(Web Novel) Un Mundo Carmesí: Capítulo 15, Un pasado confuso y un futuro incierto

Era la batalla final contra el Gran Rey Demonio, en el grupo del héroe estaban Ciel, Rosemary y otros más ayudándole, había sido una noche muy complicada, las hordas de demonios estaban luchando contra los ejércitos del reino de Fragia lejos de allí, pero pelear contra una criatura tan poderosa era demasiado incluso estando casi solo.

El Gran Rey Demonio utilizaba magia demoniaca, lanzaba llamas azules que quemaban todo a su alrededor, lo que tocaba no se apagaba hasta que estuviera totalmente reducida a cenizas, poco a poco los que ayudaban al héroe Alexis caían y solo quedaban unos pocos de pie.

– ¡CORTE HYDRO, ESTRELLA!

El ataque elemental de Alexis chocaba contra el cuerpo difícil de describir del Gran Rey Demonio, esta tenía la forma de un ser oscuro de 2 metros y medio de altura con una gran bata purpura, él había bloqueado el ataque del héroe con su brazo el cual parecía no importarle el daño recibido ya que se regeneraba a una velocidad increíble.

-Maldito, tu regeneración sí que es una molestia ¿Ciel cómo va la recuperación de los demás?

– ¡B-bien! Ya he curado a algunos, solo me falta uno y…

La charla se vio interrumpida por un ataque de fuego azul del Rey Demonio el cual fue bloqueado por otro ataque de corte de agua del héroe.

-Maldito, no nos deja ni un respiro, está bien, concéntrate en ellos Ciel ¡ROSE NECESITO APOYO, HAGAMOS UN ATAQUE COMPUESTO!

-Si, dale con todo lo que tengas.

La bruja Rosemary alzaba su báculo para luego hacer un círculo de la cual salían múltiples bolas de fuego hacia dirección del Gran Rey Demonio.

– ¡Ataque ígneo, multi ráfagas!

El ataque le estaba dando al Gran Rey Demonio, pero este se cubría con ambos brazos, pero con sus ojos podía ver al héroe Alexis saltando encima de el con su espada iluminada mientras el extendía sus dedos medio e índice desde la base hasta el final de su espada preparando su ataque.

– ¡Ataque Anemo, Tajo Aéreo!

Cuando su ataque chocó con los ataques de fuego de Rosemary se produjo una explosión que retumbaba en toda la sala gigantesca que los rodeaba, pero este no se detenía, el héroe Alexis seguía lanzando más y más ataques consecutivos.

-Amo Alexis si sigue atacando así se quedará sin mana.

Era el hada Pyxys desde su puesto en el pendiente en la oreja izquierda del héroe.

– ¡NO PUEDO HACERLO, SI ME DETENGO ESE MALDITO SE REGENERARÁ! ¡AAAAAHHHH!

Los ataques se siguieron dando provocando que una parte de la sala se derrumbara encima de donde estaba siendo atacado el Gran Rey Demonio cosa que provocó que el héroe Alexis detuviera su ataque cayendo finalmente al piso.

– ¿Lo vencimos?

-No puedo detectar su presencia amo, o lo venció o quizás… ¡AMO EN EL PISO!

– ¿Qué?

Un hueco se abrió en el piso dejando ver un oscuro abismo y en medio estaba una figura humanoide desfigurada, desmembrada y quemada, era el Gran Rey Demonio el cual había logrado salirse del ataque del héroe, pero no sin antes sufrir enormes heridas, pero no lo suficientes como para derrotarlo.

– ¡MALDICIÓN SIGUE VIVO!

– ¡ALEXIS CUIDADO!

De la boca desfigurada y medio esquelética del Gran Rey Demonio se formaba una esfera de energía purpura el cual disparó directamente haría el héroe.

El ataque fue devastador que mandó a volar al héroe quien chocó con el techo de la sala haciéndolo caer destrozando el piso dejándolo inconsciente pero no era suficiente, el Rey Demonio alistaba otro ataque el cual iba a darle, pero en ello Rosemary fue corriendo hacia donde el para protegerlo.

– ¡ALEXIS! ¡DEFENSA IGNEA, CHOQUE!

Un escudo de fuego la envolvían mientras se ponía frente a Alexis protegiéndolos a ambos, pero ese ataque los mandó a ambos volando, Rosemary había quedado también inconsciente.

– ¡ALEXIS, ROSEMARY!

Ciel había terminado de curar a los demás miembros del equipo cuando vio como sus amigos habían caído ante la trampa del Rey Demonio por lo que fue rápidamente a socorrerlos poniéndose en medio.

– ¡DETENTE! ¡No dejaré que los ataques indefensos!

-…

El Gran Rey Demonio veía a la pequeña jovencita interponiéndose en su camino y lo único que hizo fue esbozar una risa de ultra tumba.

-ia ia ia ia ia ia ia

Entonces el Rey Demonio solo abrió su boca putrefacta para preparar otro disparo de energía demoniaca en lo que Ciel preparó su escudo dorado, el ataque chocó y fue soportado.

– ¡Ataque sacro, Rayo!

Unos rayos blancos empezaron a caer sobre el Rey Demonio quien habiéndose cubierto con sus brazos se dio cuenta que las heridas que había recibido no se curaban, sino que se engrandecían y se quemaban más.

– ¡IUAAAAGGHH!

La Santa empezaba a tirar más de sus rayos al ver que eran efectivos provocando que el Rey Demonio empezara a esquivarlos para alzarse en los rincones más oscuros y ocultos de la sala.

-Eso es… huye como un cobarde…

Pero antes que ella pudiera terminar su frase un disparo de energía demoniaca salía de las esquinas del salón haciendo que la Santa se cubriera con su escudo dorado, podía soportar los ataques, pero los disparos empezaron a venir de todas direcciones haciendo que la santa no supiera bien de donde protegerse hasta que se repente un disparo le cayó en un costado.

– ¡KYAAAA!

El Rey Demonio no se detuvo allí, más y más disparo empezaron a golpear su cuerpo como si de un saco de box se tratara, el cuerpo de Ciel entonces colapsó cayendo al piso, su rostro ensangrentado manchaba el suelo con su mirada poco a poco nublándose mientras veía al Rey Demonio acercándose hacia ella con un cuerpo que era entre huesos y carne colgante, se podían ver dos cuernos enormes sobrepasando su cráneo.

-N-no… puedo… perder… no… Alexis… Rosemary…

Su vista se oscurecía y su conciencia se desvanecía.

-Bea…triz…

Y entonces un destello de luz iluminó toda la sala, ningún rincón permaneció oscuro ante lo que estaba pasando, el Rey Demonio protegía sus ojos ante semejante luz, cuando el destello terminó podía verse a una mujer alta, esvelta, de cabello blanco y con ojos dorados, su vestimenta había cambiado por una blanca con adornos dorados y su gran lanza plateada con mango dorado.

– ¿IUAH?

El Rey Demonio estaba desconcertado ante lo que estaba viendo, un nuevo oponente había aparecido ante él, una mujer que desprendía un aura tan poderosa que hacía temblar todo el lugar.

-Maldito.

La mujer extendió su lanza apuntando al Rey Demonio.

-Después de tanto tiempo y tengo que despertar viendo tu horrendo rostro, mi nombre es Freyla y vengo aquí para acabar contigo, vamos, ven a mí, no te dejaré seguir respirando otro segundo más.

El Rey Demonio al sentir todo ese poder lo que hizo fue pegar un grito de ultra tumba para luego extender dos grandes alas de su espalda y emanar una energía demoniaca que junto a la de la mujer misteriosa hizo que el resto del techo del palacio se terminara de derrumbar, algunos escombros estaban por caer hacia Alexis, Rosemary y los demás aliados, pero estos fueron protegidos por escudos dorados semi transparentes al ser apuntados por los dedos de la mano libre de la mujer misteriosa.

Del techo podía verse enormes nubes negras que rodeaba toda el área del palacio demoniaco y entonces tanto la mujer albina de nombre Freyla se lanzó con todo su poder hacia el Rey Demonio quien no se quedó quieto y con sus alas extendidas también se lanzó hacia ella.

Lentamente abría sus ojos Alexis quien se encontraba en medio de muchos escombros, su sentido de la orientación estaba atrofiado, no sabía dónde estaba, no sabía que estaba pasando, pero al alzar su mirada de las rocas que lo rodeaban vio a una arrodillada Ciel quien emanaba un vapor de su cuerpo y en frente de ella una montaña de escombros.

– ¿Ciel? ¿Pero que esta pasan-

-¡¡IUAAAAAAHHHHHH!!

Entonces un grito de ultra tumba se escuchó para seguido de aquello un rayo de energía demoniaca salía disparado al cielo, salía de esa montaña de escombros frente a Ciel, era la figura aún más esquelética y con apenas trozos de carne del Rey Demonio.

El héroe sacó una botella de pasión y una de mana tomarla, su cuerpo sentía como apenas y se recuperaba, había tomado tantas que el efecto de tomar más de aquello disminuía bastante.

-Amo Alexis.

El hada con su forma original estaba sobrevolando al héroe.

-Pyxys, sigues con vida.

-No me tome como un tonto amo, desperté al mismo tiempo que usted.

-Disculpa, pero ahora no tengo tiempo para esto.

-Amo Alexis tengo que informarle que tengo una buena noticia.

– ¿En serio? Por favor que sea lo suficientemente buena me urge.

-Si, verá es…

Desde lejos se veía como Pyxys le contaba aquello tan importante, el Rey Demonio buscaba lo primero que se moviera para atacarlo y cuando se dio cuenta de Ciel arrodillada lejos de él fue directamente a atacarla con desesperación, como si quisiera terminar un trabajo inconcluso.

– ¡NO LO PERMITIRÉ! ¡ATAQUE HYDRO, ESTRELLA!

El ataque del Rey Demonio fue bloqueado por el del héroe, pero un brazo del monstruo fue totalmente cortado, desmembrado, lo que provocó que gritara aún más.

-¡¡IUAAAAAGGGHHH!!

-Eso es maldito, sígueme, vamos Pyxys.

– ¡Si amo!

Entonces el hada brillaba para adoptar la forma del héroe, se acuclilló para juntar sus brazos y entonces Alexis pisó aquello y de un enorme impulso saltó al cielo nublado el cual empezaba a formar un remolino.

El Rey Demonio extendió sus alas que estaban totalmente agujereadas pero lo suficiente como para volar, se lanzó hacia el héroe quien en medio del cielo extendía su espada la cual estaba atrayendo los rayos de las nubes en el cielo.

-¡¡MALDITO, YA MUERTE DE UNA VEZ!!

Alexis extendió la espada para luego dar un corte, uno tan cargado con toda la energía mágica que le quedaba, en ese entonces el hada Pyxys le había confirmado la adquisición de una nueva habilidad suya, mimetismo, el cual le permitirá adoptar la forma de su amo, sincronizar sus mentes y almas para ser capaces de compartirse habilidades, ataques, poderes y hasta recuerdos, justo lo que necesitaban en ese entonces.

¡¡ATAQUE COMPUESTO, MAGNA RAYO!!

El ataque devastador de los truenos de todo el Reino Demoniaco se había concentrado en un solo ataque que cayó en frente del Rey Demonio el cual no podía hacer nada más que ver como su cuerpo era rostizado, resquebrajado y pulverizado ante semejante ataque compuesto.

El cuerpo del Gran Rey Demonio cayó en medio de todo su antiguo palacio para ver como sus últimos rastros de su cuerpo carbonizado se hacía polvo.

El héroe Alexis cayendo fue sostenido por los brazos de Pyxys, estaba demasiado débil ante las heridas que había recibido y el semejante ataque que había realizado.

– ¿Esta vez… si lo… conseguimos?

-Si amo, esta vez lo hicimos… felicidades.

– ¿En serio?

-Sip

– ¡SIIIIIIIIIIIIIIIIII! ¡POR FIN CARAJO! ¡AAAAHHHH!

-Felicidades amo.

-Pyxys.

– ¿Sí?

-Bájame por favor… me da vergüenza…

-Jajaja claro Amo.

Alexis fue a revisar a sus aliados que estaban dispersos, a la primera que fue a ver era Ciel la cual seguía emanando vapor de su cuerpo, ella estaba bien pero solo inconsciente.

– Pero ¿qué pasó mientras estaba inconsciente? ¿Sabes algo Pyxys?

-No tengo idea amo, también quedé inconsciente.

Alexis sostenía el cuerpo de Ciel la cual lentamente abría los ojos para verlo a su, en ese entonces, reciente confesado novio.

– ¿Ale…xis?

– ¡CIEL! Oh gracias a la Diosa que estas bien.

– ¿Y el… Rey Demonio?

-Ya no está… se fue… lo derroté.

– ¿En serio?

-Si

De los ojos de Ciel salieron lagrimas para luego abrazar a su novio entonces el extendió su rostro para darle un beso, Ciel se lo pensó un segundo, pero accedió debido a la felicidad del momento.

Alexis se tiraba al piso arrodillado y en frente de él estaba la diosa Freyla con un aura imponente, con su piel perfecta ya recuperada de las heridas recibidas por el ataque más poderoso en ese entonces del héroe Alexis.

– Mientras estabas inconsciente, yo salí por un momento, pero fue suficiente para darle una buena paliza a ese Rey Demonio, a lo que tú te enfrentaste no era nada más que la basura que dejé sobrante.

-No puede ser… creí que… había sido yo quien lo había… vencido…

– ¿En serio crees que al enemigo que derrotaste estaba al 100% de su poder? Eres un ignorante, nunca venciste al Gran Rey Demonio, sino que fue Ciel mientras tu estabas inconsciente.

-…

-Ciel nunca te amó como un hombre, ella te quería como su mejor amigo, es verdad que ni la misma Ciel sabía lo que sentía, pero tú te aprovecharse de su vulnerabilidad.

Pyxys ya había perdido su forma humana pero no sé había convertido nuevamente en pendiente, estaba allí flotando con su diminuto cuerpo tratando de mover a su amo quien estaba totalmente inmóvil arrodillado mirando al piso.

-Amo Alexis el enemigo se aproxima ¡muévase!

– ¿Ya lo comprendiste Alexis? Te indignó que tu esposa te engañara con tu otra esposa cuando tú mismo no solo le mentiste de tus planes, sino que también la acorralaste para hacerla tu mujer y ni siquiera eres el gran héroe legendario del cual tanto te enorgulleces.

El hada Pyxys se puso frente a su amo Alexis para protegerlo frente a la diosa Freyla.

-Si Rosemary y Esmeralda se enteraran de esto ellas te despreciarían para siempre y no solo ellas sino también todo el reino de Fragia.

Seguía sin responder el héroe, solo pensaba que quizás todo lo que había hecho se lo merecía, mentirle y presionar a una mujer para que aceptará salir con él era algo que lo hacía sentir una mierda, como un manipulador y la confirmación de que él no había sido quien venció al Rey Demonio era la gota que derramó el vaso.

-Heroe falso Alexis te he vencido, quieras o no, harás lo que yo y Ciel digamos, nos ayudarás a derrocar al Papa o yo misma destruiré toda la Iglesia hasta sus escombros, tu elijes.

El héroe alzaba la mirada ante Freyla quien sonreía muy confiada ante lo que había.

-Yo…

El capitán de los caballeros sacros, Constantino, estaba frente a la casa de la bruja Rosemary, varios de sus hombres estaban buscando en la casa y a sus alrededores rastros de actividad o alguna pista que les dé con los desaparecidos Alexis, Ciel, Esmeralda, Matilda y Beatriz.

-Capitán no hemos encontrado a nadie, pero si esto.

El guardia le dio al capitán Constantino varias vendas con rastros de sangre.

-Parece que son heridas de a lo mucho unos días, gracias guardia.

-Capitán que opina?

-Esta es la casa de la bruja Rosemary una de las que derrotaron al gran Rey Demonio y amiga íntima del héroe Alexis y Ciel, estás heridas debieron ser posiblemente de uno de ellos, denles a los perros que identifiquen de quien es la sangre.

– ¿Tiene sospecha de quién sería?

-Alexis, el héroe, no estoy totalmente seguro, pero todo apunta que son de él.

-Capitán Constantino!

– ¿Que ocurre?

-Encontramos señales de combate en el prado que está a las afueras del bosque.

-Bingo! Que los caballeros sacros trepen sus Grifones, que los guardias se divina en 2 grupos, el primero se quedará aquí a seguir con la investigación y el otro que marchen al prado.

-¡¡Si!!

-Los vamos a encontrar por órdenes del Papa, que la diosa nos brinde su protección.

En el cielo en la escoba mágica estaban Rosemary y Esmeralda dirigiéndose a dónde estaban sus amigos peleando.

– ¿Estas segura que es por aquí Rose?

– ¡Que sí, si no te gusta puedes bajarte!

-No gracias, estoy cómoda aquí.

Esmeralda estaba agarrada de la cintura de Rosemary, se la veía algo nerviosa por estar pegada tanto tiempo a otra chica, su rostro estaba algo sonrojado, pero luego se centró para poder hablar.

-Si resulta que Alexis en efecto es un perro de la iglesia que harás?

– ¿¿Que qué haré?? Primero le reventare las mejillas a cachetadas y luego le pediré muchas otras explicaciones, eso es obvio.

-Veo que lo quieres mucho que hasta podrías perdonarle eso, ¿que hizo por ti el héroe?

-Eso es… Eso es algo personal.

La bruja estaba sonrojada.

-Ohh… ¿Un amorío? ¿Te gusta?

La escoba empezó a moverse erráticamente haciendo que ambas chicas casi se cayeran de ella.

-Pfff ¿¿Pe-pero qué clase de pregunta es esa?? ¿¿Acaso quieres que nos matemos??

-Perdón, perdón, es que me sorprende lo mucho que has hecho y piensas hacer por el a pesar de todo lo que ha pasado.

-¡¡Porque eso es lo que los amigos hacen!! Tú también haces de todo por Ciel ¿¿acaso te gusta también??

– ¿¿Tambieeeen??

Esmeralda la veía con ojos coquetos mientras que Rosemary se veía enojada

-Aaaahhh eres insoportable cuando agarras confianza.

De pronto la conversación se ve interrumpida cuando ven caer un poderoso rayo en medio de las montañas.

-Eso es…

-De seguro fue Alexis ¡vamos!

– ¡Si!

La diosa Freyla estaba parada viendo hacia abajo a un Alexis que estaba arrodillado sin casi energías, Pyxys intentaba hacer de escudo protegiéndolo, se le notaba también aterrado.

-Pequeña hada eres un leal compañero del héroe, me lo has demostrado.

-Y-yo n-no te tengo m-miedo

-Y bien Alexis ¿nos ayudarás?

-…

-Respóndeme.

-…

-Se lo debes a Ciel, la engañaste y presionaste para casarte con ella.

-No es cierto…

El héroe alzaba la mirada con mirada desafiante.

– ¡Yo la amaba! Es cierto que me pidieron echarle un ojo, tu misma debes saberlo como se sentía Ciel cada vez que liberabas tu poder, ella terminaba teniendo miedo de su propio poder, tu solo quieres aprovecharte de su inseguridad.

La diosa Freyla lo veía algo fastidiada.

– ¿Utilizarla?

La diosa le agarraba del cabello alzándolo hasta que la viera cara a cara a su altura.

-Tú no tienes idea sobre ser utilizada o manipulada por otras personas para el beneficio de unos sucios corruptos.

– ¡Ggghh!

-Dime ¿alguna vez has muerto? No sabes lo angustiante que es notar como toda tu existencia se desvanece y la oscuridad te engulle.

La diosa agarraba su lanza apuntando a su pecho lentamente empujándolo más y más adentro.

-¡¡¡AAAAAHHHH!!!

– ¿¿Nos vas a ayudar o no??

-Y-yo…

Al oírlo intentar hablar la diosa dejo de empujar con su lanza.

-Si…

– ¿Lo harás?

-Yo… s-si he experimentado… antes lo que es la… muerte…

La diosa lo veía con curiosidad.

– ¿Ya has muerto antes?

-S-si… Pero no en este mundo… Sino… En otro…

Al escuchar esas palabras la diosa lo soltó y Alexis cayó al suelo mientras Pyxys se posaba sobre él.

– ¡Amo Alexis!

– Tú también eres… ¿Un reencarnado?

Los ojos de Alexis que estaba cerrados por el dolor se abrieron al escuchar la palabra «reencarnado» y levanto su mirada viéndola.

– ¿Tam…bien?

Alexis veía el rostro de la diosa Freyla abiertos tan sorprendidos como los suyos ante lo que él había dicho lo cual algo en su mente hizo conexión haciendo que de su boca saliera lo primero que pensó.

– ¿Acaso también eres… una reencarnada?

Las revelaciones y noticias no paraban de llegar a los oídos del joven héroe, él no había sido el único reencarnado de ese mundo sino también… la diosa Freyla.