Nota: Tras tres semanas de ausencia por culpa de los apagones de mi país Ecuador finalmente he regresado con el fanfic más popular de todo el fandom de Mahou Shoujo ni Akogarete: Arcoíris Lunar. Este capítulo es el más ambicioso que he hecho hasta ahora donde contaré los secretos de la familia Minakami, una idea que se me ocurrió mientras hacía ejercicio trotando.
Quiero decirles que cuando termine Arcoíris Lunar lo voy a editar para convertirla en una historia original de chicas mágicas gracias a todos los elementos originales que le he agregado, espero que lo disfruten al igual que las personas que me acompañaron en directo en twitch (www.twitch.tv/ouji_sama) nos vemos la próxima semana si los apagones de luz de Ecuador no lo impiden.
Era de noche en la residencia familiar Minakami quienes son los propietarios del templo, madre e hija se encontraron vestidas con sus trajes tradicionales sintoístas en una habitación de aspecto antiguo, en medio había una tetera, algunas tazas hechas de materiales tradicionales y algunas hojas de té, las mujeres se encontraban sentadas una frente a la otra.
— Mamá ¿Pasó algo? ¿Por qué me pediste que me vistiera con mi traje ikan?
La madre estaba con una mirada seria en su rostro, el ambiente se sintió pesado, el menor ruido podía oírse como el de las ramas de los árboles moviéndose por el frio viento nocturno.
— Sayo-chan ¿Alguna vez te he contado la historia de cómo fue que me convertí en la cabeza de la familia Minakami y podemos ahora vivir en este antiguo templo?
La señora Minakami tomó con mucha delicadeza la taza de té, el vapor del líquido podía verse, el aroma de las hojas de té era de menta y dulce, el sabor no era exactamente dulce, de hecho, era amargo pero lo que más se valoraba de dichas bebidas era la sensación que dejaba en la garanta, una sensación dulce.
— S-si… fuiste la elegida de entre todas mis tías y demás chicas de la familia Minakami, eras la más apta y preparada para el cargo.
Aoi bajó la taza de té de nuevo en el plato que estaba en el piso donde ambas estaban sentadas formalmente.
— En parte es verdad, pero hay mucho más que solo ser alguien preparada.
La mamá de Sayo miró a los alrededores de la habitación, estaba hecha de materiales muy antiguos pero muy bien conservados.
— ¿Sabes cuantos años tiene este templo? — Preguntó la madre.
— Tiene al menos quinientos años ¿no?
— Exacto ¿Y sabes de donde desciende la familia Minakami?
— Si, es una de las familias de sacerdotisas sintoístas más respetadas de todo japón, pero ¿Por qué todas estas preguntas mamá? me estas poniendo… un poco nerviosa.
— Cuando tenía tu edad tuve a alguien que me gustaba mucho.
Cuando su mamá le dijo aquello Sayo se puso algo nerviosa, agarró su traje ikan y pensó inmediatamente en Utena ¿Acaso su madre la había descubierto? ella siempre tuvo cuidado en tener todas sus aventuras con Utena muy lejos de su casa, no estaba lista para decirle la verdad a su madre más sabiendo el tipo de relación tan… «especial» que tenían ambas.
— ¿E-en serio m-mamá? ¿Y c-como era ella? — Preguntó Sayo tratando de disimular su nerviosismo.
— Era una chica algo tímida, muy nerviosa y que se avergonzaba fácilmente, las chicas del colegio se metían mucho con ella, cuando salí de mis actividades del club de té vi como algunas chicas trataron de abusar de ella y la defendí con todas mis fuerzas, agarré una espada de madera que había cerca y las enfrenté.
Sayo se tranquilizó un poco al escuchar aquello, imaginar a su madre en sus tiempos de juventud blandiendo una espada enfrentando a chicas abusadoras que trataron de hacerle daño a la chica que le gustaba le llenaba de admiración.
— ¡¿En serio?! — El rostro de Sayo estaba resplandeciendo.
— Si, fue en ese momento donde nos hicimos amigas, durante toda la secundaria estuvimos juntas, yo en clases de té y ella en el club de literatura, solíamos vernos a la hora de salida y caminábamos juntas. Poco a poco nos hicimos más y más unidas hasta que en el último año de secundaria tuvimos que elegir a que instituto iríamos.
…
— ¿A dónde vas a estudiar Murasaki-chan?
— Voy a estudiar en un instituto cerca de casa, mi familia no quiere pagar demasiado dinero por mis estudios así que eligieron el más barato posible.
— Esas idiotas ¿Siguen eligiendo a tu hermana mayor solo porque es una alfa?
— No, está bien Aoi-chan, tampoco es que esperaba mucho, solo soy una simple omega, de seguro solo esperarán que no les cause problemas mientras invierten en alguien que valga más la pena que yo.
Murasaki miraba triste hacia un lado mientras intentaba sonreír, a su lado estaba Aoi apretando los dientes llena de indignación por la situación en la que estaba su amiga.
— ¡Murasaki-chan!
— ¡¿S-sí?!
Aoi se paró energéticamente asustando un poco a Murasaki quien solo pudo responder como una soldado a su capitana.
— Lo he decidido, iré a estudiar a tu mismo instituto.
— … ¡¿Qué?!
Murasaki también se paró enseguida por tal noticia.
— ¡A-Aoi-chan! No tienes que hacer eso, perteneces a la respetada familia Minakami, de seguro tu familia espera que estudies en un mejor instituto, no tienes que hacer todo eso por mí.
— Murasaki-chan, yo no puedo seguir permitiendo verte aguantar todo esto tu sola, quiero apoyarte, seguirte a donde vayas.
Aoi agarró firmemente las manos de Murasaki mirándola a los ojos.
— ¿P-por qué? — De los ojos de Murasaki se derramaron lagrimas que caían en sus mejillas — ¿Por qué haces todo esto por alguien como yo?
— ¡No sigas subestimándote! eres una mujer mucho más fuerte de lo que crees, no te rindes en lo que haces y sigues adelante pase lo que pase y sobre todo yo… yo…
Aoi tomó de la cintura a Murasaki inclinándola levemente hacia atrás.
— Porque te amo…
Murasaki recibió un beso en sus labios por parte de Aoi, las hojas rojizas de otoño cayeron por la brisa bañando los alrededores de ambas chicas.
— Murasaki-chan ¿Aceptarías ser mi novia?
Más lagrimas cayeron de las mejillas de Murasaki.
— M-me haces tan feliz… yo… yo… ¡Acepto!
Ambas chicas se abrazaron y sellaron su compromiso con otro beso.
…
— Y así fue como me hice novia de ella, apenas teníamos unos pocos meses de diferencia de edad por lo que nos graduamos al mismo tiempo, la seguí al instituto donde ella iba a estudiar.
Aoi vio a donde estaba su hija quien tapaba su boca con una de sus manos delicadamente mientras tenía sus ojos húmedos.
— N-no tenía idea mamá… lo siento… — Sayo se limpió sus ojos con un pañuelo que sacó de las mangas de su traje ikan.
— Descuida, pero hija de seguro ya te has de imaginar como resultó mi relación con ella.
En ese momento Sayo abrió los ojos y miró a su madre.
— Su relación no pudo perdurar.
— Exacto…
Aoi le sirvió una taza de té a su hija quien la bebió de forma ceremonial como solo podrían hacer las sacerdotisas.
— Ambas estuvimos juntas durante toda la preparatoria e incluso fuimos a la misma universidad, ella estudió administración de empresas y yo historia japonesa.
— ¿Por qué se separaron?
Cuando Sayo hizo esa pregunta el rostro de su madre adquirió una expresión de melancolía.
— A eso quería llegar.
Aoi miró hacia una parte de la habitación donde había varias fotos antiguas en blanco y negro con las anteriores cabezas de familia de las Minakami.
— Cuando estaba en mi segundo año de universidad mi abuela nos llamó a todas sus nietas.
…
Hace dieciséis años:
El templo de la familia Minakami recibió varias visitas, muchas mujeres jóvenes con sus respectivos trajes ikan, en el salón principal del templo estaban reunidas todas rodeando a una señora de avanzada edad quien estaba sentada en una almohada, sus arrugas reflejaban la edad que tenía.
— Jovencitas, como sabrán mi tiempo en este mundo está llegando a su fin y por ello ha llegado el momento de elegir a la siguiente sucesora como cabeza de la familia Minakami y he decidido que una de ustedes será quien lo sea.
— P-pero madre ¿Por qué elegir a una de tus nietas y no a una de tus hijas?
Una señora protestó.
— ¡Silencio! Soy Minakami Tsuki, la cabeza de esta familia y tengo el poder de elegir quien será mi sucesora.
— Madre…
En medio de todas esas chicas jóvenes estaba Aoi y su hermana, detrás de ella estaba su madre quien supervisaba todo.
— A partir de ahora y en el transcurso de estos meses iré a visitarlas a cada una de ustedes jovencitas, probaré sus habilidades y aptitudes para ser cabeza de familia, sea en sus casas particulares o en los diferentes templos secundarios, no les avisaré cuando llegaré así que espero estén preparadas.
Todas las nietas y sus madres se dispersaron, se quedaron en el gran patio del templo principal, cada una estaba conversando con sus familiares directas sobre lo que había pasado entre ellas estaba Aoi junto a su madre y su hermana.
— Chicas, escuchen bien, si queremos seguir teniendo un techo donde vivir tienen que cumplir con sus deberes como sacerdotisas de la familia Minakami ¿Entendieron?
— ¡S-si!
Ambas hermanas respondieron al unisonó.
…
Regresando al tiempo moderno, Aoi y Sayo estaban caminando por el templo Minakami, el frio de la noche era notorio pero sus trajes gruesos las protegían.
— Entonces ¿Fue una competencia para ser la cabeza de la familia?
— Si, éramos al menos unas doce sacerdotisas, nos reunimos en este templo que es el principal, hay más templos, pero son los secundarios, están repartidas en diferentes ciudades y provincias del país.
— No debió ser fácil mamá.
— En efecto, no lo fue.
— Entonces ¿Fue aquella competencia lo que hizo que te separaras de la chica que amabas?
— Más o menos, pero de haber elegido entre representar a la familia Minakami y mi relación amorosa obviamente habría elegido ambas, podría haberlo hecho sin problemas.
— Pero ¿Qué pasó?
Aoi se detuvo a mirar un gran árbol el cual tenía en su tronco un sello que le rodeaba, era un Shimenawa.
— El peligro en nuestra relación no eran las actividades sintoístas como tal, sino… la competencia por ser la cabeza de la familia Minakami.
…
Hace dieciséis años:
En el árbol más grande del templo Minakami varias sacerdotisas y aprendices se reunieron a ver lo que había en ella, en el piso yacía una chica llorando.
— Chicas, chicas ¿Qué está pasando? ¿Por qué este alboroto?
Era Aoi quien pasó por en medio de todas las chicas, al ver lo que pasó supo comprenderlo todo al instante. En el tronco del árbol yacían varias fotos de la chica que estaba en el piso llorando, estaba ella saliendo de un hotel de amor con una chica distinta.
— No puede ser…
La chica se retiró de la competencia, la vergüenza la abrumaba al saber que ella era una mujer promiscua.
— ¿Puedes creerlo?
— Si, que vergüenza ¿Y así quería ser la cabeza de familia?
Unas semanas después se descubrió que la familia de una de las candidatas estaba metida en un esquema piramidal utilizando sus influencias como sacerdotisas sintoístas, después otra de las candidatas se le fue expuesta sus notas escolares las cuales eran deficientes siendo una vergüenza para la familia. Por último, otra de las candidatas sufrió un grave accidente el cual la dejó hospitalizada por lo cual no sería apta para competir.
De las doce candidatas solo quedaban la mitad, seis, entre ellas estaba Aoi y su hermana.
— Muy bien chicas, hasta ahora lo han hecho muy bien, ninguna de ustedes tiene trapos sucios que esconder ¿Verdad?
Mi madre sonreía maléficamente, como si estuviera ocultando algo, luego de aquello me enteré de que ella fue una de las que filtró información vergonzosa que alejó a varias candidatas.
— Pero nos hace falta algo, conozco a mi madre y lo que ella más desea es que su linaje perdure para siempre, por lo cual chicas. — La madre sonrió.
— Necesito una nieta.
Unos días después, en la universidad:
— Aoi-chan ¿Dónde has estado últimamente? No has contestado mis llamadas ¿estás bien?
Murasaki se encontraba en el parque del campus universitario junto con Aoi.
— Disculpa, son asuntos familiares que me han tenido muy ocupada…
— ¿Segura? Te noto algo desgastada, tienes grandes ojeras, incluso más que las mías.
Murasaki le tomó de la frente a Aoi.
— Si, estoy bien, gracias, Murasaki-chan.
Aoi miró lo gentil y atenta que era su novia, desde que se hicieron pareja hace tantos años, tenía planeado casarse con ella en un futuro cercano, apenas terminaran la universidad, solo hacía falta un año para que se graduaran, pero entonces una frase se le vino a la mente.
— «Necesito una nieta»
La frase de su madre pidiendo una nieta para tener más posibilidades de ser la cabeza de la familia Minakami.
— Murasaki-chan…
— ¿Sí?
— Alguna vez… ¿Has pensado en ser… mamá?
La pregunta de Aoi hizo que Murasaki se quedara pensativa.
— ¿Aoi-chan? ¿Y esa pregunta?
— E-este… solo es… curiosidad.
Tras unos segundos de pensarlo Murasaki tuvo su respuesta.
— Si es contigo, no me molestaría ser mamá.
— Murasaki-chan…
Tras aquello ambas chicas se besaron, unas horas después ellas estaban en un hotel de amor, Murasaki estaba acostada en su cama mientras Aoi se encontraba parada mirando dormida.
— Si es conmigo… Murasaki-chan podría tener a mi hija, quizás no sea una mala idea ¿verdad?
Tras unos días:
— ¡Mamá! ¡Estoy embarazada!
Era la hermana mayor de Aoi quien estaba celebrando la gran noticia junto a su madre.
— Bien hecho Ao-chan, me llenas de mucho orgullo, a diferencia de Aoi-chan quien aún no ha logrado embarazarse.
— Mamá…
— ¿Por qué tardas tanto? ¿Tu novia no es una omega? debería serte fácil embarazarla como la beta que eres.
— Ella no quiere tener hijos hasta acabar la universidad, debes respetar esa decisión.
— Jum, como sea, ahora de Ao-chan está embarazada tendremos asegurado el puesto como cabeza de la familia Minakami.
Unos meses después:
Una ambulancia recorría las calles de la ciudad a toda prisa, la lluvia hacia difícil el camino, dentro de ella estaba Aoi y su madre, la mano de Ao estaba siendo sostenía por su progenitora y su hermana menor Aoi.
— ¡Hija! ¡Resiste!
— ¡Hermana!
La ambulancia llegó al hospital, Aoi y su madre estaban en el pasillo del hospital hasta que salió la doctora.
— ¿Es usted la señora Minakami?
— ¡Si! Doctora, por favor, dígame como esta mi hija.
— Su hija esta estable, pero desafortunadamente su hija… sufrió un aborto espontaneo…
— ¡¿Qué?! ¡No puede ser! ¡No me diga eso!
Unos días después en el templo Minakami, de las seis candidatas solo quedaban cinco, entre ellas Aoi, la matriarca de la familia miraba a sus nietas con mucho cuidado.
— Veo que de las doce solo quedan ustedes, ya ha pasado casi un año desde que dije que elegiría a una de ustedes como mi sucesora, ya no puedo seguir esperando, daré mi veredicto en el festival de verano de este año que será en unos tres meses desde ahora.
Las chicas salieron del templo, las madres de las candidatas se reunieron con sus hijas, se pudo escuchar algo entre murmullos.
— ¿Te enteraste? Ao-chan perdió a su hija.
— Que desafortunada, si hubiera dado a luz seguro habría obtenido el puesto como cabeza de familia.
— De seguro ingería sustancias prohibida y por eso aborto.
— Oí rumores de que quizás tuvo una enfermedad de transmisión sexual.
Cuando Aoi escuchó aquellos murmurios no hizo más que sentir rabia, sus tías y primas eran unas auténticas víboras sedientas de poder, fue entonces cuando recordó que fue su madre quien difundió esas fotos comprometedoras de aquella candidata y es cuando los cables conectaron.
Tras reunirse en casa con su madre Aoi recibió una fuerte cachetada.
— ¡¿Como que no puedes darme una nieta?!
El ardor en el rostro de Aoi era notorio, su madre estaba furiosa.
— ¡¿No sabes lo que he hecho para que hayas llegado tan lejos para ser candidata?!
Detrás de la madre estaba Ao-chan sentada viendo a los árboles de cerezos, era primavera, la hermana mayor acariciaba su vientre recordando lo que alguna vez tenía allí.
— L-lo siento, pero… no puedo obligar a mi novia a tener hijas, además… estoy segura… de que ella estaría en peligro.
— ¿Peligro? ¿De qué hablas?
— Fuiste tu ¿Verdad? la que filtró las fotos de mi prima saliendo de aquellos hoteles.
— Pero que estas… — En eso el rostro de enojo de su madre pasó a uno de complicidad al sonreír.
— ¿Y qué si lo hice? era una zorra, se acostaba con tanta chica viera, lo único que hice fue contarle a las demás su verdadero ser.
— Lo sabía, entonces no debería de sorprendernos por lo que pasó Ao-chan.
— ¿Te refieres a lo que dijo la doctora?
— ¡Si! Los exámenes dan a entender que Ao-chan bebió las raíces de una planta que inducen al aborto, esas plantas se pueden conseguir en algunos templos de las Minakami ¿No lo entiendes mamá? estamos en peligro en esta competición.
— No digas tonterías ¿Crees que no lo sé? fue culpa de Ao-chan el no haberse cuidado lo suficiente, es parte responsable.
— ¿Res…ponsable?
— ¡Claro! Ella conoce los riesgos, sabe lo que podría pasarle menos tú y será mejor que te pongas en guardia y ya me des una nieta, solo tenemos tres meses, o me das una nieta… o te desheredo y te marcharás de esta casa.
— Mamá…
— Es todo.
Durante la primavera varias parejas se reúnen para observar el florecimiento de las sakuras, una de ellas era Aoi y Murasaki quienes se tomaban de las manos.
— Que rápido pasa el tiempo ¿desde cuándo estamos juntas Aoi-chan?
— Siete años, desde que íbamos en la secundaria.
— Es increíble que hayamos durado tanto, te amo Aoi-chan.
— Yo te amo a ti Murasaki-chan…
Esa misma noche:
— ¿C-cómo? ¿Qu-qué dijiste?
— Lo siento Murasaki-chan, yo… no puedo seguir contigo…
Los ojos de Murasaki estaban abiertos de par en par, ambas chicas estaban en el parque, las luces del alumbrado público ensombrecían sus rostros hacia abajo.
— ¿Pero… por qué? — Murasaki agarró el vestido de Aoi.
— ¡¿Por qué?! ¡¿Por qué?! ¡¿Acaso hice algo malo?! ¡¿Hice algo que te ofendiera?!
Aoi no hizo mirar el rostro lleno de lágrimas de Murasaki.
— Es… mi familia… lo siento…
— ¿Tu familia?
Tras unos segundos Murasaki soltó a Aoi.
— Y-ya veo… tu familia… ya entiendo… si… si… jeje…
Murasaki trató en vano de sonreír, sus lágrimas caían sin fin de sus mejillas.
— Alguien tan distinguida de la familia Minakami no puede estar con alguien como yo… si, eso tiene sentido, tiene todo el sentido del mundo, alguien tan insignificante como yo no merece estar cerca de alguien así.
— ¡Murasaki-chan!
Aoi abrazó a Murasaki quien no pudo aguantar y solo pudo llorar con todas sus fuerzas en los brazos de su amada, no había nadie en el parque más que las dos.
La chica Minakami no le contó todos los detalles de lo que estaba pasando, solo le dio los datos justos y necesarios para que Murasaki no pensara cosas peores, era un asunto familiar que se salió de control y Aoi tenía que hacerse cargo sola.
Tras esa noche Aoi fue a donde su madre:
— Mamá, estoy lista.
— Muy bien, entonces, creo que es hora.
La señora Minakami aplaudió dos veces y una puerta tradicional japonesa se abrió, de ella salieron varias jovencitas vestidas con sus vestidos ikan, hicieron fila en frente de Aoi.
— Aoi-chan, estas chicas son nuestras sacerdotisas ayudantes, son jóvenes, hermosas, obedientes y sobre todo muy fértiles.
La señora Minakami acarició el hombro de una de las chicas mientras su otra mano se posaba por encima del vientre.
— Puedes elegir a cualquiera de ellas y cuando estes en tu fase solar, embarázala.
…
Regresando al presente:
— No puede ser…
El rostro de Sayo estaba horrorizado, ambas chicas estaban en aquel cuarto en el que hace quince años Aoi tuvo que elegir a su pareja.
— Tuve que sacrificar a la chica que más amaba en el mundo, todo para llegar a ser la cabeza de la familia Minakami.
— Entonces mi mamá es…
— Si, de seguro te has preguntado por qué me separé de ella hace tantos años, la verdad es que nunca la amé, fue una unión por mutuo interés.
— ¿P-pero mi mamá no estaba en uno de nuestros templos secundarios?
— Si, era parte de nuestro mutuo beneficio, si la embarazaba ella se podría quedar con uno de los templos secundarios.
…
Era de noche, el cuarto de Aoi estaba iluminada por varias velas, en frente de ella estaba una chica hermosa de piel delicada, su traje de sacerdotisa estaba parcialmente salido y se le podía ver uno de sus pechos.
— ¿Cuál es tu nombre? — Preguntó Aoi.
— Sora…
— Sora-chan, eres muy hermosa, dime ¿Cuantos años tienes?
— Dieciséis.
— ¿Dieciséis?
— Si, Minakami-sama buscó a las chicas más jóvenes y fértiles de entre las nuevas sacerdotisas, legalmente ya tengo edad para casarme…
— Ya veo, dime ¿Estás segura de que quieres hacerlo? ¿Embarazarte?
— Si… no tengo más a donde ir.
— ¿A dónde ir? ¿Puedes contarme más? Por favor.
— … mi familia era pobre, se endeudaron con gente peligrosa… y tuvieron que… venderme…
Aoi miró con pena aquella chica tan joven, estaba nerviosa, pero al mismo tiempo dispuesta a hacerlo.
— Prometo que tendrás tu propio hogar.
— ¿Disculpa?
— Si me convierto en la cabeza de la familia Minakami prometo darte uno de nuestros templos secundarios para que puedas vivir por ti misma.
— Aoi-sama… ¿Está diciéndolo en serio?
— Si, lo prometo, es lo mínimo que puedo hacer por ti Sora-chan…
— Aoi-sama… por favor… embaráceme…
En ese momento Aoi calló encima de Sora y las luces de las velas se apagaron.
…
Llegó el verano, el festival se celebró por todo lo alto, mientras todas las personas veían los fuegos artificiales las integrantes de la familia Minakami estaban reunidas en el templo, las luces del festival se iluminaban incluso hasta aquel lugar relativamente lejano.
— Muy bien chicas, es hora, veo que solo quedaron tres de ustedes.
En frente de la anciana estaban tres candidatas entre ellas Aoi quien tenía un rostro totalmente serio.
— Han pasado por muchas situaciones difíciles, ser la cabeza de la familia radica en sobreponerse ante todas las demás pase lo que pase, estoy cerca de terminar mi ciclo en este mundo y por ello voy a decidir quién será mi sucesora.
La anciana se paró con dificultad con la ayuda de una de sus hijas, con la ayuda de un bastón la anciana caminó hacia donde estaban sus nietas sentadas, a cada una le miró a los ojos, se dio la vuelta para volver a caminar mirando a sus nietas y se quedó quieta en donde estaba Aoi.
— Tu, Minakami Aoi.
— Si.
La chica se paró, detrás de ella estaba su madre quien sonreía mientras sus hermanas mostraban señales de coraje y decepción.
— Desde ahora en adelante te nombro como la nueva cabeza de la familia Minakami, eres oficialmente mi sucesora.
Un último fuego artificial se iluminó en el firmamento, aquella luz se vio reflejada en la mejilla y ojo izquierdo de Aoi quien solo se inclinó hacia su abuela.
— Acepto humildemente.
…
Tras unos días después de la ceremonia de ascensión, en la residencia central de la familia Minakami todas las hermanas, primas y sobrinas estaban celebrando, Aoi estaba en una plataforma elevada junto a su abuela, abajo estaban las demás mujeres de su familia bebiendo y comiendo, cada una sonreía hipócritamente, pero por detrás no paraban de insultarla.
— Muy bien nieta mía, ahora ya eres la cabeza de la familia Minakami ¿Qué tienes planeado hacer?
La anciana no hacía más que mirar a su nieta quien tenía su traje tradicional ikan pero con una multitud de adornos extras, entonces Aoi se paró.
— Muchas gracias abuela, muchas gracias a mi madre, a mi hermana y a todas las demás chicas que me apoyaron en este largo y arduo camino para ser la cabeza de la familia Minakami, kanpai.
— ¡Kanpai!
Todas las chicas del cuarto bebieron a excepción de ella y su abuela.
— Como mi primer mandato he decidido que, desde hoy en adelante, a excepción de la familia principal, todas y cada una de las demás integrantes de esta familia…
Todas las mujeres en el cuarto esperaban expectante lo que diría su nueva matriarca.
— ¡Quedan expulsadas de la familia Minakami!
Las mujeres en el cuarto no podían creerlo que oyeron.
— ¿Qué dijo?
— ¿Expulsadas?
— ¿Menos la familia principal?
— ¡¿En serio?!
Todas en el cuarto expresaban su descontento, a excepción de la madre de Aoi quien solo sonreía al igual que la abuela.
— Todas serán despojadas de sus títulos sintoístas, sus templos deberán ser desalojados de sus pertenencias personales, no las quiero volver a ver nunca más en la vida.
— ¡¿Qué carajos estas diciendo?!
— ¡Eso es un ultraje!
— ¡También somos parte de esta familia!
Varias de las mujeres se querían subir a la tarima donde estaba Aoi, pero entonces, varias de ellas perdieron poco a poco el conocimiento cayendo al piso hasta que todas, a excepción de la abuela, madre y hermana de Aoi, quedaron dormidas.
— Jajajaja ¿Viste eso? nadie se esperaba aquello, bien hecho hija, bien hecho, llenas de orgullo a tu madre.
Aoi dio tres aplausos y entonces entraron varias sacerdotisas, ellas agarraron a las mujeres inconscientes y se las comenzaron a llevar.
— Un movimiento muy audaz nieta mía.
La abuela se reía al lado de su nieta.
— Abuela, eso también te incluye a ti.
Unas sacerdotisas se pararon al lado de la antigua cabeza de familia.
— Ja, me lo imaginaba, de todas formas, tú eres la jefa ahora.
La abuela salió caminando con la ayuda de las sacerdotisas, entonces el cuarto quedo vacío, solo quedaban Aoi, su madre y su hermana mayor Ao.
— Finalmente, después de tantos años, ahora somos la cabeza de la familia Minakami, bien hecho hija, bien hecho, ahora tenemos el control completo de una de las familias sintoístas más importantes de japón jajaja.
— ¿Somos?
— ¿He?
La madre se sentía confundida ante lo que decía su hija, Aoi se aproximó hacia donde estaba su madre.
— Creo que te estas equivocando en algo querida madre.
Aoi se quedó parada frente a su madre y entonces de un movimiento rápido… alzó su puño con toda su fuerza y le dio en toda la cara derribándola en el piso, la mujer quedó inconsciente y el puño de Aoi estaba totalmente enrojecido por la fuerza del impacto.
— La única cabeza de familia, soy yo.
Aoi escupió en el piso donde estaba su madre y después unas sacerdotisas se la llevaron.
— Hermana…
— Ao-chan, lo siento.
— No, está bien, creo que es lo mejor.
— ¿No estas enojada conmigo?
— Para nada, siento que esta lucha de poderes debe terminar de una buena vez por todas o seguiremos perdiendo más de lo que podríamos ganar.
— Gracias…
— ¿Solo quedaras tú, Sora-chan y la bebé?
— Si, pero tengo planeado solo quedar con mi hija en un futuro, no quiero que Sora-chan quede atrapada aquí como yo.
— Eres rara hermana.
— ¿Tú crees?
— Si, pero eso no es malo, ahora que soy libre de la maldición de las Minakami, creo que podré cumplir mi sueño de toda la vida… viajar.
— Hermana…
— Gracias por salvarnos hermana, te deseo lo mejor a ti, a tu esposa y a mi futura sobrina.
— Muchas gracias.
— ¿Has pensado que nombre ponerle cuando nazca?
— Si, lo he pensado.
Aoi miró hacia la ventana de la residencia, en ella pudo ver la luna y su luz radiante que acompañada al brillo de las estrellas daba un ambiente mágico.
— La llamaré Sayo, Minakami Sayo.
— Continuará…