Winter white landscape poland village in the mountain area covered by snow.

(Web Novel) Un Mundo Carmesí / Capítulo 28: Maternidad y conspiraciones

Nota: Desde este capítulo utilizaré una forma diferente de narración, en vez de separar los dialogos de las descripciones e decidido ponerlas en el mismo parrafo. Ojala me salgan bien estos cambios ya que quiero seguir mejorando a la hora de escribir, en menos de dos meses la obra cumplirá su primer año y una evolución es necesaria.

Era un día nublado, las calles del aquelarre estaban parcialmente cubiertas por la nieve que caía, afuera de la barrera mágica una poderosa tormenta invernal abrazaba toda la región occidental de las tierras de Indomitia.

En una cabaña considerablemente grande se escucharon los gritos de una mujer, en una cama estaba ella, tenía cabello castaño ondulado y no paraba de hacer gritos de empuje, sus piernas estaban abiertas, pero parcialmente cubiertas por su vestimenta larga blanca, otras mujeres vestidas con ropaje blanco estaban ayudándole con lo que estaba haciendo, era un alumbramiento.

– ¡N-no puedo! – La mujer que intentaba dar a luz no podía soportar todo el dolor que sentía, una de sus manos estaba agarrando las de otra mujer.

– ¡No te rindas! ¡Esperaste esto por muchos años, yo sé que tú puedes! – Le seguía dando ánimos a quien daba a luz.

– ¡Ya se ve la cabeza! ¡Siga empujando, falta poco! – Una de las parteras lo dijo dándole ánimos.

– ¡Me muero, me muero! ¡aaaahh! ¡AAAAHHH! – La mujer que daba a luz dio un grito desgarrador hasta que hubo silencio y tras un segundo se escuchó el sonido de un lloro infantil que retumbo como un eco en toda la habitación.

Una de las parteras agarró al bebé delicadamente cubriéndolo con una manta para después otra de las parteras rozara la frente con una varita con un cristal verde en la punta, esta brilló.

– Felicidades, es una saludable bruja bebé – La partera le entregó al bebé a la madre quien se veía visiblemente desgastada, al momento de ver a su hija no hizo más que esbozar una gran sonrisa.

– Lo hiciste cariño – La mujer al lado de la madre le dio un gran beso en la frente, las mujeres se dieron un gran abrazo con la bebé en medio de ellas.

A la distancia estaban la señora del aquelarre, sus guardias, Rosemary y Alexis; ellos observaron todo lo que pasó.

– ¡Por Gia, que hermosas! Que vivan las madres ¿Qué le pareció héroe? – La señora del aquelarre sonreía mientras sus manos estaban juntas a un lado de su mejilla, ella estaba feliz por lo que vio.

– Bueno, fue la primera vez que he presenciado un alumbramiento, fue… peculiar -Lo dijo el héroe mientras su rostro mostraba un color morado como si hubiera viajado por primera vez en un barco, se sintió algo mareado ya que el mismo vio como la bebe pasó de entre las piernas de la madre.

– ¡Ay, Alexis! ¿Acaso a la mayoría de los hombres siempre se comportan así cuando ven a una mujer dar a luz? A ustedes les encantan meter sus cosas ¿pero no lo que sale luego de hacerlo con ellas? -Rosemary le daba palmadas en la espalda y un vaso de agua.

– ¡Jojojo! A veces olvido lo sensibles que pueden ser los hombres en estos casos – La madre del aquelarre se río viendo al héroe en esa situación.

– Lo siento – Alexis tomó el vaso de agua mientras vio a las madres abrazadas con su bebe en medio.

– Por cierto, Allye ¿Por qué son dos madres? ¿No hay padre? – El héroe preguntó con mucha curiosidad, en su mente se supone era imposible que dos mujeres dieran a luz tanto en este como en su mundo original.

– Bueno, eso tiene una explicación mi joven héroe y eso es porque… – La señora del aquelarre estuvo a punto de explicarlo cuando fue interrumpida por su sobrina.

– En este aquelarre las mujeres pueden embarazar a otras – Rosemary lo dijo con total confianza haciendo un gesto obsceno con una de sus manos.

– ¡¿Qué, entre mujeres?! – La cara de Alexis tuvo una expresión como si hubiera descubierto los secretos del cosmos mientras Rosemary no pudo soportar reírse de él.

– ¡Rosemary, no mientas! – La señora del aquelarre, quien también es su tía, la reprendió mientras le jaló una de sus orejas.

– Lo siento, lo siento Allye, mi orejita – El rostro de Alexis regresó a la normalidad luego de escuchar aquello.

– La verdad es que la pareja que viste allí a pesar de que son pareja igual necesitaron a un hombre para aquello, claro no es que él tenga una relación con ellas o algo así, solo lo usaron para donar su semilla – La explicación de Allye hizo que Alexis se confundiera un poco más.

– Yo se lo explicaré Allye – Rosemary se paró al lado de Alexis – Como sabrás en este aquelarre solo aceptan a brujas y brujos que hayan aprendido la magia a base de las enseñanzas de la diosa Gia, la gran mayoría son mujeres ya que son más propensas a nacer con dicha habilidad.

– Si, eso me lo dijeron el otro día – Alexis respondió para hacerle entender que entendía las bases de ese aquelarre.

– Bien, pues si la gran mayoría son mujeres ¿Cómo crees que las brujas son capaces de seguir teniendo hijos? – Rosemary le preguntó a Alexis el cual puso una cara de pensativo hasta que de nuevo puso una cara de sorprendido.

– ¡¿Utilizan a los pocos hombres brujos del aquelarre como sementales para que embaracen al resto de brujas?! – Alexis lo dijo con un rostro muy serio convencido de lo que intuyó.

– ¿He? ¡Pero por supuesto que no! ¿En qué clase de depravadas nos ves que seriamos capaces de ordeñar a los hombres para esos fines? – Rosemary lo dijo con una mirada de condescendencia hacia Alexis.

-Lo siento- El héroe se hizo simbólicamente más pequeño por haber pensado eso de las brujas.

-En realidad, en cada primavera las brujas del aquelarre que deseen tener hijos forman grupos y van a las aldeas dispersas por toda la zona occidental de las tierras de Indomitia y buscan hombres sanos y fuertes con los cuales poder obtener sus semillas y de allí regresan al aquelarre para que en invierno den a luz – Lo dijo Rosemary de forma tranquila.

– ¡Pero si eso es casi tan depravado como lo que yo dije! – Lo dijo Alexis luego de haberse caído de piernas al suelo ante tamaña explicación.

– ¿Qué? ¿Acaso a los hombres no les gusta hacerlo con mujeres sin miedo a las consecuencias de dejar su semilla dentro? – Le respondió Rosemary.

– Bueno sí, pero… ¿Qué pensarían las novias al saber que sus parejas fueron a otro pueblo para hacerlo con otro hombre? – Alexis seguía confundido.

– Oh eso déjame explicarlo yo – La señora del aquelarre intervino – En este lugar cuando una pareja de chicas deciden oficializar su relación al menos una de ellas tiene el deber primordial de tener hijos, entre ambas lo discuten y eligen a una, somos muy pocas en este aquelarre por lo cual la maternidad es algo sagrado aquí así que no te preocupes que ellas están de acuerdo aunque claro si existiera una forma no tan explicita de tener hijos nosotras lo haríamos – Allye vio a las madres quienes estaban felices con su bebé.

– ¿Y qué hacen si él bebe resulta ser un hombre o una mujer sin magia al nacer? – El héroe preguntó con algo de incomodidad en lo que la señora del aquelarre lo vio a él por unos segundos.

– Si eso pasa simplemente los dejamos en el pueblo con sus padres biológicos o al alcalde para que se hagan cargo de ellos, claro que siempre dejamos donaciones muy generosas a dichos pueblos para no causarles problemas sin mencionar todos los actos que hacemos por ellos – Respondió la señora del aquelarre tranquilamente.

– Ya veo, entonces supongo que está bien, disculpe Allye por haber dudado de ustedes y creer cosas raras – Se disculpó el héroe de forma humilde, aunque en su mente aún tenía algunas dudas como «¿Las madres que son brujas estarían de acuerdo con abandonar a sus bebes?» pero el sentia que no debia profundizar más al respecto. 

-No se preocupe joven héroe, es normal que no esté consiente de nuestras tradiciones – La señora del aquelarre era muy comprensiva.

Un grito de una mujer rompió la conversación en lo que el lloro de una bebé se escuchó, todos los presentes fueron al cuarto de donde venia la nueva vida que nació.

– Es una hermosa bruja bebé, felicidades a los padres – La partera entregó a la bebé a una madre quien luego fue abrazada por un joven y una joven más.

– ¿He? ¿Y ese señor? – Preguntó desconcertado Alexis.

– ¡Jojojo! Bueno obviamente no todas las mujeres del aquelarre gustan de otras mujeres y no todos quienes habitan aquí son féminas, también hay brujos, pero al ser tan pocos son muy codiciados – Respondió Allye.

– ¿Y por qué veo una pareja de a tres? – Estaba aún más confundido Alexis.

– Porque ambas son las esposas de brujo, los brujos al ser tan pocos tienen el permiso especial de casarse hasta con tres esposas, sería terrible que un brujo embarazara a demasiadas mujeres, la endogamia es algo que se debe evitar a diferencia de los reinos humanos que les encanta casarse entre primos o hermanos – La señora del aquelarre estaba muy orgullosa de sus costumbres.

– Oh mi señora Allye – El brujo que estaba abrazando a ambas mujeres se acercó a donde estaba la señora del aquelarre.

– Mis felicitaciones por haber tenido a tu tercera hija, se ve que es muy sana – Allye saludaba con ambas manos al brujo.

– Si, en verdad estamos muy felices, ahora tenemos a tres hermosos hijos, el aquelarre nos ha apoyado bastante al respecto, no sabe lo profundamente agradecidos que estamos con usted – El brujo se notaba muy feliz.

– ¿Cuatro hijos? ¿Ninguno le salió sin magia? – Alexis estaba atrás viendo todo.

– Cuando una bruja y un brujo tienen hijos casi siempre salen niñas o niños brujos, por eso los brujos son tan codiciados en el aquelarre y se les permite tremenda poligamia ¿Te recuerda a Fragia verdad Alexis? – Rosemary le sonrió a Alexis quien pensó en su caso.

– Yo creo que ya paso de tener más de una novia – Respondió Alexis.

– Me lo imaginaba, ahora serás monógamo como deberían ser las cosas – Rosemary le replicó.

– Por cierto, Allye ¿Quién es la joven detrás suya? – El brujo preguntó al ver a Alexis.

– Oh déjame presentártelo, él es el héroe Alexis de Fragia, el que derrotó al Rey Demonio junto a mi querida sobrina Rosemary – La señora del aquelarre le presentó al héroe al brujo.

– Mucho gustó héroe Alexis, me llamo Hvann, soy el doctor general del aquelarre – El brujo le dio  la mano a Alexis.

– El placer es mío y por cierto felicidades con su nueva hija- Alexis le tomó de la mano saludándole.

En la Abadía Virgínea el invierno también llegó, en los almacenes donde se guardaba los víveres hubo un espacio que fue reacondicionado en forma de una celda y en ella había un prisionero de enorme peso.

Un joven bajó de las escaleras que daban a ese almacén que estaba parcialmente iluminada por unas antorchas.

– ¡Alto! No puede pasar por aquí incluso si es el actual conde – Una de las dos hermanas protectoras que estaban en el lugar detuvo al joven que intentó entrar. 

– Esta bien, tengo permiso de la actual abadesa – El joven entregó un permiso especial firmado por la mismísima Ciel.

– Esta bien, puede pasar, pero solo por unos minutos – La hermana dejó pasar al joven conde Louise Lambert.

– Padre – El joven estaba al que se supone era su padre quien ahora cayó en desgracia y está encerrado en la misma abadía donde él iba todas las temporadas para fornicar con las hermanas.

– ¿Que quiere mi hijo el traidor aquí? Debiste luchar por mi y liberarme pero no, te aliaste con esa zorra que se hace llamar santa y me encarcelaron aquí a que me pudriera – El ex conde contesto furioso.

– Es algo que tu mismo que buscaste padre, abusar sexualmente de tantas hermanas durante tantos años y que incluso embarazaras a varias que terminaron siendo expulsadas es algo que no puedo tolerar – Louise supo siempre sobre las actuvidades de su padre pero el no podia refutarlo.

– ¡Ja! No te hagas el mandamás solo porque la santa te nombró como el nuevo conde, yo lo sigo siendo cuando me libere de aquí – El ex conde se rió.

– Eso no pasará padre, no hasta que hayas pagado por todos tus pecados y debes agradecer de que santa Ciel no te cortara la cabeza cuando te encontró en pleno actu tan lamentable – La vista de su padre desnudo tirado en un ropero destrozado llegaron a su mente – Y por cierto ya hemos descubierto a varios de tus hombres que también trabajaban para la iglesia.

– Oh ¿Acaso te traicionaron como lo hiciste? – Se rió con malicia cosa que hizo enojar a su hijo.

– Ahora trabajo para santa Ciel quien desea un mejor futuro para este reino sin tener que recurrir a la guerra y tratar con más respeto a las mujeres y hombres discriminados hasta alcanzar la igualdad y la justicia entre todos – Louise le respondió con firmeza a su padre.

– ¿Un cambio sin recurrir a la guerra? ¿Sin discriminación, con igualdad y justicia? que estupideces dices hijo, como se nota que esa zorra te a influenciado de la peor forma, esas fantasias dejaselas a los cobardes que no son capaces de hacer nada por miedo, mientras exista el poder nunca habrá eso que buscas, el pueblo necesita alguien fuerte que los dirija o se desviaran de su camino así como esas desviadas de las brujas – Al momento de escuchar la palabra «bruja» Louise reaccionó.

– ¿Qué tienen que ver las brujas en todo esto? – Preguntó el actual y joven conde.

– ¿Te interesa? ¿Acaso el rey ya dió la orden? ¡jajaja! – El prisionero empezó a reirse con mucha malicia.

– Entonces tú lo supiste todo el tiempo padre – No podía creerse que su padre supo esa información todo ese tiempo, algo que ni la sabia, se nota que la red de información que compartía la corona estaba muy resguardada.

– Las brujas, herejes, desviadas y barbaros merecen ser erradicadas de este reino cueste lo que cueste – Al escuchar la palabra «bárbaro» algo llego a la mente de Louise.

– ¿Te enteraste que el princiope Bennett se va a casar con una Ferrciana? – Louise soltó la información.

– ¿Qué? ¿Con una Ferrciana? ¿Pero que clase de herejia es esa? ¡En las leyes dice claramente que un principe no puede convertirse en rey si se casa con una barbara! ¿Acaso declinó su derecho al trono? – El prisionero se vio visiblemente desconsertado pór lo que escuchó.

– Ya veo, entonces tu tampoco lo sabias, ahora lo tengo todo claro, gracias padre – Louse entonces se dio la vuelta para retirarse del lugar.

– ¿A donde crees que vas hijo ingrato? Me contaste algo que no sabia ¿Y te atreves a irte así como así? – El ex conde Jean Piere le exigia a su hijo dar más información.

– No, ya no soy tu hijo, ahora yo soy el Conde de este condado y le sirvo a santa Ciel.

Era de noche y en la oficina de la abadesa estaban el conde Louise, la hermana Esmeralda y por supuesto santa Ciel.

– Y entonces el verdadero objetivo de la corona, según lo que sabia tu padre ¿No solo es contra las brujas sino a los que ellos consideran como barbaros? – Esmeralda le preguntaba al joven conde.

– Si, eso fue lo que me dijo sin que se lo preguntara directamente y aparte se sorprendió muy negativamente cuando se enteró que el principe Bennett se casaria con una ferrciana – Respondió Louise.

– ¿Qué opinas Esmeralda? – Preguntó Ciel quien estaba en el escritorio viendo y escuchando todo.

– Esto nos quiere decir que ni los ferrcianos estan libres de lo que planea la corona pero entonces ¿Por qué Bennett se piensa casar con la ferrciana? lo unico que se me puede ocurrir son dos posibilidades; la primera es que deseen hacer una unión dinastica para aumentar su poder pero eso no tiene sentido ya que las leyes de Fragia prohiben que un rey este unido en matrimonio con alguien de otra raza por lo cual queda la segunda opción; que el rey Gunther Wolf les vaya a dar algo a cambio ¿Pero que será? – Esmeraldas estaba pensando al máximo las posibilidaes que podrian existir.

– ¿No se te ocurre algo Luoise? – Preguntó Ciel al joven conde.

– Lo siento, no se me ocurre que podria ser lo que le podrian dar a la corona – Replicaba algo avergonzado el joven.

– Solo nos queda una opción – Esmeralda miró a Ciel – Debes hacer que Beatriz lo descubra por nosotros, se que las dos ahora no tienen la mejor relación pero no pode,mos ponernos quisquillosos.

Ciel se levantó de su asiento para mirar hacia la ventana donde se veia las luces del pueblo que estaban a las faldas del cerro donde yacía la abadia, la santa estuvo tan ocupada que no se puso a pensar en todo lo que pasó con Beatriz desde ese incidente hace un par de meses donde habian «roto».

– Esta bien, me encargaré de pedirle ayuda – Respondió una calmada Ciel quien se volteó para mirar a sus acompañantes.

– Ciel, muchas gracias, si necesitas algo puedo hablar también con Matilda – Esmeralda y Matilda eran la conexión entre ambas ex novias por lo cual su ayuda seria valiosa.

– Se que no soy de tan gran ayuda pero prometo servirle en todo lo que necesite su santidad – Habló con fervor el joven conde.

– Esta bien chicos, agradesco su ayuda, en serio – Una sonrisa calmada fue esbozada por la santa.

Los jovenes salieron de la oficina de la abadesa, entonces Ciel calló de rodillas al lado de su escritorio, uno de sus ojos estaba brillando de color dorado como si algo quisiera activarse.

– «¿Entonces te vas a juntar nuevamente con tu ex novia? que patetica, depender de alguien más para que te averigue algo que nisiquiera deberias de preguntarte, si ya sabes que los malditos de la corona quieren también exterminar a los barbaros entonces solo deberias ir alí, destrozar sus puertas y exterminarlos, derramar su sangre al suelo y volverte la nueva reina y que Beatriz se convierta en su esclava sexual» – Una voz se escuchó dentro de los pensamientos de Ciel pero era extraño, no era como si alguien más le hablara, era como si sus pensamientos, miedos e inseguridades le hablaran con voluntad propia pero a la vez sentia la influencia de Freyla.

– No, yo no necesito de tu poder Freyla, ya deja de molestarme, sal… de mi mente – Ciel se agarró uno de sus cabellos apretandolo en lo que cerró sus ojos lo más fuerte que pudo para posteriormente de unos segundos que se sentian como horas levantarse.

La joven santa sintió que pudo sobrellevar nuevamente a la diosa Freyla pero cuando vio una de sus manos unos cabellos arrancados se dió cuenta que estos tenian sus raices de color gris.

– ¡¿Qué?! – Ciel fue rapidamente a donde estaba el espejo y con mucho detenimiento abrió sus cabellos para ver con detenimiento lo que estaba pasando y es cuando uno de sus temores más fuertes se hizo realidad, la raiz de sus cabellos negros como el azabache empezaban a tornarse de color gris – ¡¿Pero como?! no me he vuelto a transformar en Freyla en varios meses ¡¿Por qué me esta pasando esto?!  

Entonces una idea, un pensamiento o quizás ¿Un mensaje de la diosa? apareció en su mente – «Tal vez, exista la posibilidad de que poco a poco me estoy transformando en Freyla, en vez de un cambio forzado que fuera temporal me estoy transformando lentamente en Freyla… de forma permanente….

-Continuará…