(Análisis) Dekoboko Majo no Oyako Jijou – Episodio 5 / ¡Guerra de camotes!

Este episodio de Majo no Oyako Jijou ha sido el que más risas me ha sacado de todo lo que vamos de serie y es que me sorprende como una serie tan humilde como esta logra sacar tantas situaciones cómicas utilizando el mundo lleno de magia y bestias mitológicas que tiene.

La primera parte empieza con el elfo Fennel que va corriendo a casa de Alyssa para visitarla aprovechando que la morenaza de Viola no esta en casa y vaya sorpresa se llevó cuando vio al orco Grind con su amada, descubrimos que la misma Viola le pidió a Grind que estorbara el coqueteo del elfo a la bruja con aspecto de niña.

Esta parte del episodio era sobre Fennel hablando mal de su patria y de su gente pero que irónicamente el admite que le molesta que otros hablen mal de el, me recordó al caso de Latinoamérica donde hablamos mal de ello pero no soportamos que un extranjero, sobre todo uno venido de un país anglosajón lo diga ¿Bipolaridad? quizás lol y que preciosa la parte cuando finalmente llega Viola a punto de decapitar al elfo por atreverse a coquetearle a su madre linda.

La primera parte es un sobrante comparado al desmadre que se vienen en las otras dos porque llegamos al mini arco de los CAMOTES y es que nuestras hermosas protagonistas fueron llamadas por Pund, el esposo de la físico culturista de Lyra, para que le ayudaran a cosechar camotes que el había cultivado y vaya que fue de otro mundo.

Los camotes fueron fertilizados por una poción mágica que la propia amiga de Alyssa, Giriko, le había dado provocando que los camotes adoptaran las formas más raras, bizarras, extravagantes y fumadas posibles. Tras tanto desmadre Lyra tuvo que aparecer para arreglarlo todo no sin antes darle una muestra de «cariño» a su metrosexual esposo. Giriko tuvo que regresar para dar la pócima que regresara los camotes a la normalidad.

Por cierto ¿ya he dicho lo SEXY que se ve Giriko? ufff (?)

Por cierto ¿Pound acaso es la «pasiva» de la relación? porque Lyra lo tiene como su perra y estoy seguro que el esposo debió ganar harta masa muscular porque de lo contrario no se como habría sobrevivido (a un buen sentón) de su esposa.

Y la parte final es la mas psicodélica que hay y es que Alyssa descubre que su campo de plantas se volvió una especie de campo desolado por una invasión de camotes gigantes provocados por su morenaza hija quien con ayuda de Giriko (¿Otra vez?) le dio una nueva versión de su fertilizante. Los camotes gigantes lucharon como si se trataran de kaijus y al final se fusionaron.

Una gran mención a Resident Evil, que en japonés es Biohazard, cuando Alyssa se refirió a esos camotes finales, al final Viola se obsesionó con las fusiones de criaturas fantásticas por algo su especialidad son las invocaciones.

Un episodio loco, fumado y extraño que me encantó y me hizo recordar por qué amo tanto esta serie de una morenaza obsesionada de la brujita de su madre, en serio lo amo.