿Preguntarme algo?

— Si.

Murasaki tragó saliva ante lo que le iba a preguntar Mami-chan.

— ¿Cuantas nietas quieres? ¿Le realizamos un baby shower a cada una? ¿Has pensado en que nombres ponerles?

En ese momento Murasaki solo pudo poner cara de poker para segundos después caerse de patas del mueble.

— ¡Por supuesto que no! ¡Mi Utena-chan es demasiado pequeña para tener hijas! ¡Aún van en secundaria!

— Oh no tiene que preocuparse, según Kiwi-chan ella quiere ser la que quede embarazada, su hija no tendrá dificultades, y nosotros cubriremos todos los gastos del hospital y demás cosas.

El rostro de Mami-chan era de gracia inocente, en su mente ella se imaginaba asistiendo al hospital donde su hija acababa de dar a luz a unas quintillizas.

— «Las llamare de acuerdo a sus nombres: Ichira, Nina, Sachi, Yonbiri y Goryu»

— ¡¡Nooooooo!! 

La señora Hiiragi rompió ese sueño lucido que tenía la señora Araga.

— ¿Por qué tan preocupada? Nosotros tenemos dinero, mi señora esposa gana mucho como general.

— Ese no es el problema, como le dije antes mi hija apenas va en secundaria, quiero que ella termine sus estudios y sea una profesional, ya después de eso podrá elegir su camino en la vida, no antes.

— Murasaki-chan…

— No quiero que mi hija cometa mis mismos errores de cuando era joven, era ingenua, enamoradiza, débil y manipulable… no es por ofender, pero el amor es susceptible de cambios, una nunca cabrá que le depare el destino y confiar en alguien así de intensamente como para formar una familia tiene sus riesgos…

En la mente de Murasaki se encontraba la imagen de ella junto con una mujer alta de cabello azulado con traje tradicional japones, luego una escena donde ambas se separan y en la última escena una chica de cabello negro y aspecto fuerte y seductor que la abrazaba por la espalda junto a una sonrisa siniestra.

— Murasaki-chan no quiero ser entrometida, pero… ¿Qué fue lo que pasaste? he notado que no tienes una esposa ¿Qué pasó con la madre de Utena-chan?

— … si se lo cuento ¿Desistirá en su idea de que nuestras hijas tengan bebés tan jóvenes?

— He… hmmm… — La señora lo estaba meditando, ella era incapaz de resistirse a un buen chisme. — ¡Ahhh! ¡Está bien! cuéntame.

En ese preciso instante Murasaki le contó su historia de desamor a Mami-chan, como ella estuvo junto a una mujer llamada Minakami Aoi desde la secundaria, de cómo fueron novias hasta la universidad donde, debido a problemas familiares de su pareja, se terminaron separando y en cómo llegó a su vida una mujer llamada Kuroi con la cual terminó casándose y dando luz a Utena.

— Y así fue como terminé siendo madre soltera de Utena-chan, esa es mi historia…

En frente de Murasaki estaba Mami-chan con unos pañuelos en sus manos secándose las lágrimas.

— ¡P-pero que triste historia! Sniff, sniff, tuviste que dejar a la mujer que amabas y terminaste en una relación con una mujer que te utilizó, te fue infiel y se largó con los ahorros que tenían… 

Murasaki no respondía, solo agarraba su brazo mientras veía a otro lado avergonzada.

— ¿Como hiciste para mantener la casa que tienes? pagarla tu sola debió ser todo un desafío — Pregunto la madre Loli.

— Oh, eso fue porque la compramos en conjunto las dos, las cuotas fueron reconfiguradas gracias a un crédito hipotecario… aún estoy pagando las cuotas hasta el día de hoy, gracias a mi más reciente trabajo en industrias Yuri he podido mejorar un poco económicamente.

— Ya veo — Mami-chan tomó otro sorbo de té. — Murasaki-chan, realmente eres muy fuerte, durante más de una década te hiciste cargo de tu hija, realmente eres admirable.

— Gracias Mami-chan.

— Muy bien, está decidido.

— ¿He?

— Me abstendré a la idea de apoyar a mi hija en tener bebés — La madre de bolsillo se paró del mueble y estiró su brazo hacia arriba. — Esperaremos a que nuestras hijas terminen sus estudios, sean mayores de edad y entonces… ¡podrán tener cuantas hijas sus cuerpos puedan aguantar!

La señora Araga se paró en un banquillo apretando el puño extendido sonriendo.

— ¿Te parece bien Murasaki-chan?

— Mami-chan… 

La señora Hiiragi sonrió y exclamó…

— Muchas gracias, pero me hace dar un poco de miedo de cuantas hijas quiera su hija tener conociendo a mi hija, primero tendrían que hacerse exámenes para comprobar si son compatibles.

— ¿No cree que sean compatibles?

— Bueno, mi hija Utena se parece bastante a mí, ella podría ser una omega y a lo mucho una beta y su hija parece muy animada, ella podría ser la alfa y mi hija tendría que dar luz.

— Bueno podríamos hacerle esos exámenes ahora, pero eso solo haría que Kiwi quiera embarazarse ya, quizás… ¡Ah! ¡Ya sé! ¿Y si las mandamos a una academia que tenga un programa de educación sexual integrado? les mandaran a clínicas especiales donde poder hacerse exámenes especializados.

— Pe-pero ¿eso no es muy caro?

— Jejeje, sí, pero con nuestra economía eso no sería un problema.

— Pero yo no podría pagar algo así…

— Nosotras te ayudaremos.

— No, no, no, eso sería demasiado, no quiero estar en deuda de esta forma.

— Buh… que aburrida eres Murasaki-chan, no te gusta la ayuda de otras personas, eres un poco muy orgullosa.

— No es eso Mami-chan, es solo que… con mi experiencia sé que no puedo depender de otras personas…

— Ya veo… bueno, ehm… ¡Cierto! ¿Dijiste que trabajabas en industrias Yuri?

— ¿He? ¿Mi trabajo? S-si… trabajo allí ¿Por qué?

— Jejeje, tengo también mis contactos y según sé Industrias Yuri tiene convenios con algunos colegios y universidades donde sus graduados van a trabajar allí directamente.

— ¿Qué? ¿En serio?

— Claro que sí, no estoy muy segura al respecto, pero deberías preguntarle a tu jefa al respecto, ella podría ayudarte más de lo que crees.

— ¿Entonces puedo preguntarle a Rushi-san?

— ¿Rushi?

— ¿He? ¡Ah! ¡No, no, no es nadie!

— Heee… 

La señora Araga sonrió con curiosidad.

— Murasaki-chaaan… ¿Me puedes contar un poco más de tu trabajito?

Mami-chan se sentó al lado de Murasaki sonriéndole y acariciándole con sus dedos sus piernas. 

— ¡¿Heeeeeeeeee?!

— ¿Acaso llegó la primavera tardía en tu corazón?

— B-bueno, yo, no es lo que parece…

— Si no me lo dices tendré que obligarte a hacerlo… jijiji

Mami-chan se sentó en las piernas de Murasaki, era una vista muy graciosa ya que parecían madre e hija.

— ¡A-araga-san! ¿Qu-qué crees que haces?

— Oh, nada, solo sentí que tus piernas eran un lugar muy cómodo para mí, jijiji.

La señora Araga estaba moviendo su trasero en el regazo de la señora Hiiragi haciéndola sonrojar mucho, parecía un tomate.

— Pese a tu forma de actuar tan dócil estoy segura de que tú también tienes acción de vez en cuando, tu hija Utena-chan no es tan inocente como aparenta no por nada la descubriste en la cama con mi pequeña Kiwi-chan.

— N-no, eso no, es solo que… U-utena-chan… estaba… confundida… ¡ah!

— ¿He? ¿Qué fue eso? ¿Un gemido? jijiji

— ¡Ahhhhhh! ¡Ya basta! 

Murasaki agarró de la cintura a la madre loli.

— ¡Kya! ¡Nooo! Soy una mujer casada, no puedes abusar así de mi… al menos usa protección.

— Mami-chan… está bien, te lo diré.

— Jijiji, sabía que esto funcionaria, así fue como hice con mi señora esposa cuando hicimos a Kiwi-chan jijiji.

Murasaki-san le contó a su consuegra la «relación» tan curiosa que tiene con Morino Rushi, la jefa del departamento de investigación de industrias Yuri, como el trabajo que tenía era tan «especial» 

— Ya veo, ya veo, aaawww es tan romántico — La señora Araga puso ojos en los corazones mientras juntaba sus manos. — Un romance de oficina entre dos madres solteras.

— N-no somos nada… aún…

— Jiji pero pareciera que podrían estar bien encaminadas.

— E-eso no es cierto…

— Pero pareciera que te gustara ¿No? es una mujer que gana muy bien, quizás hasta más que mi señora esposa.

— El dinero no es lo que importa además ella tiene sus propios problemas y sobre todo por lo de su hija que-

Entonces se escuchó el sonido de una puerta abriéndose.

— Ya te dije Utena-chan, mi madre no está a esta hora, seguro se fue a hablar con sus amigas del club, podemos usar el cuarto todo lo que queramos jijiji.

— Pe-pero Kiwi-chan si tu mamá nos descubre entonces-

Y fue cuando Kiwi encendió la luz de la entrada de la sala, en ella estaban ambas madres de familia que escucharon lo que habían dicho sus hijas, se veían entre ellas fijamente como si fueran dos muñecas de una casa de juguetes se tratara y enseguida giraron sus cabezas como si estuvieran en una película de terror, sus ojos estaban brillando, las de Murasaki eran rojos y las de Mami-chan eran doradas.

— Ah… están aquí…

— ¡Hola mami! ¡Hola suegrita linda!

El cuerpo de Murasaki se llenó de llamas ardientes y su cabello se empezó a erizar hacia arriba.

— Hii-ra-gi… U-te-na…cha…n…

— M-m-m-ma-mamá… yo, este, no es lo que… parece…

— Buenas noches nuerita linda ¿querían hacer bebés en el cuarto de Kiwi-chan? ehe.

— ¡KYAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA!

Se pudo escuchar un grito ensordecedor en todo el departamento lujoso de la familia Araga, en ella estaba Utena corriendo en círculos protegiendo su cabeza mientras su madre la estaba persiguiendo con una chancla en la mano derecha.

— ¡No mamá! ¡Es un mal entendido!

— ¡Sobre mi cadáver vas a tener bebés antes de que te gradúes!

Una escena muy comida que simbolizaba la buena relación que tenían en la familia Hiiragi y Araga pero al fondo de uno de los edificios continuos había alguien que los estaba mirando, tenía una figura llena de vendajes.

— Las encontré, a Imitatio-sama le encantarán estas buenas noticias.

Era Berserga quien las miraba a todas con unos binoculares, la batalla entre las Shio-chan se estaba aproximando mientras que Sulfur seguía su entrenamiento con Imitatio.

— Continuará…