(Web Novel) Un Mundo Carmesí / Capítulo 22: El gran banquete 

El reino vecino de Kambrigia se encontraba al norte del Reino de Fragia, era un territorio bastante frio durante gran parte del año y sufrió grandes estragos debido a que los territorios del Gran Rey Demonio se encontraban en sus fronteras. Alexis y Rosemary huyeron del Reino de Fragia tras la pelea ante Freyla por lo que se refugiaron en un pueblo fronterizo, al principio nadie los quería acoger por ser forasteros hasta que una humilde familia les abrió las puertas en su hogar de piso de tierra.

Nuestro héroe estuvo en cama durante varios días recuperándose de sus heridas y al despertar salió de cacería junto a Rosemary para cazar algo en el bosque.

-Señores, disculpen la demora, aquí está la cena de esta noche. Alexis por favor bájalos aquí.

De un golpe seco resonó la caída de los cuerpos inertes del jabalí de cristal y el oso ígneo, los ojos de los padres de familia se asombraron ante lo que veían.

– ¿No les gusta?

-N-no, no es eso, es solo que es la primera vez que vemos a esas criaturas.

– ¿La primera vez? ¿Entonces los jabalíes de cristal y los osos ígneos no son de esta área?

-Exacto, normalmente hay jabalíes, alces, ciervos, lobos y osos, pero este oso y jabalí es distinto.

-Ya veo, Alexis ¿Qué opinas?

– ¿Estragos del ejercito del Rey Demonio?

-Quizás, pero bueno, puede que sean monstruos, pero siguen siendo comestibles. Si les quitamos los colmillos de cristal al jabalí y el sistema circulatorio y pulmones al oso ígneo su carne debería ser igualmente digerible, ya hemos comido esto antes ¿Verdad Alexis?

-Es verdad, tus platos eran muy buenos, aunque a veces los terminabas quemando y-

Un golpe de codo en el estómago hizo callar al joven héroe.

-Nadie te dijo que mencionaras aquello.

-Auch, perdón…

– ¿Qué dices querida? ¿Deberíamos comerlo?

-No estoy seguro.

Ante la mirada de desconfianza de los aldeanos Rosemary dio un paso al frente.

-Señores si les preocupa si es comestible o no entonces yo misma me haré cargo de prepararles los alimentos y Alexis será nuestro conejillo de indias, digo el será el primero en probarlo.

– ¡Oye! ¿Me dijiste conejillo de indias?

Rosemary se acercó al héroe hablándole en voz bajo.

-Tu cállate, no queremos quedar mal con las únicas personas que nos han acogido amablemente en este pueblo, es un poco más considerado.

– ¡S-si! ¡Yo mismo probaré los alimentos para verificar su estado!

Los padres de familia al oír la propuesta sonrieron.

-Muchas gracias y disculpen todas las molestias que les causamos.

-No, no, no, gracias a ustedes por haber abierto sus puertas para nosotros.

Rosemary sonreía.

En el pueblo fronterizo para sobrevivir a las estaciones frías muchas veces se optaban por las cocinas comunitarias, los vecinos se reunían en la casa del alcalde del pueblo y utilizaban su gran cocina para cocinar.

– ¡TOC, TOC!

La puerta de la casa del alcalde del pueblo sonaba con fuerza.

– ¿Quién es?

Abría la puerta.

-Alcalde, buenas tardes.

-Oh, son ustedes, buenas tardes, es casi de noche ¿En qué puedo ayudarles? 

-Si alcalde de hecho queríamos pedirle un favor.

– ¿Se trata de los forasteros? ya les dije que si ustedes los acogían serian su responsabilidad.

-Bueno de hecho.

Un paso firme se escuchaba afuera de la casa del alcalde.

-Hemos traído un «pequeño» obsequio por parte de nuestros invitados.

– ¡AAAHHH!

A los ojos del alcalde veía enormes trozos de carne cruda recién cortada en los hombros de un joven muchacho y a su lado una joven pelirroja con un sombrero negro sonreía.

-Les hemos traído la cena para todo el pueblo.

– ¡Querida! ¡Querida! ¡Llama a los demás! ¡Diles que tenemos carne, carne!

-Tenías todo perfectamente calculado ¿Verdad Rosemary?

-Tu ya me conoces querido, una bruja tiene sus mañas.

El alcalde llamó a todos a su alrededor para que prepararan la cocina comunitaria, las madres de familia al ver los enormes trozos de carne se alegraron, los varones fueron rápidamente a prender los grandes hornos y los niños fueron a traer las ramas que había a los alrededores del pueblo.

Esa noche todo el pueblo se había unido bajo un mismo propósito, cocinar el más grande festín que hayan tenido en toda su historia todo fue gracias al regalo que les habían traído esos forasteros que en un principio ellos habían ignorado por temor.

En el salón de la cocina comunitaria estaban reunidos todos los habitantes del pueblo, apenas superaban las 100 personas, pero eran muy unidos apoyándose mutuamente.

En la gran mesa estaba el alcalde del pueblo, a su familia, al otro lado estaban Alexis y Rosemary, la familia que los habían acogido estaban felizmente comiendo en una mesa al lado de la ventana, se notaba que estaban muy felices, los niños se llenaban de comida.

-Joven, muchas gracias por esta gran donación que nos ha dado, hace mucho tiempo que no disfrutábamos del sabor de la carne, esta deliciosa ¿Qué aderezos les ha puesto?

-Bueno alcalde debe darle las gracias a mi amiga Rosemary, ella fue la que se encargó de dirigir la cocina.

-Oh Alexis jaja no hace falta esos halagos jojojo, el secreto es esto que está aquí.

La joven bruja sacaba de su manga una bolsa, en su interior había unas especias de color dorado marrón.

-Se llama cúrcuma y es una especia muy rara que conseguí como recompensa en una misión que hice hace tiempo en solitario.

-Increíble, los forasteros traen muchas cosas interesantes, hace tiempo que no recibimos visitas o comerciantes que ya habíamos olvidado el sabor de otros platillos.

El salón comunitario estaba lleno de las familias que habitaban el pueblo, padres, madres, hijos y ancianos. Todo el mundo comía alegremente los distintos platos que entre todos habían preparado. 

– ¿Desea más cerveza joven Alexis?

-Oh, gracias.

Una hermosa jovencita le llenaba de nuevo la copa al héroe, era la hija del alcalde.

– ¿Le agrada el sabor de nuestra cerveza?

-Si, esta deliciosa, muchas gracias jovencita.

El héroe sonreía de forma bobalicona, quizás ya le estaba haciendo efecto la cerveza y detrás de él estaba una joven Rosemary viéndolo algo seria.

-Todo el mundo, alto.

En ese instante el alcalde les había ordenado a todos que dejaran de comer y todos aplicaron sus órdenes a rajatabla.

-Alexis.

-Si, ya lo se Rose.

El ambiente se había tensado de repente, en la mente de los jóvenes solo se veían problemas en el horizonte y cuando Alexis estaba por agarrar un cuchillo de la mesa.

– ¡Lo sentimos mucho!

El alcalde se arrodilló frente al joven héroe quien asombrado no entendía lo que pasaba.

-Cuando ustedes llegaron al pueblo ninguno de nosotros les habíamos abierto las puertas de nuestros hogares, fuimos muy groseros con ustedes.

Todo el salón a excepción de la única familia que había acogido a Alexis y a Rosemary se arrodillaron también.

– ¿He? ¿He? 

Alexis estaba confundido ante semejante muestra de remordimiento de los habitantes del pueblo.

-Durante la gran guerra demoniaca sufrimos el saqueo de muchos bandidos que se hicieron pasar por comerciantes o viajeros, vivimos rodeados de grandes montañas por lo cual nuestro pueblo es de difícil acceso. Los monstruos apenas llegaban a estos lados, pero igual sufrimos los estragos de la guerra por los de nuestra misma raza.

-Alcalde…

-Desde que sufrimos esos saqueos decidimos cerrar nuestras puertas a cualquiera que viniera acá, pero a cambio el comercio se vio interrumpido por completo, los comerciantes ya no vinieron con sus productos, especias, pieles, objetos. El clima frio de este año es especialmente difícil, nuestras cosechas han sido pobres y nuestros animales apenas pueden sobrevivir por lo cual no podemos comerlos, hace mucho tiempo que no disfrutamos de una deliciosa carne como esta, en serio muchas gracias.

La bruja que estaba sentada veía a su amigo Alexis pensativo viéndolos a todos hasta que ella misma se paró.

-Muy bien chicos y chicas es suficiente, si siguen así la comida se les va a enfriar y me esforcé mucho en la cocina ayudando a prepararlas.

– ¿Señorita Rosemary?

-Debieron pasarla muy mal todo este tiempo, aislados del mundo con miedo del exterior, si quieren darnos las gracias entonces aseguren de no desperdiciar nada de lo que les hemos traído, abran de nuevo las puertas de su pueblo a los comerciantes y sobre todo…

– ¿Sobre todo?

– ¡Pongan piso de madera en sus casas que es incómodo caminar en ellas!

Todo el mundo se quedó callado ante la petición de la bruja pelirroja hasta que una carcajada en el fondo del salón se escuchó, como un efecto dominó todos en el salón comunitario empezaron a reírse incluyendo al alcalde.

La bruja Rosemary miró a su amigo quien también daba una pequeña sonrisa.

– ¡Muy bien, todo el mundo ya escuchó a nuestra querida invitada! ¡A comer todo lo que puedan esta noche, denle gracias a la diosa por estos alimentos y a nuestros invitados! ¡Buen provecho!

-¡¡Buen Provecho!!

Tras el gran banquete y tras una buena dosis de cerveza Alexis estaba tambaleándose en los pasillos de la casa del alcalde mientras la hija del ilustre sostenía a su invitado, el joven héroe estaba borracho.

-Joven Alexis ¿Se encuentra bien?

-Jajaja, sí, estoy muuuuy bien ¿E-en serio… podemos… quedarnos en una de estas grandes… habitaciones?

-Por supuesto, la señorita Rosemary acepto a gusto al saber que podría dormir en una habitación con piso de madera.

-Jejeje ¿Y dónde está ella?

-Tomando un baño.

-Oh, cierto, hace tiempo que ella no se bañaba jaja, oh, por favor… no le digas que dije esto o me pegara las bolas… jajaja.

La jovencita llevó al héroe a una habitación vacía con las velas ya encendidas.

-Gracias mamá.

La jovencita sonreía.

– ¿Yap… llegamos?

-Si joven Alexis.

Entonces la jovencita dejó caer al héroe en la cama mientras el solo podía moverse disfrutando de la suavidad de una cama que no estaba rellena de paja, la sensación era muy agradable.

-Le ayudaré a cambiarse de ropa joven Alexis.

La jovencita empezaba a quitarle las botas al héroe, luego su camisa, sus pantalones hasta que solo él estaba en ropa interior.

-Hace frio… brrr…

El borracho Alexis se cubría con sus brazos en su cuerpo tembloroso por el clima tan frio del lugar.

-No se preocupe, yo lo calentaré.

Entonces una sensación cálida cubría el cuerpo frio del héroe, se sentía como si una capa de piel lo cubriera por completo, pero entonces algo empezaba a rozarlo, rozar en su parte baja, arriba y abajo, encima de su ropa interior.

El héroe al abrir los ojos pudo divisar una figura femenina apenas iluminada por las luces de las velas en ese cuarto tan oscuro, se estaba moviéndose encima de él, era la jovencita quien estaba al igual que el solo con su ropa interior puesta pero sus pechos estaban totalmente descubiertos.

– ¿Qu-qué haces?

-Tratando de calentarlo joven Alexis.

El joven héroe estaba encima de la cama boca arriba, la jovencita con solo sus bragas puestas rozaba su entre pierna con la del joven, la fricción hacía que se sintiera especialmente caliente abajo.

– ¿Le gusta joven Alexis?

El muchacho no hacía nada más que mirar incrédulo como aquella chica hija del alcalde trataba de estimular su miembro dormido.

-No es que… no me guste…

– ¿En verdad?

La jovencita entonces agarró una de las manos del forastero para que acariciara uno de sus pechos.

– ¡Ah!

La sensación era suave, esponjosa, le traían recuerdos del pasado, de una vida que él creía que ya había olvidado a pesar de que no paso mucho tiempo.

-Ah, sí, así joven Alexis, tóqueme así.

El joven entonces con su otra mano agarró el otro pecho de la jovencita mientras ella seguía rozando su entre pierna con la de él hasta que se levantó de sorpresa volteando a la chica para ahora ser ella quien estuviera debajo de él.

-Hya… ¿Se puso agresivo joven Alexis? Por favor disfrute de mi tanto como desee, soy suya esta noche.

-La jovencita entonces con su mano se quitó las pantaletas mientras movía sus piernas, tras hacerlo tiró la prenda intima al piso del cuarto.

-Continue joven Alexis.

Entonces el héroe agarró los pechos de la jovencita con más ganas y la empezaba a besar, en su mente se le vinieron las imágenes de Ciel, de la primera vez que se habían besado tras convertirse en pareja, en sus manos la sensación les recordaba a los enormes pechos de Beatriz que, aunque eran más grandes la suavidad de estos eran parecidos.

-Ah, aaahh, siga así, siga joven Alexis.

-Las manos de la jovencita fueron de la espalda del héroe hasta su trasero para quitarle la última prenda que le quedaba haciéndola caer al piso.

-Volvámonos uno.

Con sus piernas rodeaba la cintura de Alexis para que este no se fuera del lugar, pero el joven héroe mientras lamia el cuello de la chica recordaba esa noche con sus esposas, el momento en que estaba a punto de hacerlo, luego de la negativa de Ciel, tras eso su viaje a derrotar al troll y por último esa noche donde descubrió que ellas hacían el amor a sus espaldas.

– ¿Joven Alexis?

Entonces la chica sintió unos dientes en su cuello.

-Ahhh, no, así no, tranquilo.

La mordida aumentaba.

– ¡Ah! ¡Joven Alexis me duele! ¡Me duele!

La jovencita estaba forcejeando hasta que de una patada apartó al joven héroe quien calló al piso.

-Joven Alexis sea más cuidadoso o sino… ¡AAHH!

– ¿He?

-Su cosa…

– ¿Mi.… cosa?

El joven bajó su mirada para ver a su amiguito, estaba caído, cabizbajo, inerte.

– ¿Como es posible que siga… dormido? tras todo lo que hicimos.

-Yo… yo…

Justo cuando el joven estaba a punto de dar su excusa una voz femenina se oyó en el cuarto.

-Lo siento jovencita pero mi amigo tiene un problema en medio de las piernas, debes disculparlo.

Era Rosemary con una bata de baño y una toalla en su cabeza, ella estaba arrimada a la puerta que estaba entreabierta.

– ¡AAAHHH!

La jovencita se cubrió con la sabana de la cama ante la intrusión de la bella bruja que recién había salido de su baño.

-Oye ¿Por qué te cubres? tienes un cuerpo realmente hermoso ¿Cuantos años tienes? me parece que has de tener unos 15, una buena edad.

– ¿Qu-qué hace aquí? ¿No le habían asignado otro cuarto?

-Oh lo siento, no podía dejar a mi querido amigo impotente solo y desprotegido, sobre todo si está borracho, así que seguí donde el olor a perfume de mujer estuviera más fuerte.

La bruja se le aproximó a la jovencita.

-Hueles muy bien ¿Tu padre te dijo que hicieras esto?

-N-no se… a lo que se refiere…

– ¿Sabes algo jovencita? No me molesta que quieras acostarte con mi amigo, pero como puedes ver él no está en condiciones de hacer aquello, pero…

Entonces la joven bruja se le aproximó a la jovencita para arrimarla a la pared, colocar una de sus piernas en medio de las de ella y tomarla del mentón a pocos centímetros de sus labios.

-Yo puedo tomar su lugar si no te parece mal, no tengo un miembro, pero cada uno de mis dedos es capaz de hacer maravillas con el cuerpo de una mujer.

La jovencita se había sonrojado ante las palabras seductoras de la bruja, pero entonces la empujó de repente ganando espacio, sus ojos estaban a punto de derramar lágrimas.

– ¡N-no!

– ¿No?

– ¡No soy una desviada!

La jovencita había salido del cuarto corriendo solo con la sabana cubriendo su cuerpo.

-Bueno, ella se lo pierde.

Con una sonrisa la bruja voltea a ver a su amigo tirado en el piso.

-Alexis sé que no se te para, pero aun así deberías cubrirte ¿No crees?

El joven se para en frente de la bruja muy serio.

– ¿Qué? ¿Te hice enojar?

El joven héroe entonces agarra la toalla que cubría la cabeza de la bruja dejando al descubierto su cabello rojizo.

– ¡Hya! ¡Pervertido!

-Es mi turno de bañarme.

El héroe sale del cuarto cubriéndose la parte baja de su cuerpo con la toalla.

-Y allí va mi pobre amigo.

Ya era la media noche, todos se habían retirado a sus cuartos y tanto Alexis como Rosemary estaban acostados en la misma cama.

– ¿Por qué no te fuiste a tu habitación?

Preguntaba el joven héroe.

-La hija del alcalde me tiene miedo y se encerró allí.

-La asustaste horrible.

-Más bien ella está confundida con respecto a mi jojo.

-No te rías, pervertida.

-Lo siento, pero vi que le clavaste tus dientes en el cuello a la chica.

-Eso fue porque…

– ¿Aún sigues pensando en ellas?

Alexis y Rosemary estaba mirando a lados contrarios de la cama dándose la espalda.

-No es fácil olvidarlas ¿Sabes?

-No me sorprende, hasta hace unas semanas aún eran el matrimonio de ensueño de Fragia.

-Pero todo se fue al diablo, ya no tengo casa, trabajo, arma legendaria y sin mis esposas. Estoy totalmente solo.

Entonces Rosemary se volteó de la cama.

-Mírame.

– ¿Qué?

-Que me mires dije.

El joven héroe se volteaba para ver a su amiga.

– ¿Me estás viendo?

-Si, te estoy viendo ¿Por qué la pregunta?

-Ay por la perra de la diosa Freyla, los hombres son realmente unos ciegos.

-Lo siento.

-Escúchame excusa de héroe deprimido, ya tienes que dejar ir a esas dos, Ciel nos dio la oportunidad de irnos y evitar ser parte de sus planes golpistas. No sé qué harán ese par de chicas, pero eso a nosotros dos ya no nos compete.

-Rose…

-Demuéstrales a ese par de perras que, aunque ya no seas el gran héroe de Fragia aun así puedes iniciar desde cero.

La luz de la luna salía de las densas nubles de esa noche para iluminar el cuarto a través la ventana de la habitación. Alexis podía ver los ojos verdes de su amiga Rosemary mirándolo fijamente.

– ¿Estás de acuerdo conmigo en esta? 

Algo dentro del corazón de Alexis empezaba a latir más fuerte y esa sangre que fluía se distribuía en todo su cuerpo hasta llegar a una parte que hace mucho tiempo no la recibía. Su amiguito había resucitado.

La mano del joven entonces agarro de la cintura a la joven bruja de sorpresa.

– ¿Ah? ¿Alexis?

Suavemente el deslizó su mano hacia el trasero de Rosemary.

– ¡Hmmm! ¿D-donde crees que estas t-tocándome? no me juegues estas bromas más cuando tu amiguito está más muerto que mi huer…to

Rosemary quería jugarle una broma agarrándole de la parte donde se supone estaba su aparente muerto amiguito.

-Alexis, tu… su yo de abajo…

El héroe veía a la joven bruja con seriedad para luego ponerse encima de ella.

-Ya era hora, idiota.

La mano de la bruja empezaba a acariciar el amiguito del héroe mientras este hacia lo mismo con su mano debajo de la prenda intima de ella.

– ¡Ah! ¡sí, así, tócame allí!

Decía la bruja.

-Estas mojada Rose.

-Obvio que si ¿Sabes hace cuanto tiempo que he querido esto?

La bruja seguía acariciando de arriba hacia abajo al amiguito del héroe.

-No pierdas el tiempo idiota, bésame antes de que me enfrie.

Ambos se empezaron a besar, como si fuera puro instinto sus lenguas se empezaban a entrelazar mientras ambos se seguían estimulando mutuamente.

– ¡Hmmm! Tu boca sabe raro Alexis.

-Ah, ah, debe ser por la cerveza.

La bruja se quitaba rápidamente su prenda intima negra y lo mismo hacia Alexis.

-Escúchame Alexis, antes de que lo hagamos, debes recordar que lo he hecho con toda clase de hombres y mujeres a lo largo de mi vida ¿Estás de acuerdo en perder tu virginidad con una mujer como yo?

Lo decía Rosemary mientras abría sus piernas mostrando su zona intima.

-Lo sé, desde que te conozco siempre has disfrutado de la vida más que cualquier persona que haya conocido, como un espíritu libre que quiere sentir y ser feliz.

Entonces poco a poco él se introducía dentro de ella mientras agarraba sus manos entrelazando sus dedos.

-Y tú siempre has sido un joven muy ingenuo, que se deja llevar por lo que la gente dice, eres tan inocente, pero eso te hace atractivo.

Y entonces un calor se liberaba en ambos, sus cuerpos se habían chocado en una explosión de éxtasis difícil de describir en simples palabras. Como dos bolas de fuego que se consumen mutuamente y cuando se sentía que estaba a punto de apagarse se prendían de nuevo en medio del frio de esa noche.

El sonido de choques de sus cuerpos mortales de carne se escuchaba por toda la habitación, sus bocas eran devoradas a cada segundo del tiempo que sus cuerpos estaban conectados, el sudor de sus cuerpos se combinaba y se confundían con todos los fluidos que liberaban.

-Si, así, sigue así, dame con todo lo que tengas, desquítate conmigo todas esas ganas que has acumulado durante toda tu vida de virgen.

Los pechos de Rosemary bailaban de un lado al otro mientras cada embestida llenaba cada rincón de su interior, ella ya lo había hecho con toda clase de mujeres y hombres por lo cual ella tenía experiencia de sobra, pero una cosa era hacerlo con un desconocido y otro era hacerlo con alguien que llevabas conociendo por mucho tiempo e ibas acumulando ganas, quizás esa era la misma sensación que sentía su amigo.

-Rose, tu cuerpo, esta delicioso, siento que me devora cada parte de mí.

-Eso es porque llevo tiempo queriendo hacerlo contigo idiota, pero estabas ingenuamente enamorado de mujeres que ni siquiera les gustan los hombres.

– ¡Ah, siento que quiero terminar! ¡Ahh!

– ¿En serio? ¡Ah! que coincidencia, también yo, se nota que nuestros cuerpos con compatibles. 

– ¡Debo sacarlo!

– ¡Ni se te ocurra!

Las piernas de Rosemary entrelazaron la cintura del héroe.

– ¿Qué haces Rose?

La bruja abraza al héroe mientras tiene bien insertado su miembro dentro de ella y se va a su oído.

-Te diré un secreto de mujeres.

Sus labios carnosos estaban casi chocando con su oído.

-Esta noche estoy fértil.

Los ojos de Alexis se abrieron al escuchar esas palabras, Rose prácticamente se abría por completo para el dándole vía libre a que llegara hasta las últimas consecuencias y entre una mezcla de miedo y éxtasis su miembro no hacía nada más que descontrolarse dentro de la pelirroja hasta abrazarla también y de un impulso dejó liberar todo lo que tenía dentro de su amiga.

– ¡Embarazarte!

– ¡Si, dale, dale, dame a tu hijo!

De un grito ambos se sincronizaron hasta llegar al clímax de su encuentro.

Alexis y Rosemary estaban sudados y desnudos encima de la cama, aún estaban conectados pero la joven bruja tenía su mano agarrando con fuerza el trasero del héroe.

-Déjalo dentro, déjame sentirlo un poco más.

-Pervertida.

-Mira quien lo dice, esta es la primera vez que tenemos sexo, es normal que ignores varias cosas.

– ¿Siempre eres así?

-Depende de la persona, pero contigo es diferente.

– ¿Y qué haremos ahora?

– ¿A qué te refieres?

-Bueno… puede que te haya embarazado…

La bruja veía con ingenuidad a su amigo hasta que rompió aquello con una carcajada.

-Jajajaja

– ¿Qué es tan gracioso? ¿Tan poca seria eres sobre la maternidad?

-No es eso, jaja, perdón, es que la verdad es que te mentí, hoy no estoy fértil de hecho es lo contrario.

– ¿Qué?

Por la sorpresa Alexis se separó de Rose dejando salir todo su liquido de su interior.

-Jajaja ¿Te sorprendí?

-Tramposa.

-A los hombres les encanta que una mujer les diga esas palabras, aunque ellos en realidad nunca se harían cargo, al final salen huyendo cuando escuchan la palabra paternidad.

-Entonces ¿Como le haces cuando…

-Las brujas tenemos toda clase de trucos, no te preocupes, de hecho…

Rosemary abría sus piernas para dejar ver como se le escurría aquel liquido blanco.

-Aún tengo espacio de sobra, claro, si al héroe aún no se le ha vuelto a dormir el pajarito.

– ¡Desgraciada!

Alexis se le tiró encima nuevamente para continuar con su acto toda la noche.

Al lado del cuarto estaba la jovencita hija del alcalde mordiéndose las uñas mientras escuchaba aquel choque de cuerpos de carne en forma de aplausos que retumbaban en toda la casa.

-No soy una desviada, no soy una desviada, maldita bruja ya me las pagará.

En el cuarto del alcalde este se encontraba con su esposa mientras reía en voz baja.

-Así es hija, tu dale, si tenemos a alguien tan fuerte como Alexis en el pueblo ya no tendremos que preocuparnos por nada nunca más, dame unos buenos nietos.

-Querido ya es tarde, dile a nuestros invitados que dejen de aplaudir.

Durante varios días más Alexis y Rosemary estuvieron en el pueblo ayudándoles con varias cosas que les hacían falta, los colmillos del jabalí de cristal que Alexis derrotó eran perfectos para la fabricación de joyería que podrían vender a los comerciantes ya que finalmente habían vuelto a abrir las puertas de su pueblo a los comerciantes.

Varias de las casas de ese pueblo fueron remodeladas para tener pisos de madera que tanta falta les haría para los fríos días de invierno y finalmente con la llegada de los comerciantes estos trajeron diferentes tipos de semillas que tanto hacían falta para darle más variedad en su alimentación.

El día para irse había llegado por lo que todos en el pueblo fueron a despedirse de los forasteros.

– ¿En serio no pueden quedarse más tiempo? dentro de un mes ya será invierno, podrían quedarse hasta la primavera.

Decía el alcalde del pueblo.

-Lo siento alcalde, nos encantaría quedarnos más tiempo con ustedes, pero debemos irnos a reunir con unas amigas mías.

-Es una lástima, ustedes nos han ayudado de formas que nunca podríamos agradecerles.

-No hace falta alcalde, como dijo Rosemary; ustedes ya han hecho más que suficiente por nosotros. Se que ahora que el pueblo volvió a abrir sus puertas al comercio les irá mejor.

Unos niños llegaron hacia donde el héroe y la bruja.

-No se vayan por favor.

– ¿Cuándo van a volver?

La bruja se inclinó hacia donde los niños.

-Lo siento chicos, pero debemos irnos antes de que llegue el invierno, pero les prometo que les enviaré regalos el próximo año.

La familia que había acogido a Alexis y Rosemary se acercaron a ellos para una última despedida.

-Sin ustedes nuestro pueblo seguiría aislado, muchas gracias, joven Alexis, joven Rosemary. 

-No tienen que hacerlo, ustedes fueron quienes nos abrieron sus puertas aún sin conocernos, era lo mínimo que podíamos hacer para devolverles el favor ¿Verdad Alexis?

-Es verdad, más bien trabajen duro para que sus hijos crezcan sanos.

Muchas gracias a ustedes, tengan un regalo de nuestra parte.

Era un colgante con la forma de una media luna, Rosemary lo había recibido.

-Ay que lindo ¿Qué simboliza?

-Es un amuleto de la fertilidad, dicen que quien lo tenga tendrá fortuna a la hora de tener hijos.

– ¿He?

Alexis se había sonrojado ante la idea y a su lado Rosemary se tapaba la boca con su mano de forma delicada.

-Jojojo, parece que nos quieren decir algo.

– ¡Como sea! ¡Ya debemos irnos Rose!

-Ya, ya, que aguafiestas. 

Con un silbido la bruja llamó a su escoba voladora y Alexis utilizó su silbato en forma de Grifón. Ambos se treparon a sus medios de transporte y con un fuerte saludo final se despidieron de todos los del pueblo.

– ¡Adiós!

– ¡CUIDENSE!

-Estas 2 semanas han sido de las mejores que haya tenido en mi vida Rose.

-Y que lo digas, nos la pasamos follando como lobos en celo.

– ¡ESO NO!

-Jajaja, lo siento, pero si, fue genial.

-Es una lástima que ese pueblo no tuviera nombre.

-Ah ¿No te dijeron? ya eligieron uno.

– ¿En serio? ¿Y cuál es?

La bruja sonreía mientras seguía volando con su escoba y a su lado el héroe volando con su Grifo.

-El pueblo se llamará «Prójimo»

-Continuará…