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(Fanfic) Mahou Shoujo ni Akogarete: Educación Reproductiva – Clase 9

Nota: Regreso tras más de 3 semanas con un nuevo capítulo de Educación Reproductiva, de una vez aviso que la serie terminará en el capítulo 12, como si se tratara de una serie de anime XD

Ya he explicado los por menores del sistema OMEGAVERSO de este mundo donde solo hay chicas por lo cual solo queda una cosa que hacer y es disfrutar de todo lo que se ha cosechado 7u7 si saben a lo que me refiero, en fin disfrutenlo mijos y mijas ;D

Han pasado algunos meses desde la gran noticia del embarazo de Murasaki, sería la primera hija que tendrían las señoras Hiiragi y Morino desde que se casaron, el momento ameritaba una gran celebración por lo que se decidió organizar algo especial.

En la residencia de la familia Hiiragi algunos confetis salieron volando cayendo sobre Murasaki, eran Utena y Korisu quienes sostenían aquellos juguetes de fiesta, en medio del mueble estaba Murasaki con un vientre notoriamente crecido.

— ¡Feliz baby shower! 

Todas las invitadas lo dijeron en voz alta.

— Muchas gracias, chicas, no debieron molestarse en organizar todo esto.

Dijo Murasaki quien estaba feliz, pero a la vez algo avergonzada.

— ¿Pero qué cosas dices consuegra? nuestras hijas van a casarse en el futuro, esto es lo mínimo que podría hacer por ti, ya quiero ver cómo será su futura hija ¿será rubia? ¿Peli morada?

Era la madre de Kiwi quien estaba super emocionada moviendo sus brazos de un lado al otro como si se tratara de una niña en navidad.

— Mami-chan, estás más emocionada que yo jaja, muchas gracias por la sorpresa, no sé qué decir.

— No hace falta que lo digas, no fui solo yo, Rushi-san me ayudó también, esa mujer sí que te ama con todas sus fuerzas.

La señora Araga quiso poner mano encima de la de Murasaki, pero entonces una mano más grande se le adelantó.

— Ups, cuidado, esta bella dama me pertenece Araga-san.

Era Rushi quien se sentó a un lado de su esposa mientras acariciaba su vientre abultado.

— Ara ara, Rushi-chan es bastante posesiva jiji ¿tienes miedo de que esta bella dama se la vaya a quedar?

La Kiwi en miniatura se burlaba de Rushi mientras tapaba su boca riendo y le topaba las piernas con su cadera de loli como si le estuviera coqueteando.

— Mami-chan, por favor controlate.

Unas manos inmensas agarraron el pequeño cuerpo de Mami-chan para alzarla del suelo, era una mujer enorme de casi dos metros, con un cuerpo macizo al igual que sus pechos, vestía ropa semi formal usando pantalones en vez de falda, su cabello era grisáceo, pero era tan largo que tapaba sus ojos.

— ¡Dekai-chan! Solo estaba bromeando, no seas agua fiesta.

La mamá de Kiwi protestaba mientras su gigantesca esposa la tenía en sus brazos.

— Disculpen lo atrevida de mi esposa.

— Ah, n-no, no es una molestia, sabemos cómo es jaja.

Murasaki negaba con su rostro y manos que su futura consuegra la estuviera molestando en el Baby Shower.

— Descuida Dekai-san, de hecho, debo darle las gracias por haber preparado el pastel para la fiesta.

Rushi miraba el gran pastel que estaba encima de la mesa.

— Jeje, puede que no lo parezca, pero soy una experta en la cocina, dulces, postres, cenas, puedo preparar lo que sea e incluso platillos exóticos jiji — Mami-chan hizo un rostro coqueto. — Así fue como hice que Dekai-chan callera en mis pies cuando cenamos y me la llevé a la cama y la hice gemir como pu- 

La boca de Mami-chan fue tapada por su señora esposa quien estaba ruborizada.

— L-lo siento, s-saldremos a tomar un poco de aire, ya venimos.

La mujer de inmenso tamaño se llevó a su esposa de bolsillo.

 — K-kiwi-chan, tu madre es bastante… peculiar… 

Era Utena quien vio todo el espectaculo.

— Jeje, mi mami me enseño todo lo que necesita una mujer para complacer a su pareja, aprendí de la mejor, estoy orgullosa de ella.

— ¿O-orgullosa?

Utena no podía creer lo parecidas que eran madre e hija.

— ¡Ah! ¡La bebé! S-sentí una patada.

— ¿En serio? Murasaki y Rushi se juntaron más para aquel hermoso momento donde el fruto de su amor daba señales de vida.

— Mi amor, por favor ten cuidado.

— Rushi-chan, no es la primera vez que estoy esperando una hija, no te preocupes tanto.

— L-lo sé, pero, pero no quiero que nada malo les pase, es que yo, yo… 

Rushi sacó un pañuelo y se limpió los ojos.

— Rushi-chan… ¿estas bien?

— Si, estoy más que bien, estoy feliz Murasaki-chan, seremos una familia más grande, espero poder ser una buena madre esta vez.

— Rushi-chan, lo serás, serás una gran madre, porque te conozco, ambas lo seremos… si…

Los ojos de Murasaki se empezaron a humedecer también, ambas esposas se abrazaron cálidamente, a un lado de ellas estaban Utena y Korisu que ahora eran hermanastras.

— M-Mamá… Rushi-san… 

Utena también se limpiaba los ojos al ver a sus madres felices.

— Utena-chan, serás una gran hermana mayor.

Kiwi le dijo aquello a su novia, le tomó de su mano y se arrimó a ella.

— Kiwi-chan, muchas gracias.

Korisu estaba sonriendo sonrojada y entonces unas palabras salieron de su boca.

— Seré hermana mayor.

Utena y Kiwi escucharon lo que dijo Korisu, era raro que ella hablara, a diferencia de cuando era más pequeña ahora ella era capaz de expresarse mucho más pero aun así escuchar su linda voz era poco común.

— Muy bien chicas, es hora de tomarnos una foto, vengan, Utena, Kiwi, Korisu, vamos a tomarles una foto.

Era Mami-chan quien regresó con una cámara fotográfica, a su lado estaba Dekai quien por alguna razón venia algo agitada y sudando.

— Utena-chan, también quiero tener una familia así cuando seamos adultas.

Era Kiwi quien le susurró a Utena mientras se tomaban de las manos y posaban junto a sus madres.

— Kiwi-chan, yo también, gracias por estar conmigo.

La camara estaba puesta en un soporte con una cuenta regresiva.

— Tres, dos, uno.

— ¡Que vivan las madres!

En la foto estaban Murasaki en medio del mueble, a su lado su esposa Rushi, Utena y Kiwi estaban tomadas de la mano al extremo derecho del lado de Murasaki, del lado de Rushi estaba Korisu quien sonreía con una expresión no tan llamativa, pero se la notaba feliz, al lado de ellas estaban las madres de Kiwi, Dekai sostenía a su esposa Mami en sus brazos, era una fiesta celebrando el nacimiento de una nueva vida gracias al amor de dos mujeres. 

Unos días después en la residencia Hiiragi:

— ¡¿Un viaje a las aguas termales?!

— ¡Oh!

Utena reaccionó sorprendida ante la noticia de sus madres, a su lado estaba Korisu quien no hizo más que reaccionar emocionada.

— Si, como sabrás solo quedan un par de semanas antes de que Murasaki-chan de a luz, dicen que las aguas termales son beneficiosas para un buen parto, por eso queríamos ir ¿qué opinas Utena-chan?

Rushi le dio la noticia a Utena quien seguía sorprendida.

— B-bueno, es una sorpresa, no han viajado desde la luna de miel…

Utena vio a su a su ahora hermanastra Korisu muy emocionada queriendo alzar los puños.

— Por mi está bien, yo cuidaré de Korisu en su ausencia, pueden ir a divertirse sin miedo.

— ¿En serio? ¡Ah, Utena-chan!

Rushi abrazó a su hijastra felizmente.

En la primera hora de la mañana del día viernes en la puerta de salida de la residencia Hiiragi estaban Murasaki y Rushi con ropas abrigadas para el frio, estaban en pleno otoño.

— Utena-chan, cuida de tu hermana, procura que no se quede despierta hasta tarde.

— Si mamá, yo la cuidaré.

— También no hagas que vea programas indecorosos en la televisión.

— S-si mamá.

— Lávense la boca antes de ir a dormir.

— Si.

— Y también.

— Murasaki-chan, no te preocupes por tus hijas, yo las voy a cuidar.

A un lado de Utena, debajo de su hombro, estaba una mujer con aspecto de niña de escuela, era Araga Mami, la madre de Kiwi.

— P-pero Mami-chan.

— Vamos Murasaki-chan, estas a poco de dar a luz, deben aprovechar e ir a esas aguas termales que les recomendé.

— D-disculpa que te haga cuidar de nuestras hijas, aunque nos recomendaste viajar.

— Descuida, descuida, eso es lo que hacen las consuegras jeje.

— Mi amor, vamos, se nos hace tarde.

— S-si Rushi-chan.

Murasaki se trepó en el taxi mientras Rushi se despedía también de sus hijas.

— Pórtate bien Korisu-chan, hazle caso a Mami-chan y a Utena-chan.

— Si madre.

— Buena niña.

— Que tengas buen viaje Rushi-san.

— Muchas gracias, Utena-chan, cualquier cosa ya tienes mi número.

— Si.

Rushi se trepó en el taxi junto a su esposa Murasaki y se marcharon, Utena, Korisu y Mami se metieron a la casa, tras unos segundos de la partida la madre de Kiwi hizo un gesto malicioso y entonces…

— ¡Ya se fueron! ¡Ya somos libres!

— ¡Siiiiii!

De repente apareció Kiwi en la entrada de la casa también celebrando como su madre.

— ¡¿Heeee?! ¡¿K-kiwi-chan?! ¿Q-que haces aquí?

— Jejeje ¿No es obvio Utena-chan?  ¡Tada!

Kiwi le mostró a Utena unos folletos donde estaba la imagen de una zona boscosa junto a un lago.

— ¡Ya podemos irnos de viaje todo el fin de semana!

— ¡¿Heeeeeeee?!

— No me tienen que dar las gracias, chicas, fue mi idea el recomendarles las aguas termales a sus madres para que finalmente pasen un tiempo a solas jiji.

La Kiwi miniatura se reía mientras su hija alzaba el pulgar.

— N-no entiendo que es lo que está pasando…

— Utena-chan, es simple, mi madre envió a mis suegritas de viaje para ayudarle en el parto, mientras tanto nosotras tendremos nuestro propio viaje de parejas, las dos s-o-l-i-t-a-s.

Kiwi sonrió muy coquetamente.

— No puedo creerlo Kiwi-chan, en serio… pero… ¿Y Korisu-chan?

— Jejeje, de eso no se preocupen chicas, ya lo conversé con Korisu-chan y ella se quedará con nosotras en casa, me siento muy solita cuando Dekai-chan no está y aparte Korisu me dijo que quería invitar a unas amigas de la escuela a una pijamada.

— ¿E-en serio Korisu-chan?

Utena volteó la mirada, pero ya no estaba su hermanastra, al buscarla se dio cuenta de que Korisu estaba con una enorme maleta llena de juguetes, peluches, ropa y comida chatarra, la niña alzó el pulgar dando a entender que ella ya estaba preparada para todo.

— Korisu-chan ¿tú ya estabas preparada?

— Jejeje, todas están de acuerdo en que vayamos también de viaje ¿no te parece genial?

En medio de un bosque Utena y Kiwi estaba caminando junto a sus maletas.

— Kiwi-chan ¿Estás segura de que es por aquí?

Utena miraba su teléfono móvil, apenas tenía señal

— Jeje, sip, estoy segura, mi mami nunca se equivoca y ¡Allí está!

Ambas chicas cruzaron el camino que daba a una pendiente, abajo estaba un gran lago, a un lado de ella se encontraba una hermosa cabaña.

— ¿Esa es la cabaña de la que nos habló Mami-chan?

— SIP, mi mami la compró poco después de ser ascendida en el ejército, pero no la usan mucho así que nos dieron permiso de usarla siempre y cuando la limpiemos y será toda nuestra durante el fin de semana.

— Tu familia sí que tiene dinero…

— Jejeje, vamos Utena-chan, limpiemos todo para tener la cabaña para nosotras solas.

Era viernes por la tarde, Utena y Kiwi fueron a clases como de costumbre, pero al regresar a casa recogieron sus cosas para tomar el primer tren directo hacia esa zona, durante lo que quedaba de tarde ambas chicas hicieron tareas de limpieza, barrieron, trapearon, quitaron las hojas de los alrededores y organizaron sus cosas.

Finalmente, la noche llegó y ambas chicas estaban cansadas en medio de la sala de la cabaña tras haber hecho todas las tareas de limpieza.

— Ufff, hace tiempo que no venía acá, sí que se llena de polvo todo muy rápido, gracias, Utena-chan.

— N-no, está bien, es lo mínimo que podía hacer, gracias a Mami-chan podemos estar aquí.

— Mi mami te estima mucho, desde que le hablé de ti le caíste muy bien.

— Que bueno que le caiga bien a Mami-chan, estaba preocupada si le cayera bien.

— Obvio que sí, bueno, creo que me iré a bañar, estoy muy puerca.

Kiwi se paró y subió las escaleras de madera.

— ¿No quieres venir también Utena-chan? Así ahorramos en agua caliente.

Utena se sonrojó ante la insinuación de su novia Kiwi, pero luego una sonrisa pícara se le dibujó en el rostro.

— Claro que sí.

Ambas chicas se tomaron de la mano y subieron las escaleras, era viernes por la noche así que tendrían toda la noche del viernes y sábado para hacer lo que quisieran, sus madres estaban a muchos kilómetros de distancia así que tendrían total libertad de hacer lo que desearan y eso lo usarían por completo.

— Continuará…

.

.

.

Mientras tanto en la residencia Hiiragi:

— ¡Korisu-chan!

— ¡La hermana de Utena!

— ¡La muda!

Has trillizas de cabello rosado estaba en casa de Utena, frente a ellas estaba Korisu quien les presumía su nueva consola de videojuegos, en su mano estaba un videojuego de carreras llamado «LadyKart 8»

— ¡Muy bien! ¡Noche de chicas! ¡Vamos a jugar!

Era Mami-chan quien estaba totalmente emocionada por lo que iba a pasar, entre todas tomaron las diferentes palancas, en la mesa estaba lleno de palomitas de maíz, gaseosas, dulces, golosinas y demás chucherías, esa noche no dormirían.