Uno de los aspectos que más adoro de Ranma 1/2, y que no recordaba de cuando lo veía de niño, era lo sumamente divertida que es la serie por combinar lo absurdo con una comedia romántica y más aún juntarla con las artes marciales. Este episodio me hizo recordar todo lo que disfrutaba de niño.
Ranma-chan no dormido nada por su entrenamiento exprés con Ryoga y verla a Akane tener que soportar los golpes y trampas que le tenían a su prometida es hilarante ya que por fin ella sufre algo de lo que Ranma pasaba jaja.
El enfrentamiento entre Ranma-chan y Kodachi es de las cosas más random, absurdas, ridículas pero divertidas que haya visto, ver como Ranma-chan utilizaba todo objeto que se pudiera como arma fue hilarante ya que incluso utilizó a P-chan como arma para golpear a aquella loca enamorada de Kodachi.
Lo tramposa que es Kodachi no tiene límites al utilizar armas mortales que podrían matar a alguien si le diera directamente, pero recordemos que Ranma-chan es un arma mortal por sí misma capaz de partir rocas o doblar el acero y en esta lucha ambas dieron todo de si de la forma más ridícula posible.
La parte donde Ranma y Ryoga vuelven en sus formas originales fue divertido ya que no habría algo más ridículo que verlo a Ranma-kun con ese traje de gimnasia rítmica, allí si podríamos usar el chiste de «se ve ven los huevos» pero afortunadamente el padre de nuestro protagonista junto a Akane lo salvaron tirándole agua fría.
Ver la plataforma moverse sola era algo demasiado ridículo, me recordó al de la WWE donde ajustaban lo suficiente para que se rompiera por la caída de personajes grandes, se descubre que eran sus ayudantes gracias a la fuerza abrumadora de Ranma pero ya estaban en la lucha final donde solo podían luchar en las esquinas o en la cuerda, pero afortunadamente nuestra protagonista ganaría, aunque de una forma un tanto rara.
Las reglas de la lucha rítmica era que solo puedes golpear a alguien con objetos, en teoría solo de gimnasia rítmica pero aquí se pasan ya la mayoría de las reglas por el trasero, al fina Ranma literalmente arranca el pilar de la esquina para hacerla caer a Kodachi y ganar.
La muy cabrona de Kodachi se supone que debía cumplir su promesa de dejar de amar a Ranma-kun, pero hizo la de «deje de amarlo, pero ahora me he vuelto a enamorar» haciendo que toda la lucha haya sido en vano dejando a nuestra protagonista de sexualidad dudosa hecha piedra jaja, en serio como amo esta serie.
El atractivo de Ranma 1/2 es que convierte toda disciplina deportiva en un arte marcial y la gimnasia rítmica es una muestra de la imaginación que tiene Rumiko Takahashi desde los años ochenta, sin lugar a dudas un genio y MAPPA pese a su nefasta política laboral nos está entregando un producto increíble que seguiré viendo legalmente por Netflix.
