(Fanfic) Mahou Shoujo ni Akogarete: Arcoiris Lunar / Capítulo 4: Trio Mágico Parte 1

Las montañas son un sitio ideal para entrenar, alejadas de todas las distracciones de la ciudad, aunque tuvimos que ausentarnos un tiempo del colegio bajo la excusa de enfermedad, si, las 3 a la vez, aunque ya la maestra está acostumbrada a que mis amigas y yo siempre estuviéramos sincronizadas en ese sentido.

– «¡Vamos Magenta! ¡ORA ORA ORA ORA!»

Sulfur estaba atacando de forma insaciable a Magenta quien lo bloqueaba con su lanza, ellas estaban dando lo mejor de sí misma, mientras tanto yo estaba practicando con mi espada de hielo que formaba en mi dispositivo de transformación, ay de solo recordar como lo utilizo como consolador todas las noches para masturbarme hace que me sienta muy avergonzada.

Mientras brincaba alto para impulsar mis golpes vi la cascada, era muy alta y con una piedra en la caída, al aterrizar me puse a pensar cómo se sentiría estar allí, el agua helada cayendo con gran presión aplastando mi cuerpo inmundo, de pronto mi piel se empezó aterrizar por lo que tuve que tomar fuertemente mi hombro.

– «¿Debería intentarlo?»

Con un brinco me impulsé a la roca que estaba en medio de la caída de la cascada.

– «¡KYA!»

El choque del agua helada me hizo despertar de mis pensamientos pecaminosos, poco a poco me fui acomodando a la piedra, me senté con mis ojos cerrados y poco a poco sentí como si mi mundo se estuviera cerrando en una oscuridad fría. Al estar bajo la cascada podía sentir como todo mi cuerpo estaba siendo aplastado.

– «Ah, finalmente… puedo… puedo…»

Pero cuando creí que finalmente podría centrar mi mente en lo importante del entrenamiento una imagen vino hacia mí, era Baiser-sama la cual me rodeaba con una mirada lujuriosa mientras se mordía una de sus uñas, sonrojada, sudando y con sus pupilas en forma de estrella saliendo de sus ojos.

– «¿Acaso no te estas divirtiendo sin mí? Puta, masoquista perra mágica» 

Entonces ella me daba con su fusta en mis hombros.

– «No, Baiser-sama yo solo… ¡KYAAA!»

Los azotes de Baiser-sama con su fusta me estaba cayendo en todas las partes del cuerpo, en mis hombros, en mi cabeza, en mis piernas, en mis pechos, en todos lados, sentía como si Baiser-sama estaba estimulando todo mi cuerpo sin siquiera darme la oportunidad de resistirme, mis ojos seguían cerrados ya que no quería salirme de esa ilusión tan hermosa que sentía.

– «Baiser-sama yo solo quería entrenar para hacerme más fuerte, más fuerte para pelear contra usted y resistir mejor sus azotes»

En mi mente Baiser-sama no hacía más que reírse mientras yo no seguía gimiendo ante sus azotes, me llegaba a cada rincón del cuerpo, me imaginaba a mí misma recostada desnuda en el suelo con las piernas abiertas amarradas por los lazos de la flor del mal que ella había invocado.

– «¿Sigues resistiéndote? Bien, bien, así me gusta, pero ¿y esta parte de aquí?»

Baiser-sama rozaba su fusta desde mis tetas para luego deslizarla suavemente hasta mi vientre.

– «N-no, Baiser-sama, por allí no…»

– «¿Por qué no? ¿Acaso no te gusta?»

La punta de su fusta en forma de estrella tocaba mi vagina, mis labios íntimos que estaban húmedos por todo el sudor, fue entonces que de repente le dio varios golpes pequeños.

– «¡KYAAA!»

– «Siiii, así me gusta»

Cada pequeño golpe encima de mi vagina sonaba como si me diera pequeñas palmadas encima de mi vientre, ese sonido de toques suaves no hacía más que excitarme, más y más y más.

– «Baiser-sama si continua así yo no…»

– «¿Tu no qué?»

Entonces Baiser-sama tomo con más fuerza su fusta y me dio un golpe en medio de mi vientre y vagina, tanto que se escuchó tan fuerte como si de una nalgada se tratara.

– «¡ME VENGOOOOO!»

Sin aguantarlo sentía como me corría, una corrida tan fuerte que se mezclaba con toda el agua que caía en la cascada que me rodeaba.

– «¿No ves Magenta? Hasta Azul se lo toma en serio, mírala como está concentrada bajo la cascada»

– «Estoy tan mojada…»

– «¿Pero que carajos pasa contigo?»

Sulfur me tomó como buen ejemplo de cómo entrenar, pero lo que ella no sabía es que acababa de tener un orgasmo con la sensación del agua fría cayendo sobre mi e imaginando que era Baiser-sama quien me sometía.

Durante ese día Sulfur sugirió la idea de que debía obtener mi propia arma personal, así como ella tiene sus puños y Magenta su lanza, era una pista para volverme más y más fuerte.

Durante el atardecer las chicas y yo nos relajamos en unas aguas termales que había cerca de allí, al parecer ese fue uno de los motivos por el cual la pariente de Kaoruko puso su cabaña allí, estaba algo nerviosa porque recordé lo que pasamos en la casa de muñecas de Nero Alice donde todas me hicieron cosas que no creí que hiciéramos como mejores amigas.

– «¡Cabrona, no quería recordar ese momento!»

– «¡KYA!»

– «Haruka, agarra su otro pezon»

– «¿En serio?»

– «Claro, es parte de nuestro entrenamiento»

Kaoruko se había enojado por hacerle recordar ese momento incomodo, Haruka como era bien inocente le siguió el juego agarrando mi otro pezón, ambas estaban jalándolas estimulándome al igual que hicimos en la casa de muñecas.

– «¿Qué pasa Sayo-chan? ¿Acaso no te gusta lo que hacemos? últimamente has estado muy engreída, ayer mientras dormíamos pude escuchar tus gemidos ¿acaso te estabas masturbando?»

-«¿Qué? ¿En serio?»

Haruka estaba impactada, si, lo admito, no pude aguantar muchos días sin masturbarme por lo cual mientras dormíamos todas juntas en el mismo cuarto no aguanté y me di algo de placer con mis propios dedos, que imprudente fui, soy un asco, quiero morirme.

– «¡N-noooo! ¡No es ciertoooo!»

La vergüenza, la excitación y el dolor de mis pezones siendo jalados con tanta fuerza hizo que de repente de mis gritos saliera una gran cantidad de energía mágica que hizo que las aguas termales donde estábamos metidas se congelara.

– «¿Que carajos fue eso?»

– «Sayo-chan ¿estas bien?»

En medio de las aguas termales estaba yo quien era la fuente del congelamiento, Haruka y Kaoruko se alejaron rápidamente a tiempo, estaban fuera del área de congelamiento, desnudas, con sus pezones rosados al aire y sus lindos traseros relucientes.

Esa noche tuvimos bañarnos con agua fría a la espera que se descongelara el agua de las aguas termales, mientras comíamos en la cabaña algo que preparamos surgió ese tema, Kaoruko fue quien inició.

– «En serio ¿qué carajos fue ese poder que lanzaste?»

– «Si, Sayo-chan nos preocupaste mucho»

– «L-lo siento, no quería asustarlas, ni siquiera yo sé lo que ocurrió»

– «Pero ¿qué fue lo que sentiste cuando lo hiciste?»

Kaoruko y Haruka me rodearon muy interesadas en todo lo que estaba pasando, Kaoruko me recriminó el hecho de que me descubriera masturbándome, Haruka ante mi mención de que me mojé bajo la cascada, no puede ser, estoy acorralada ¿Qué hago? ¿Qué hago? Mi reputación, o la poco que me quedaba estaba a punto de ser destruida, pero ahora creo que ya no importa…

– «La verdad chicas es que yo…»

Esa noche a todas ellas les conté absolutamente todo lo que pasamos Baiser-sama y yo en el parque, el cómo me había quebrado, como mi dispositivo de transformación se fragmentó y varios detalles íntimos como que me masturbaba con el dispositivo mágico o mi orgasmo en la cascada imaginando que era Baiser-sama, todo.

El rostro de Kaoruko y Haruka estaban perplejos, mi cabeza se agachaba tras cada expresión que vi de ellas, tras todo lo que les conté pensé que me echarían del grupo, estaba ya perdida, no creo que haya nada que pudiera hacer, mi vida estaba acabada, creo que al final si dejaré de ser una chica mágica.

– «Y eso es todo lo que quería decirles, perdón por habérselos ocultado chicas…»

Cuando alcé mi mirada Haruka estaba totalmente roja con sus manos tapando su boca, Kaoruko con la mirada baja, no pude ver sus ojos por la sobra de su cabello, sus labios estaban tensos.

– «¿Kaoruko…chan? y-yo…»

En el momento en que quería que me respondiera fue entonces en que ella se levantó y de repente alzó su puño contra mí con todas sus fuerzas y me golpeó haciéndome caer de mi asiento.

– «¡Kyaaa!»

– «¿Kaoruko-chan?» 

Haruka estaba tan impactada como yo ante ese repentino golpe, si, era la reacción que esperaba de Kaoruko-chan, en parte me sentí aliviada de que reaccionara así, es la chica que siempre había conocido.

– «Me das asco»

– «¿Como?»

– «Eres una puta masoquista asquerosa»

– «…»

Continuará en el siguiente capítulo: Trio Mágico Parte 2