(Análisis) SHY – Episodio 11 / El amor incondicional de una madre

El final del arco de Pepesha en la adaptación al anime de SHY finalmente llego y de qué forma por dios, me conmoví, lloré, sentí empatía hasta por la villana entrometida y reflexioné sobre la importancia de la familia y lo afortunados que somos al tener un techo y comida en la mesa, en serio que SHY no deja de sorprenderme para bien, como lo amo.

Pepesha, o más bien dicho Spirit, finalmente estuvo lista para luchar y encarar a su madre, Shy la ayudó con un poderoso ataque combinado que me recordó bastante al rasengan de Naruto pero de fuego. Mientras Shy mantenía ocupada a Kufufu nuestra hermosa y valerosa Spirit «discutiría» con su madre en una escena preciosa donde el ataque de la super heroína rusa formaba dos manos que «abrazaban» la gruesa capa de hielo que aislaba a su madre.

En recuerdos del pasado Pepesha creyó que su madre Lenata en realidad se había quitado la vida por la depresión y la carga que la atormentaba al tener que acompañarla, pero cuando fué al orfanato Yuri descubrió las cartas que le enviaba su madre a su mejor amiga. Al leer esas cartas Pepesha se dio cuenta del gran amor que le tenía su madre pese a su actitud tan estoica lo que provocó que nuestra super heroína rusa recordara y valorara esos pequeños momentos de felicidad donde su madre se emborrachaba y por un breve instante era cariñosa.

Me golpeó el corazón cuando Lenata le preguntó a su hija Pepesha si deseaba ir al orfanato, sin decirle claramente la palabra, donde no pasaría frio ni hambre, pero a cambio ya no se podrían volver a ver cosa que su hija no lo aceptó porque por sobre todo ella amaba a su madre.

Al final de todos estos recuerdos podemos ver que el sentimiento que fortalece el poder de Pepesha siempre ha sido el amor que le tenía a su madre Lenata y que como super heroína ella iba a hacer todo lo posible por ayudar a la gente, así como su madre lo hizo con ella a pesar el hambre, del frio y la pobreza, en verdad una escena encantadora.

Con este acto de amor finalmente Tzveta se vuelve a convertir en Lenata provocando que el Amalareik, ese espacio inter dimensional que rodeaba al orfanato, desapareciera y es cuando Kufufu reaparece para querer seguir luchando, pero ya Lenata le cuenta que es suficiente y es que ellas sabían lo que pasaría… sin el Amalareik la madre de Pepesha desaparecería cosa que entristeció a Kufufu porque ella en verdad la queria. Kufufu sin despedirse se marchó con lágrimas en los ojos.

Ahora que el tiempo de su desaparición se aproxima es cuando Lenata aprovecha para darles los datos que necesitaran de Stigma a nuestras super heroínas. Stigma tiene el ROTISIMO poder de conceder deseos, pero él es incapaz de conceder los suyos así que necesita aliados. La resurrección de Lenata fue el deseo que Stigma detectó en el corazón de Pepesha y lo hizo realidad y si… ¡STIGMA ESTA TÁN ROTO QUE ES CAPAZ DE REVIVIR A LOS MUERTOS!

El deseo de Stigma de un mundo sin adultos parece sacaso de un creepy pasta de los Chicos del Barrio (KND) y es que la propia Lenata le pide a su hija y a Shy que lo detengan para proteger el mundo.

Y en un último deseo de Lenata ella cumple su sueño de beber alcohol junto a su hija Pepesha antes de desaparecer. Esta escena es tan hermosa, tierna y emotiva que me hizo casi derramar un par de lágrimas, antes de irse Lenata le dice lo que nunca le dijo en vida a Pepesha y es que ella la ama, que tenerla le ha dado un significado a su vida.

Con una botella de Vodka vacía es como la historia de Lenata y Pepesha ha llegado a su fin no sin antes dejarles el anillo que le daba sus super poderes cosa que les ayudara en su lucha contra Stigma.

Como dije antes un episodio emotivo que casi me hace chillar como loco, una animación simplemente preciosa y con un mensaje final que muchos debemos de recordar que es el amor a la familia, bastante curioso que este episodio saliera justo después del final de Dekoboko Majo no Oyako Jijou en el cual su mensaje también fue el de la familia, en serio gracias anime de SHY por darnos un episodio tan hermoso, gracias.