Nota: Disculpen la demora, estas semanas de cortes eléctricos en mi país han sido devastadores, se me iba la luz en la noche y no regresaba hasta la madrugada y para eso mejor me quedaba dormido, ahora que la situación ha mejorado un poco puedo continuar con mis fanfics de Pasión Explosiva y Arcoiris Lunar en directo en mi canal de twitch (www.twitch.tv/ouji_sama)
Chicos oficialmente entramos al arco de las Shio-chan, espero que lo disfruten sobre todo aquellos que leen ambos fanfics, disfruten 😉
Era el mes de octubre, el otoño había ya iniciado, las hojas de los árboles adoptaron un color rojizo y lentamente caían, pasaron más de dos meses desde aquel incidente con los monstruos invernales que atacaron la ciudad y la gente ya se había recuperado de aquello a excepción de una chica de cabello rubio.
— ¿Cuándo vamos a atacar a Baiser? Ya estoy más que lista para enfrentarla.
La chica de cabello rubio estaba discutiendo ante la niña de mirada enigmática.
— Vaya, vaya, sí que estas desesperada por enfrentarla, pero sí, creo que ya es hora.
La niña llamada Imitatio sonreía mientras se aproximaba hacia Kaoruko.
— ¿Quieres saber la verdadera identidad de Baiser?
Cuando Kaoruko escucho aquellas palabras sintió como su piel se erizaba, una corriente eléctrica recorrió su cuerpo, por instinto apretó sus puños incluyendo el artificial que tenía, un aura electriza se empezaba a esparcir hacia el cuarto de la mansión alumbrando las luces intensamente.
— Lo sabía, todo va a salir bien Kaoruko-chan, todo va a salir bien, muy pronto vas a vengar a tu amada.
Imitatio sonrió mostrando los dientes.
— Vas a caer Baiser, Venalita…
…
…
…
Mientras tanto en el colegio todos los alumnos estaban yendo de un lado hacia el otro, cajas dispersas, tablas de madera, pintura y decoraciones varias.
— ¡Vamos! Tráiganlo para acá, no tenemos mucho tiempo, el festival escolar es este viernes.
— ¡Si!
Las chicas del aula trabajaban arduamente para tenerlo todo listo, solo quedan dos días para el gran evento y debía todo quedar listo para el siguiente día, todas estaban allí apoyando mientras tanto en un salón algo apartado de las demás estaba una chica de cabello oscuro y corto tejiendo algo a mano.
— Auch, me volví a pinchar el dedo.
Utena se estaba chupando el dedo el cual se había pinchado.
— Aún no estoy acostumbrada a esto, una cosa es tejer unos peluches pequeños y otra es preparar grandes trajes.
— ¡Iaaaaahh!
— ¡Que hermosa!
— ¿No es muy sexy?
De pronto se pudieron escuchar grandes gritos de chicas impresionadas por algo, eso hizo que Utena alzara la mirada y saliera del pasillo para ver que estaba pasando, al cruzar el pasillo para ir al otro salon pudo ver un gran grupo de chicas de su salón rodeando a alguien que se estaba moviendo, en el centro estaba una chica de cuerpo voluptuoso, aunque de baja estatura.
— ¿He? ¡¿K-K-Kiwi-chan?!
Lo que vio Utena era a Kiwi llena de vendajes que cubrían su cuerpo de una forma bastante erótica, los vendajes blancos con una tonalidad grisácea cubrían las partes más íntimas de su cuerpo, pero apenas, el resto de su cuerpo también estaba vendado, pero dejando muy poco a la imaginación.
— ¡Ah! ¡Utena-chan!
Kiwi al ver a su amada Utena apartó un poco bruscamente a las chicas que le estorbaban para tirarse a ella.
— ¡Kyaaaa!
Kiwi estaba encima de Utena, por el choque algunos de los vendajes se salieron dejando ver más del busto de la chica Araga, Utena estaba totalmente sonrojada mientras el resto de las chicas solo vieron la escena llena de sonrojos en sus rostros, otras sacaron sus cámaras para tomar fotos y otras exclamaron como chicas en medio de una escena de telenovela.
— ¡K-k-kiwi-chan! ¡Nos están viendo!
Utena se paró de inmediato avergonzada, apartó a Kiwi de un manotazo.
— Jejeje, perdón Utena-chan, es que no te veía desde hace tiempo y te echaba de menos.
Kiwi juntaba sus dedos jugando con ellos mientras hacía cara de pato con sus labios.
— Además, ya todas las chicas saben que somos novias.
Kiwi sonrió muy feliz.
— Perdón Hiiragi-chan por tener tanto tiempo a Kiwi-chan, pero ella va a ser una de las atracciones en la casa embrujada para el festival escolar.
Dijo una de las estudiantes quien usaba lentes.
— N-no, está bien, sé que es muy importante.
— Si te hubiera interesado podrías haber participado también pero como fantasma.
— ¿Fantasma? — Utena se imaginó vistiendo un traje aterrador y le dio miedo — N-no, estoy bien ayudando con la costura jeje — Era notorio que Utena les tenía miedo a los fantasmas por eso su negativa a participar.
— ¿Como te va con los vestidos Hiiragi-san? — Preguntó la chica de lentes.
— Para esta tarde estarán listos — Utena respondió educadamente.
— Perfecto, entonces chicas mañana debemos tenerlo todo listo para el festival escolar y ganaremos ese viaje a las aguas termales, digo seremos la mejor clase del colegio ¿están conmigo?
— ¡Siiii!
Todas las chicas del salón alzaron sus puños en señal de estar listas.
Los preparativos para el festival escolar eran intensos, cada salón debía elegir un tema, algunos eligieron un café cosplay, otros una exposición de su respectivo club escolar, la clase de Utena decidió elegir una temática de terror aprovechando que estaban próximas las fiestas de Halloween que, aunque fuera una fiesta extranjera se había vuelto muy popular en Japón por el asunto del cosplay.
Pasó el día y Utena tenía listo el traje de las chicas que harían de fantasmas, Kiwi seguía rondando con su traje erótico de momia que más que dar miedo provocaba otras reacciones hacia las chicas que la veían.
La noche estaba llegando al día jueves, muchas clases se quedaban hasta tarde para tenerlo todo listo entre ellas Utena.
— ¡Finalmente lo tengo listo!
Utena calló rendida en el pupitre donde estaba sentada, había mejorado mucho en esas semanas que le tocó hacer de costurera, pero estaba satisfecha por su obra.
— Ahora solo falta entregarlo a las chicas y ya habré terminado ¿Kiwi aún me seguirá esperando?
Utena sacó su teléfono móvil para mensajear a su novia.
— «Kiwi-chan, ya terminé los trajes, voy a ir a entregarlos ¿Nos vemos a la salida?»
— «Claro, ya quiero verte Utena-chan, quiero sentir tu calor.»
Entonces una foto se adjuntó al mensaje, era Kiwi quien había apartado las vendas de su traje para mostrar uno de sus pezones que estaba tan rosado y tierno como ella recordaba.
— «¡Kiwi-chan! ¡No envíes esas fotos o nos podrían descubrir!»
— «Jejeje, perdón, cuando esto termine quiero que me quites los vendajes en la cama.»
Utena estaba sonrojada por el mensaje, pero luego de unos segundos sonrió pervertidamente, ambas no habían tenido sexo desde que empezaron los preparativos para el festival escolar por lo cual estaba con muchas ganas acumuladas, tocarse ella misma con las fotos y videos de Kiwi enseñándole su erótico cuerpo le ayudaban un poco pero no era suficiente, ella quería sentir el calor y la suavidad del cuerpo de su novia, sentirla con sus manos, sus dedos y su lengua.
— Bien, vamos a entregar los trajes.
Utena se levantó del pupitre y se dirigió a la puerta, pero cuando esta la abrió alguien la esperaba allí.
— ¡Kya!, disculpa, estaba por retirarme y-
Era la imagen de una chica algo alta de cabello azulado largo con su uniforme escolar.
— Sayo… chan…
— Buenas noches Hiiragi-san, vine a recoger los trajes que cosiste para las demás chicas en el festival escolar — «Sayo» se dirigió muy formalmente hacia Utena.
— S-si… este, se supone que yo debía ir a entregarlos y pues…
— No hace falta, me mandaron a recogerlos para que ya puedas retirarte a descansar, mañana es el gran día y debes estar cansada.
— E-entiendo… está bien… aquí tienes…
— Gracias Hiiragi-san, que tengas buenas noches.
— Espera, Sayo-chan…
— ¿Sí? ¿Necesitas algo Hiiragi-san?
— Yo… lo siento… por todo lo que pasó…
Sayo, aunque fuera una imitación, seguía teniendo la imagen de la chica a la cual una vez le prometió que estaría con ella, la chica mágica con la cual tuvo un amorío, una relación prohibida, luego de haberla visto transformarse en ese monstruo seguía teniendo un profundo sentimiento de culpa dentro suya.
La Sayo, quien en realidad era una marioneta realista, se quedó viendo unos segundos a Utena, el aula estaba desierta, las luces de la noche habían llegado, solo las luces del salón iluminaban el ambiente, el sonido de las luces se podían escuchar y tras aquello…
— No tienes de que disculparte Hiiragi-san, estas haciendo un gran trabajo como costurera, estoy segura de que todo saldrá bien, bueno ahora si me disculpas debo entregar esto, que tengas buenas noches.
La Sayo marioneta se retiró del salón caminando hacia el pasillo oscuro.
— Sayo…
En el pasillo oscuro estaba caminando la Sayo marioneta el cual en sus ojos solo podía verse unas leves luces, esos ojos no solo veían algo, sino que también lo transmitían hacia algún lado, en cierto lugar muy lejos del colegio estaba una criatura mágica de aspecto gatuno volador de color blanco.
— Hiiragi-san ¿En verdad lo sientes?
Era Vatz, la mascota mágica quien volteó la mirada hacia donde estaba la verdadera Sayo encadenada y llena de sellos.
…
…
…
El festival escolar finalmente llegó, todo el colegio se llenó de adornos y decoraciones varias para festejar por todo lo alto, muchos globos se regalaban a las niñas que llegaban junto a sus madres.
— ¡Bienvenidas al festival escolar!
Eran chicas vestidas de arlequines dándole la bienvenida a las visitantes.
Habían puestos de comida tradicional por toda la entrada del colegio, takoyaki, ramen, tonkatsu, dulces tradicionales y otros más occidentales como algodones de azúcar y manzanas caramelizadas.
— ¡Oh! ¿Acaso son Arlequines? Eso es nuevo ¿No lo crees Nemo-chan?
— Si, se ven raras ¿Acaso el festival es de temática medieval?
Ambas chicas iban vestidas con sus uniformes escolares caminando muy juntas, Matama tenía una manzana caramelizada en su mano
— Utena y Kiwi-chan nos invitaron a venir, bueno en realidad solo Kiwi-chan ¿Acaso quiere darnos una sorpresa? — Exclamó la chica de coletas.
— Bueno de todas formas si con esto podemos saltarnos clases no me molesta — La chica con dientes de tiburón sonreía mientras jugaba un videojuego en su móvil.
— ¡Nemo-chan! Venimos a divertirnos, no seas aguafiestas.
— Sabes que no me gusta mucho estas cosas, solo accedí venir para saltarme clases.
— ¡Jum! Que testaruda eres… o acaso… ¿preferirías estar en otro lado?
Matama le susurró al oído a Nemo quien al escucharlo presionó mal los botones y el monstruo terminó matando a su personaje.
— ¡T-tonta! ¿De que estas hablando aquí en medio del festival?
— ¿Qué de que estoy hablando? ¿No es obvio? — En ese entonces Matama sacó de quien sabe dónde un micrófono. — En un karaoke escuchando de forma exclusiva mis nuevos temas musicales para mi canción debut.
— Ah…
Tras unos segundos la pasiva «gaymer» caminó a toda prisa para alejarse lo más pronto posible de la idol exorcista.
— ¡Nemo! ¿A dónde crees que vas? ¡No te alejes de mí!
La «idol» caminó a toda prisa para alcanzar a su única fan, ella no la veía, pero la pasiva de dientes de tiburón estaba totalmente sonrojada, en su mente solo estaba la idea de que ella mal pensó lo que quería hacer Matama.
— Idiota, idiota, idiota…
…
…
…
Unas chicas estaban caminando con una pequeña linterna en la mano, estaban en medio de un pasillo estrecho y oscuro hasta que llegaron hasta lo que parecía ser un sarcófago el cual se abrió liberando lo que era una momia… si las momias tuvieran glándulas mamarias enormes que rebotaban por su movimiento.
— ¡Buaaaaaa! ¡Cerebros! ¡Denme sus cerebros! — La momia exclamaba.
— … jajajaja ¿Eso se supone que es una momia? pero si las momias no comen cerebros, esas son las zombis ¿No lo crees…?
La chica volteó a ver a su pareja quien estaba sangrando por su nariz al ver tremenda «trama» de la momia que dejaban poco a la imaginación y alzaba su cámara de fotos a capturar ese momento.
— ¡Oye! ¿Qué le estas mirando? ¡Pervertida!
— ¡Kyaaaaaa!
Se pudo escuchar el sonido de una fuerte cachetada tras un grito de agonía, unos segundos después una de las chicas salió del salón escolar adornado como casa del terror, estaba arrastrando a su pareja quien tenía la marca de una cachetada en su mejilla.
— G-gracias por su visita…
Era Utena quien estaba sentada en una mesa pequeña al lado de la entrada de su salón de clases, tras eso la cabeza de Kiwi se asomó de su salón de clases.
— Jejeje, sí que las asusté.
— N-no se si esto sea asustar Kiwi-chan…
— Hiiragi-chan, Kiwi-chan, es hora de su descanso, yo me haré cargo de asustar a las parejas.
Era la representante del salón quien estaba vestida como una fantasma, fue Utena quien bordó dicho traje.
— ¡Yay! Vamos Utena-chan, me estoy muriendo de hambre — Kiwi tomó la mano de su pareja inmediatamente para salir a comer.
— ¡K-kiwi-chan!
…
…
…
Utena y Kiwi estaban en la terraza del colegio, las nubes estaban tapando la luz del sol por momentos para luego dejarlo iluminar todo de nuevo.
— Kiwi-chan ¿No estaba cerrada la azotea por el festival escolar?
— Jejeje, digamos que tengo mis formas de tener la llave, sabía que nadie estaría aquí.
Utena caminó hacia el filo de la terraza el cual estaba cubierta por una valla de seguridad.
— Increíble, se puede ver todo el festival desde aquí y… ¡Ah! — Utena se agachó.
— ¿Qué pasa Utena-chan?
— N-nada, es solo que creí que una niña me había visto, es mejor no acércanos mucho o nos podrían ver.
— Oh, bueno, vamos a comer.
— S-si…
Utena y Kiwi trajeron sus bentos, cajas de almuerzo japonés, ambas chicas comieron sus respectivos alimentos, Kiwi hacia bromas como dejar caer unos trozos de chorizo en forma de pulpo en sus enormes pechos y Utena debía quitarlas con su boca, Kiwi hacia gestos eróticos cuando Utena se los tenía que agarrar.
— Jajaja, si ¿Puedes creerlo? le dio un tremendo golpe a su novia luego de verme.
— Pobrecita…
— Utena-chan, este último mes ha sido grandioso, ahora somos novias, las chicas del colegio nos apoyan, las demás chicas de Enormita nos apoyan e incluso nuestras madres están de acuerdo en que estemos juntas — Decía sonriente Kiwi.
— Si… aunque ya te dije que no vamos a tener hijas hasta graduarnos.
— Buh… yo si quisiera que me embarazaras muchas veces, pero bueno.
— Kiwi-chan, mejor divirtámonos con lo que tenemos….
— Jeje, si, tienes razón.
En ese momento Kiwi se inclinó para recostarse en el regazo de Utena, una nube hizo sombra en donde estaban ambas chicas.
— Utena-chan.
— ¿Sí?
— Te amo.
— Ah… — Utena se sonrojó mientras Kiwi sonreía también sonrojada.
— ¿Me amas también Utena-chan? — Kiwi puso ojos de cachorra.
— Kiwi-chan… si… te amo, te amo con todo mi ser…
Utena inclinó su rostro para besar a Kiwi quien estaba en su regazo, sus labios chocaron y entonces una lengua se deslizo hacia la boca de la otra, era Utena quien estaba degustando la boca de su novia.
— ¡Hmmmm!
La mano de Utena se deslizo desde las piernas de Kiwi hasta su entrepierna la cual tenía vendajes que apenas tapaba su panty blanca que era muy diminuta.
— Hah… Utena-chan ¿Quieres hacerlo aquí?
— S-si…
Las piernas de Kiwi se abrieron a medida que la mano de Utena deslizaba sus dedos hacia la panty blanca de su novia, la apartó lentamente para permitir que sus dedos pudieran sentir la suave intimidad de la chica Araga la cual estaba muy mojada por los toques que recibía.
— Utena-chan, tus dedos se sienten muy ricos.
— Y tu estas tan mojada como siempre.
Ambas chicas se besaron intensamente, Utena ahora le quitó los vendajes que estaban a la altura del pecho de Kiwi dejando al aire libre uno de sus pezones rosados.
— Buen provecho ¡Ñam!
Utena abrió su boca para luego meter el pezón de su novia en su hambrienta boca y succionar lo que había allí.
— ¡Kyaaaa! ¡Utena-chan está succionándome allí, aunque no estoy embarazada aún!
La escena era demasiado explicita, los dedos de Utena estaban clavados dentro de Kiwi quien movía sus piernas con perversión al sentir su interior ser invadido.
— ¡Más! ¡Más! ¡Nyaaaaa!
Los dedos de Utena tenían un auténtico festival dentro de la húmeda y caliente intimidad de Kiwi quien sintió como una corriente eléctrica invadía su cuerpo para posteriormente estirar lo más fuerte que pudo sus piernas, los dedos de sus pies apretaron muy fuerte, su boca y lengua se abrieron lo más posible y por último un líquido transparente chorreó de su intimidad.
— Hah… ha…. ha… me corrí con tus dedos…
— ¿Te gustó Kiwi-chan?
— Me… me… encantó… bésame… bésame Utena-chan…
— Claro.
Ambas chicas se besaron allí mismo en un sitio que si alguien las viera desde el espacio habría disfrutado del mejor espectáculo del mundo.
…
…
…
— Nemo-chan ¿Es aquí donde dijo Utena y Kiwi-chan que estarían?
— Eso creo, en el chat grupal lo dice.
Ambas chicas estaban frente al salón de clases de Utena y Kiwi.
— Oh ¿Quieren pasar a la casa embrujada? es para parejas que se aman mucho, mucho.
Lo dijo la chica que estaba sentada en la mesa, estaba cubierta con una capa que no dejaba ver su rostro.
— Este, por si acaso ¿No ha visto a una tal Utena-chan por aquí? es una chica de esta altura, tiene ojos caídos como de pez muerto, cabello corto con un mechón parado como de antena y medio encorvada casi pareciendo jorobada — Describió la idol con voz de arma de destrucción masiva.
— Oh, si, esa descripción es muy exacta, está adentro, pueden ir chicas.
— Gracias, vamos Nemo-chan, entremos.
— ¡E-ey! ¡Más despacio!
Ambas chicas entraron al salón.
— Jeje, ambas chicas… realmente se veían muy bien, tan bien que ya quiero verlas hacer cositas…
La chica con la capucha negra estaba moviendo su mano bajo toda esa tela, se estaba agarrando sus pechos, por debajo abría sus piernas para permitirle a su mano sobar esa zona, si no fuera por lo cubierta que estaba se vería todo un espectáculo.
…
…
…
— ¡Se nos hizo tarde! ¡Se nos hizo tarde!
— Jeje pero cogimos bien rico.
— ¡No digas eso en voz alta!
Utena y Kiwi estaban corriendo ya que su descanso había acabado, llegaron hasta el pasillo donde estaba su salón el cual no había nadie en la entrada.
— ¿He? ¿D-donde está la presidenta? — Se preguntaba Utena muy asustada.
— Quizás se fue a comer algo ¿o se habrá ido a coger también con su novia? jijiji.
— ¡K-kiwi-chan! ¡No es momento para las bromas!
En ese momento se vio a alguien al final del pasillo, una niña de cabello gris usaba un pantaloncillo que dejaba al aire sus piernas, una camiseta larga y una sonrisa muy juguetona.
— ¡Ah! Disculpa señoras ¿Es esta la casa de los horrores? — Preguntó con inocencia la niña.
— ¡¿S-señoras?! — Una vena se pudo ver en la frente de Kiwi.
— S-sí, e-esta es la casa de los horrores de nuestra clase, este, disculpa niña ¿Estás perdida?
— ¿Yo? Bueno, algo así, es que tenía unas amigas que se perdieron y quiero encontrarlas ¿Me podrían ayudar?
— ¿Ayudar? Este, pero estamos algo ocupadas y…
En ese preciso momento se pudieron escuchar unos gritos terribles de susto y desesperación, eran las voces de Matama y Nemo, ambas salían del salón de clases donde era la casa del terror.
— ¿He?
— ¿Como?
Utena y Kiwi voltearon sus rostros asustados por lo que escucharon, podían reconocer aquellos gritos, eran sin dudas de sus amigas y compañeras de Enormita.
— ¡Ah! ¡Ya las encontré!
La niña misteriosa corrió alegremente hacia el interior del salón.
— ¡E-espera niña!
— ¡Utena-chan!
Utena y Kiwi entraron al salón de clases persiguiendo a la niña misteriosa, tras meterse dentro una especie de luz iluminó la entrada para luego echar un vapor blanco y luego apagarse para estar de nuevo a oscuras.
Tras unos segundos unas mujeres salieron de aquel sitio riéndose.
— Jajaja ¿Viste a la fantasma?
— Si, no dio miedo.
Tras unos segundos salió la presidenta quien estaba vestida de fantasma
— ¡Rayos! No soy tan buena como Kiwi-chan asustando ¿Dónde rayos están metidas esas novias? ya debieron regresar.
— Ah, presidenta ¿Aún no regresan Utena y Kiwi?
— No ¿Y tú? ¿Dónde estabas?
— Fui a por una bebida, igual no había nadie.
— Entiendo, bueno, nos tocará esperarlas, solo espero que estén bien.
— Continuará…