(Análisis) Kusuriya no Hitorigoto – Episodio 3: ¿Como tener un romance con la concubina del emperador?

Hasta ahora el anime de Kusuriya no Hitorigoto nos ha mostrado lo «»hermoso»» y elegante que es la vida en el palacio imperial donde todas las concubinas dedican su cuerpo y alma en complacer al todo poderoso emperador, pero… ¿y qué tal si una de ellas no quiere?

La vida de Maomao sigue su rumbo luego de haber ascendido a ser la adama de compañía de Gyokuyo una de las principales concubinas del emperador que hasta el mismo medico imperial ya la quiere, cosa curiosa entonces el medico también es Eunuco, parece que no importa tu profesión debes cortarte el miembro para trabajar en el palacio imperial… auch que feo.

Hay un rumor extendiendose en todo el palacio y es que existe una fantasma que baila todas las noches encima de uno de los muros exteriores, me encanta que la primera «amiga» de Maomao sigue apareciendo y nos sirve también como un vistazo a lo que piensa la «plebe» además de que su voz es extremadamente adorable lo cual me hace pensar si no es de verdad una chica super joven quien da su voz o es otra actriz de mayor edad que exagera su tono de voz.

Ese fantasma resultó en realidad ser una concubina hija del rey de un reino vasayo el cual dio a su hija en matrimonio para el emperador. Parece que la chica sufre de mucho estrés porque cuando se tuvo que presentar al emperador esta chica pese a ser una experta bailarina tropezó haciendo que su amo perdiera todo interés en ella y decidiera no tocarla.

Jinshi le da la misión a Maomao que revisara a la concubina desde la distancia, pero pese a que nuestra protagonista sospechaba que era sonambulismo debido al estrés parece que al final no era eso… se descubrió que uno de los generales del emperador que hizo notables logros militares a pedido precisamente a esa concubina como recompensa lo cual todo logra conectar el día donde ella abandona el castillo.

La concubina se auto saboteó al arruinar su baile frente al emperador provocando que este no la tocara manteniéndola virgen, pero al mismo tiempo bajando su «valor» como mujer permitiéndole estar dispuesta a ser el premio de recompensa para el general. La escena final con la concubina reuniéndose con su ahora esposo fue muy conmovedora porque ambos eran amigos de la infancia y querían estar juntos, la propia Gyokuyo le dijo a Maomao en secreto que en parte sentía envidia lo cual me hace pensar… ¿ella también amaba a otro hombre?

Fue en este episodio donde ya sospechaba que Jinshi no era el emperador porque vimos al emperador de espaldas siendo alguien ya bastante grande y maduro. Pese a que todas las concubinas parezcan estar siempre dispuestas a dar todo de si por el emperador ellas siguen siendo humanas con sus propios deseos y aspiraciones,